Ident¨ªdad

Se discut¨ªa la otra tarde acerca de la identidad de Madrid, o mejor dicho, acerca de la p¨¦rdida de su identidad. Este era por lo menos el t¨ªtulo general de una serie de mesas redondas organizadas por la Fundaci¨®n del Colegio de Arquitectos de Madrid, con el fin de sugerir ideas para solucionar los problemas de una ciudad que, de un tiempo a esta parte, parece sentirse dejada de la mano de Dios. Me preguntaba yo si Madrid tiene identidad o si su identidad consiste precisamente en no tener ninguna. La palabra identidad transmite una cierta noci¨®n de permanencia, y Madrid es una ciudad cambiante que, por decirlo en t¨¦rminos pol¨ªticos, un d¨ªa es "capital de la gloria" y otro se hace tan de derechas como si lo hubiera sido de toda la vida.

Quiz¨¢ ser¨ªa m¨¢s exacto decir que Madrid es un invento, un buen invento, con fuerte personalidad pero sin identidad fija. Cuando Felipe II convirti¨®, parece que sin propon¨¦rselo, en capital de las Espa?as, la ciudad cuadruplic¨® en unos pocos a?os su poblaci¨®n con gentes llegadas de todas partes. Ha vuelto a suceder lo mismo en nuestro tiempo, al pasar de "ciudad de un mill¨®n de cad¨¢veres" a una conurbaci¨®n de m¨¢s de cuatro millones de habitantes.

Hay madrile?os "de toda la vida" y ¨¦se es un grado de distinci¨®n. Pero no mandan aqu¨ª lo suficiente como para imponer a la ciudad su forma de ser. Madrid sigue dando la impresi¨®n de ser aquel "asentamiento cortesano" de que hablaba un embajador ingl¨¦s del siglo XVII, donde "hombres de toda condici¨®n han edificado su casa para llevar a cabo sus gestiones, pero no con la intenci¨®n de acabar all¨ª sus d¨ªas, sino s¨®lo sus gestiones".

En los coloquios de la Fundaci¨®n del COAM se expres¨® la esperanza de que las nuevas generaciones de madrile?os nacidos de los que llegaron de fuera empiecen a considerar la ciudad como cosa propia y no como mero lugar de paso y de aventura. Entonces volver¨¢ Madrid a tener sus defensores y pasar¨¢ a la historia el des¨¢nimo del "esto no tiene remedio" que hoy se percibe en la ciudad y le impide resolver sus problemas.