Aznar y Anguita afirman al alim¨®n que Espa?a vive el fin del 'felipismo'
No hay pinza. Aunque Julio Anguita y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar apadrinaran ayer un libro fuertemente cr¨ªtico contra Felipe Gonz¨¢lez y afirmaran al alim¨®n que Espa?a vive el fin del felipismo. Angui ta no cree que ello puede interpretarse como una pinza sobre el PSOE. Es m¨¢s, Aznar tendr¨¢ que apretarse los machos porque el coordinador general de IU -entre ir¨®nico y amable- le advirti¨® que "se va a enterar de lo que vale un peine".
Julio Anguita habl¨® de pinzas y de peines. Y, sobre todo, de felipismo. Y tach¨® de "cursi, hortera y pacata" a esa "Villa y Corte que ma?ana murmurar¨¢ por mi presencia en este acto", la presentaci¨®n de un libro, que ¨¦l situ¨® dentro de la "normalidad dernocr¨¢tica". El libro era de Pedro J. Ram¨ªrez, director de El Mundo. Y los padrinos, Anguita y Aznar."A Aznar ya le atacar¨¦ con contundencia y educaci¨®n donde corresponda". El m¨¢ximo dirigente de Izquierda Unida hablaba y recib¨ªa cabezazos de asentimiento por parte del autor, que sonre¨ªa halagado cuando le calific¨® de "periodista brillante". Y sobre todo cuando, al quite, Anguita rechaz¨® el apelativo malvado con que le ha bautizado el comentarista Miguel ?ngel Aguilar: Pedro Zola.
Los dos dirigentes no ahorraron palabra amable ni con ellos, ni con el autor de la obra, ni con los ilustres invitados. Muchos. M¨¢s de doscientas sillas ocupadas y gente de pie. Luis Mar¨ªa Ans¨®n, Francisco Umbral, columnistas de post¨ªn, Armas Marcelo, Miguel ?ngel Gozalo... Emilio Romero, solo, lleg¨® un cuarto de hora antes y, discreto, ocup¨® una silla de las no reservadas. Adolfo Su¨¢rez, posiblemente por tratarse de un acto literario, rompi¨® su retiro, acudi¨® a la cita y recibi¨® las referencias cari?osas de los dos pol¨ªticos.
Del libro puede decirse que el que m¨¢s habl¨® fue Aznar. Descolocado, ley¨® unas cuartillas para la ocasi¨®n, y sorprendido comprob¨® que aquello en realidad era un acto pol¨ªtico en el que la consigna parec¨ªa ser la de dar ca?a al mono socialista. ?l, cort¨¦s y como buen presentador, apenas hab¨ªa hecho ligeras referencias a la situaci¨®n pol¨ªtica, centrando m¨¢s su discurso en la obra, su autor y su trascendencia.
Julio Anguita s¨ª lo hizo. Se mostr¨® orgulloso de su discurso lleno de met¨¢foras y de im¨¢genes sagradas -el t¨ªtulo del libro era de lo m¨¢s adecuado: David contra Goliat, jaque mate al felipismo- y, adem¨¢s de desgranar las virtudes del autor, puso a caldo dicho felipismo.
Pero para discurso antifelipista el de Ram¨ªrez. Con tr¨¦molos en la voz finaliz¨® una largu¨ªsima intervenci¨®n, emocionado y sin resuello, explicando a los asistentes la Espa?a que ¨¦l quer¨ªa y amaba, en el tono de "ayer tuve un sue?o" y pidiendo, humilde, la ayuda de los dos l¨ªderes que le flanqueaban. Y el de todos los presentes. Tocada con canotier, en primera fila, de rosa, su esposa, ?gatha Ruiz de la Prada.
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