El Estado, condenado a indemnizar a la familia de un preso al que mat¨® otro en la c¨¢rcel de Navalcarnero
La Audiencia Provincial de Madrid ha impuesto al Estado la obligaci¨®n de indemnizar en 13 millones de pesetas a la familia de un preso al que mat¨® otro recluso en la c¨¢rcel, al "no haber impedido" que el primero dispusiera de un arma dentro del centro penitenciario.En una sentencia, la Secci¨®n Tercera de la Audiencia condena a Crist¨®bal Moral Martos por un delito de homicidio con el agravante de reincidencia a 151 a?os de reclusi¨®n.
El fallo le impone tambi¨¦n ue indemnice a los familiares de la v¨ªctima, con 13 millones de pesetas, cantidad que, dada su insolvencia, deber¨¢ pagar el Estado, al ser declarada su responsabilidad civil subsidiaria.
La resoluci¨®n, cuyo ponente ha sido el magistrado Carlos Ollero Butler, declara probado que los reclusos Crist¨®bal Moral y Javier A. O. se encontraron el 22 de enero de 1994 en la peluquer¨ªa del centro penitenciario Madrid IV-Navalcarnero. A?ade que, "por causas que se desconocen, tuvieron una violenta discusi¨®n, en la que el primero esgrimi¨® un pincho carcelario, consistente en una hoja de una tijera con una empu?adura cubierta con esparadrapo, con la que provoc¨® al segundo una herida, por la que ¨¦ste falleci¨® momentos despu¨¦s".
La Sala recuerda que "la apertura y clausura de la peluquer¨ªa fueron efectuadas por un funcionario de prisiones y durante ese tiempo qued¨® al cargo y a la atenci¨®n de otro interno, que en el momento de producirse los hechos se hab¨ªa desplazado al economato a tomar un caf¨¦".
La Audiencia tiene en cuenta tambi¨¦n para declarar la responsabilidad civil subsidiaria del Estado la pr¨¢ctica usual en la utilizaci¨®n de la peluquer¨ªa, que "pudo propiciar que los hechos se produjesen fuera de la atenci¨®n de los funcionarios".
El tribunal recuerda que, seg¨²n la jurisprudencia, en la Administrac¨ª¨®n penitenciaria "la infracci¨®n del deber se concreta en no haber impedido mediante medidas de vigilancia que los internos dispusieran de verdaderas armas blancas, confeccionadas por ellos dentro del establecimiento penitenciario".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.