La justicia lleg¨® con 27 a?os de retraso
Un espa?ol, absuelto de asesinato en Venezuela tras peregrinar de c¨¢rcel en c¨¢rcel
"Quiero recuperar mi dignidad", asegura en Caracas, visiblemente molesto, el m¨¦dico veterinario Manuel Jim¨¦nez Castro, nacido en Canarias, con la doble nacionalidad espa?ola y venezolana, despu¨¦s de haber esperado 27 a?os tras las rejas la sentencia en un juicio por asesinato que ahora llega: absoluci¨®n con todos los pronunciamientos favorables.El ins¨®lito caso conmueve a la opini¨®n p¨²blica venezolana, que ahora pasa a juzgar a los jueces. El mismo Jim¨¦nez Castro, de 83 a?os, denuncia las arbitrariedades que sufri¨® desde que se le detuvo como presunto autor intelectual M asesinato en 1967 de Asdr¨²bal Hern¨¢ndez V¨¢zquez.
J¨ªm¨¦nez fue teniente coronel del Ej¨¦rcito espa?ol y emigr¨® a Venezuela por razones pol¨ªticas, como tantos otros militares del Ej¨¦rcito republicano. Adquiri¨® su segunda nacionalidad y fue militante del partido socialdem¨®crata Acci¨®n Democr¨¢tica (AD).Ante los sorprendidos congresistas, relata ahora que en el crimen participaron siete personas, ninguna de las cuales pis¨® la c¨¢rcel. Uno de los involucrados le escribi¨® una carta poco antes de morir en la que le ped¨ªa perd¨®n y le explicaba c¨®mo se produjo la muerte de Hern¨¢ndez y qui¨¦nes fueron, con sus nombres y apellidos, los asesinos.
Pese a ser inocente, Jim¨¦nez pas¨¦ 27 a?os en cinco c¨¢rceles venezolanas diferentes. Su expediente se extravi¨® y pas¨® de tribunal en tribunal. Perdi¨® a toda su familia. En realidad, ya fue absuelto hace dos a?os, pero el fiscal apel¨® ante la Corte Suprema de Justicia. En una ocasi¨®n, un juez le pregunt¨® sobre su domicilio para pasarle a detenci¨®n domiciliaria, cambiando c¨¢rcel por casa, por ser mayor de 66 a?os. ?l le respondi¨®: "Mi casa es Tocor¨®n". Se refer¨ªa a su ¨²ltima casa, el penal en el que se encontraba recluido en ese momento.
Jim¨¦nez acusa a pol¨ªticos venezolanos de encarcelarle, y menciona a prominentes l¨ªderes de Acci¨®n Democr¨¢tica. En los a?os sesenta trabaj¨® en Miraflores, el palacio de Gobierno, como funcionario de Sanidad, con R¨®mulo Betancourt de presidente.
"Yo no tengo casa ni familia", a?ade el anciano. Su esposa le abandon¨® espiritualmente cuando transcurrieron los primeros anos en prisi¨®n. Despu¨¦s falleci¨®. Su madre muri¨® de tristeza y de un infarto al enterarse de su caso. El domicilio que ten¨ªa en Maracay fue invadido y su local comercial fue derribado.
Pero Jim¨¦nez tuvo paciencia y mucha constancia para presionar, a trav¨¦s de telegramas, a la Fiscal¨ªa General, cuyos funcionarios le gestionaron su libertad.
El retraso judicial no es ¨²nico en Venezuela. Lo raro es que teniendo relaciones pol¨ªticas y habiendo trabajado en el palacio de Miraflores haya pagado tantos a?os de su vida por un crimen que no cometi¨®. Eso no es ya normal.
Con Manuel Jim¨¦nez Castro se ha hecho finalmente justicia. Ahora reclama al Estado venezolano que le indemnice por da?os f¨ªsicos y morales. Aunque no se pueda pagar con dinero 27 a?os en la c¨¢rcel.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.