Muster, contra Chang y sus creencias
El austriaco disputa su primera final del Grand Slam y el norteamericano la segunda
Es raro asistir a una conferencia de prensa del estadounidense Michael Chang en la que no salga Dios. La mayor parte de cosas que le suceden al estadounidense ocurren, seg¨²n ¨¦l y su familia, por la gracia de Dios. Eso sit¨²a al austriaco Thomas Muster en una posici¨®n de inferioridad de cara a la final de Roland Garros que ambos disputar¨¢n hoy a partir de las tres de la tarde. Muster deber¨¢ luchar no s¨®lo contra Chang, sino tambi¨¦n contra los designios que Dios ha marcado al jugador. Y eso no le va a resultar nada f¨¢cil.
"Deber¨¦ exprimir al m¨¢ximo el talento que Dios me ha dado", coment¨® Chang tras derrotar a Bruguera en semifinales. "Contra Muster es necesario que sea muy fuerte f¨ªsica y mentalmente. Veremos lo que el Se?or ha previsto para m¨ª el domingo". Un d¨ªa antes, la madre de Chang, Betty, hab¨ªa explicado que su hijo Carl hab¨ªa dejado sus estudios para dedicarse exclusivamente a entrenar a Michael. "Es un trabajo que hace con placer porque Dios le pidi¨® que lo hiciera", dijo la madre sin pesta?ear.
No. No le ser¨¢ f¨¢cil a Muster pelear contra tantas cosas. Y aunque las apuestas le son favorables, a pesar de que los n¨²meros le avalan, deber¨¢ buscar fuerza hasta en sus ¨²ltimos resortes para superar la situaci¨®n y acabar ganando. "Cre¨ª que estar¨ªa muy emocionado al lograr clasificarme para la final de un Grand Slam, pero no lo estoy", confes¨® el tenista austriaco que lleva una temporada extraordinaria. "Sigo pensando que lo m¨¢s importante en la vida es la salud. Poco importa que gane o pierda la final de Par¨ªs. Eso no cambiar¨¢ mi vida".
Su filosof¨ªa es sustancialmente distinta de la de Michael Chang. Muster conf¨ªa en s¨ª mismo. Chang cree en su destino. Al austriaco no le van mal las cosas. Este a?o no ha perdido ning¨²n partido sobre tierra batida y ha elevado su n¨²mero de victorias consecutivas en este tipo de superficie a 34, la serie m¨¢s larga desde 1980.
Para Muster ¨¦sta ser¨¢ su primera final de un Grand Slam, a pesar de ser considerado ahora mismo, incluso por el n¨²mero uno espa?ol, Sergi Bruguera, el mejor jugador del mundo sobre tierra ba ida. Chang gan¨® Roland Garros en 1989 y fue el campe¨®n m¨¢s joven de la historia del torneo. Desde entonces, sin embargo, s¨®lo hab¨ªa llegado una vez a las semifinales de otro Grand Slam -Open Estados Unidos de 1992- hasta la que disputar¨¢ hoy.
A nivel t¨¢ctico, ambos juegan de una forma bastante similar. Son tenistas de fondo de pista, que visitan la red muy espor¨¢dica mente. Pero Muster mide cinco cent¨ªmetros m¨¢s que Chang de altura y eso le da una ligera ventaja, tanto en el servicio, como en los desplazaientos, como en lograr mayor potencia con sus golpes.
Chang ha intentado suplir estas limitaciones f¨ªsicas alargando 1,5 cent¨ªmetros el mango de su raqueta. "Juego mucho mejor ahora que en. 1989" -a?o en que logr¨® ganar Roland Garros-, se?ala el tenista de origen chino. Pero desde entonces, el austriaco ha ganado siempre a Chang en sus enfrentamientos anteriores. Le venci¨® en la Copa Davis, en 1990. Le super¨® otra vez en Indian Wells, y de nuevo en Roma este mismo a?o.
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