Espa?a en Sicilia

El 40? aniversario de la Conferencia de Mesina, en la que se gest¨® la Comunidad Econ¨®mica Europea a seis, y el simult¨¢neo bautizo del Grupo de Reflexi¨®n que desbrozar¨¢ la conferencia reformadora de Maastricht tienen perfume espa?ol. Poso hist¨®rico: ambos hechos coinciden con el 710? aniversario de la muerte del rey Pere el Gran, hijo de Jaume el Conqueridor, libertador de Sicilia y monarca de la isla; paradigma de rey pactista con el pueblo, al que, otorg¨® constituciones; y arquitecto de la expansi¨®n mediterr¨¢nea de la corona catalano-aragonesa.Presencia, sobre todo, actual, por contraste con la ausencia de 1955: entonces, la dictadura imposibilit¨® que Espa?a se apuntase al club fundador de la Europa unida. Ahora, entre los discursos reson¨® el muy riguroso del presidente del Tribunal de Luxemburgo, Gil Carlos Rodr¨ªguez-Iglesias, defendiendo la esencia de la UE como comunidad de derecho, la argamasa que la unifica, que otorga garant¨ªas a los ciudadanos. Para un pa¨ªs tantos a?os hu¨¦rfano de un Estado de derecho, resulta un s¨ªmbolo que uno de los suyos sea hoy el m¨¢ximo garante de la aplicaci¨®n de los tratados.

El ministro Javier Solana lo subray¨® en Mesina: "Es un orgullo que Espa?a est¨¦ liderando el proceso que nos conducir¨¢ a la Europa del siglo XXl". Se refer¨ªa al hecho de que los trabajos del Grupo de Reflexi¨®n se desarrollar¨¢n bajo la presidencia espa?ola, dirigidos por un espa?ol, Carlos Westendorp. En el grupo figura otro conciudadano influyente, representando a la Comisi¨®n: Marcelino Oreja, responsable de Asuntos Institucionales. Quiz¨¢ eso ha influido en el temario de los trabajos, que hace especial hincapi¨¦ en las cuestiones de ciudadan¨ªa, el an¨¢lisis de las propuestas de que el tratado incorpore una carta de derechos de los ciudadanos, los mecanismos para acercar la construcci¨®n europea a los individuos. Quienes durante tanto tiempo exhibieron hambre de derecho son ahora sus doctores. Hermoso enlace con la tradici¨®n de Pere el Gran.