"Escribir no es otra cosa que limpiar y limpiar"

"Una obra nunca se acaba, simplemente se abandona, cuenta Peter Matthiessen (Nueva York, 1927) que dijo Miguel ?ngel, y el escritor norteamericano cita al artista s¨®lo para subrayar que comparte el diagn¨®stico. "Si uno estima que ha sido capaz de terminar una obra es que algo anda mal" a?ade. Largo, enjuto, con las infinitas arrugas del que ha vivido mucho e intensamente, los ojos de este caballero tienen un brillo travieso. Siruela acaba de sacar en bolsillo su libro de viajes El leopardo de las nieves, publicado originalmente en 1979 y traducido en Espa?a por primera vez en 1992.El leopardo de las nieves es una suerte de diario que cuenta, d¨ªa a d¨ªa, las cosas que le pasaron a Matthiessen desde el 28 de septiembre hasta el 1 de diciembre de 1973. Son cosas que caben en un s¨®lo verbo: caminar. El libro narra un viaje hacia la Tierra de Dolpo, ¨²ltimo enclave de la cultura tibetana, que llev¨® a cabo Matthiessen con el zo¨®logo George Schaller, con el fin de estudiar las costumbres del cordero azul himalayo. Si de paso ve¨ªan al leopardo de las nieves, "el m¨¢s hermoso de los grandes felinos" pues: tanto mejor.

Como budista, Matthiessen va recuperando frente a ese paisaje de v¨¦rtigo las ense?anzas de sus maestros; como hombre, lava la herida de la reciente muerte de su mujer; como escritor, en fin, deja correr la tinta y nos sumerge en un mundo extra?o y recupera los hilos fragmentarios de- su memoria -las drogas, la religi¨®n, otros viajes-. "No s¨¦ qu¨¦ pensar del libro" dice Matthiessen, "pero conservo intacta la experiencia del viaje". "Hay libros de no ficci¨®n" a?ade, "que narran unas circunstancias tan extraordinarias que parecen al final una novela. El leopardo de las nieves es uno de ellos. Al fin y al cabo, fue realmente un viaje al pasado: regresamos al siglo XIII y entramos en contacto con la cultura tibetana en estado puro".

Como escritor se ha ocupado ¨²ltimamente de ?frica, pero sobre todo se ha concentrado en la ficci¨®n. "Estoy trabajando en una trilog¨ªa, cuya primera parte -Killing mister Watson- se public¨® en 1990" explica. Matthiessen, que reescribi¨® 30 veces el ¨²ltimo cap¨ªtulo de su novela Jugando en los campos del Se?or y reconoce a Dostoievski y a Conrad como sus maestros, y considera que el trabajo del escritor no es otro que el de limpiar. "Empiezas a escribir cuando te asalta una idea con toda su luminosidad. Luego viene el trabajo pesado, que no consiste sino en limpiar, limpiar y limpiar".