Ese f¨®rmula 1 funciona como Indur¨¢in
El navarro, Rominger y Berzin llevan 20.000 kil¨®metros de rodaje, cuatro veces m¨¢s que un Ferrari o un Renault
Las comparaciones a veces se quedan cortas. Cuando se dice que Indur¨¢in o Rominger o Berzin funcionan igual que un motor de f¨®rmula 1 m¨¢s parece que se hace publicidad a Renault o Ferrari antes que al propio rendimiento de los ciclistas. Un motor de f¨®rmula 1 desde su concepci¨®n hasta su m¨¢ximo rendimiento necesita un rodaje de unos 5.000 kil¨®metros en un plazo de tres o cuatro meses. Ensayos, pruebas y ajustes. Un ciclista, Indur¨¢in por ejemplo, necesita para formarse seis a?os o as¨ª, a raz¨®n de 30.000 kil¨®metros por a?o, y ajustes en los meses de vac¨ªo en el calendario. Cada a 0, antes de comenzar el Tour, el verdadero Gran Premio de Montecarlo de un ciclista, Indur¨¢in se recorre en bicicleta 20.000 kil¨®metros, o sea, unas 500 horas sobre la bicicleta. Como 20 d¨ªas sin parar. Y como ¨¦l, Rominger o Berzin o Ugrumov. M¨²sculos, tendones y cerebro son m¨¢s dif¨ªciles de ajustar que cilindros, culatas y pistones. Y su posibilidad de aver¨ªa es tambi¨¦n mayor.Como dice Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri, director del Banesto, a pesar de no haber corrido el Giro "Indur¨¢in no ha modificado su preparaci¨®n para el Tour respecto a a?os anteriores". S¨ª que lo han hecho, siguiendo esa teor¨ªa, sus previsibles rivales en el Tour, Rominger, Berzin, Ugrumov y Pantani. El campe¨®n navarro llegar¨¢ a la cita con su quinto Tour con los mismos kil¨®metros, los mismos d¨ªas de competici¨®n, y las mismas fechas que en anos anteriores: Los dem¨¢s, no Rominger ha cambiado el h¨¢bito de la Vuelta por el Giro; Berzin no cuenta porque debutar¨¢ en el Tour; Pantani, tampoco, porque una ca¨ªda le ha tenido casi un mes fuera de juego; Ugrumov ha corrido el Giro, como en 1994, pero la carrera italiana s¨ª que ha cambiado, se ha disputado una semana antes que de costumbre.
Si en algo se parecen un ciclista y un f¨®rmula 1 es en la precisi¨®n con que deben ser medidos todos los movimientos. En tiempos en que 4.000 kil¨®metros de competencia se deciden por un pu?ado de segundos, cualquier aspecto es fundamental. Y esos aspectos empiezan a delinearse ya en diciembre, siete meses antes de la cita importante. Cada uno con su manual. Indur¨¢in recorri¨¦ndose los Pirineos de cabo a rabo, dejando hablar a sus piernas y a sus sensaciones; Rominger, con sus ejercicios de repetici¨®n por las cuestas de la Costa Azul, atento al pitido de su puls¨®metro; Berzin y Ugrumov, por los circuitos de los Lagos italianos.
All¨ª, en soledad, siguiendo los planes marcados por sus entrenadores -Padilla para Indur¨¢in, y Ferrari para el resto-, los corredores se machacan hasta l¨ªmites insospechados: en el caso de Indur¨¢in y Rominger los kil¨®metros de entrenamiento han duplicado los de competici¨®n.
El navarro y el suizo ya son mayores y apenas necesitan medirse cara a cara con sus rivales para saber c¨®mo se encuentran. Conocen su cuerpo a la perfecci¨®n. Han seguido caminos casi paralelos -s¨®lo se vieron las caras en la Vuelta a Murcia, a principios de marzo- hacia el Tour, pero han hecho casi lo mismo. La calidad de los kil¨®metros -un t¨¦rmino muy en boga- ya no depende de la importancia de la carrera en, que se participe. Este factor s¨ª que influye, sin embargo, en la cuesti¨®n mental. Un triunfo importante hace que un corredor disipe todas sus dudas: "voy por el buen camino", se dice. Esa es la ¨²nica ventaja que le ha reportado a Rominger correr y ganar el Giro. Una haza?a a la que no se ha arriesgado Indur¨¢in pensando que el precio podr¨ªa ser mayor que el beneficio. Lo que no deja de ser la mayor duda del suizo, agotado psicol¨®gicamente.
Los dos corredores tienen a¨²n por delante, antes del Tour, poco m¨¢s de 1.000 kil¨®metros para afinar su puesta a punto. Pero tampoco se ver¨¢n las caras. Indur¨¢in disputa el Dauphin¨¦ Lib¨¦r¨¦ hasta el pr¨®ximo domingo; Rominger, la Vuelta a Suiza, del 13 al 22.
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