Los lectores observan falta de sensibilidad y de calidad
Varios lectores se han dirigido a este Defensor del Lector poniendo en duda que el equipo de direcci¨®n del diario est¨¦ informado de las cr¨ªticas que ellos me env¨ªan no s¨®lo sobre la "forma", sino tambi¨¦n sobre el "fondo" del peri¨®dico. Jos¨¦ Angel Varela, de Sevilla, por ejemplo, afirma: "Puedo creer que usted informe acerca de las erratas y otras pu?eter¨ªas ortogr¨¢ficas, pero dudo de que transmita las cr¨ªticas de sustancia". Otros me ruegan que "no interprete" ni "filtre" sus quejas, sino que las exponga con crudeza".He asegurado ya en otras ocasiones que la direcci¨®n del peri¨®dico conoce todas las cr¨ªticas m¨¢s significativas de los lectores a trav¨¦s de informes puntuales -a veces con fotocopias de cartas- que le hace llegar este departamento. Pero, para los que no acaben de cre¨¦rselo, he pensado recoger p¨²blicamente este domingo algunas de dichas cr¨ªticas, incluso extremas -y en alg¨²n caso, a mi juicio personal, injustas-, en relaci¨®n sobre todo a un tema que, sin duda, es m¨¢s delicado que muchos otros, como es la acusaci¨®n que se nos empieza a hacer de una cierta "falta de sensibilidad a la hora de informar sobre temas de fuerte contenido humano, ya que, seg¨²n ellos, se usan a veces tonos o "demasiado truculentos" o "in¨²tilmente graciosos, despreciativos o vulgares". Y tambi¨¦n sobre una "cierta ca¨ªda de calidad" del diario.
Y puesto que esta vez se trata s¨®lo de corresponder al deseo de esos lectores de que se d¨¦ a conocer lo que ellos critican, me limitar¨¦ a presentar algunas de dichas quejas m¨¢s severas sin recoger la opini¨®n que les merecen a los responsables directos del diario. Aunque s¨ª me gustar¨ªa recordar, a t¨ªtulo meramente informativo, que este peri¨®dico es le¨ªdo por millones de personas con visi¨®n de las cosas, cultura y sensibilidad muy diversas. Y que, como ya les he dicho a muchos lectores personalmente, por tel¨¦fono o por escrito, en ocasiones lo que a unos les irrita a otros les entusiasma.
Con todo, no existen categor¨ªas entre los lectores, y, para este departamento, todos y cada uno de ellos y de sus cr¨ªticas merecen la misma atenci¨®n y el mismo respeto. Y por ello escuchamos todas sus voces.
"Tes pido s¨®lo respeto"
Alfredo G¨®mez, de Madrid, nos dice: "?Saben lo que les falta a ustedes? La necesaria humanidad para llegar al coraz¨®n de los lectores y recordar que el mejor periodismo empieza por informar con vigor pero sin herir la sensibilidad del lector. Yo les pido s¨®lo respeto". Y apunta a algunas informaciones sobre tragedias varias; la ¨²ltima, la de la mina de Sur¨¢frica. Y comenta: "?Es posible que un peri¨®dico de provincias sea capaz de contarme lo mismo sin herir mi sensibilidad mejor que el primer diario de Espa?a?".
Salvador de los Arcos, de Navarra, critica el que a veces -en el Peque?o Pa¨ªs, por ejemplo- se publiquen cosas para ni?os que considera pura "basura", aunque la palabra que usa el lector es a¨²n m¨¢s fuerte (en otros casos se han criticado dibujos considerados violentos), y se pregunta si es pecado "inculcar en los ni?os el amor por la belleza o el respeto por la creaci¨®n y por los semejantes". Y a la puntualizaci¨®n del Defensor del Lector de que los ni?os de hoy "est¨¢n acostumbrados a ver y leer cosas peores", los lectores suelen preguntar a su vez si es justo "que un diario como EL PA?S secunde esa cultura del todo vale para los ni?os de hoy".
Por su parte, Eusebio Iglesias Romero, de Madrid, se pregunta si es necesario que un diario "de tanto prestigio como EL PA?S" permita en cr¨®nicas y art¨ªculos "expresiones rayanas en blasfemia, verdaderos atentados a s¨ªmbolos sagrados como Hostia, Verbo Divino, la Virgen, etc¨¦tera, entra?ables para los creyentes cristianos, convirti¨¦ndolos en "burda chanza". Y a?ade: "Creo que, sin pretenderlo, se les est¨¢n colando colaboradores que degradan la altura merecida en el respeto que generalmente se profesa a su peri¨®dico. De seguir as¨ª, los lectores cristianos, que somos muchos y fieles a su peri¨®dico, no podremos leerlo".
Estupor y malestar
M¨¢s dr¨¢stico es Fernando Cordob¨¦s, de San Lorenzo de El Escorial, que escribe: "Cada d¨ªa, al enfrentarme a su peri¨®dico, siento cierto estupor, malestar, impotencia e indignaci¨®n". Y a?ade: "Demuestren ustedes que tras todo ese parapeto de medio de comunicaci¨®n sacrosanto hay algo; existen hombres y mujeres que no se erigen como simples aut¨®matas portavoces de este caos universal". Y piensa el lector que, leyendo algunas informaciones por ejemplo, sobre Madrid-, ¨¦l, que ha vivido toda su vida en dicha ciudad, no reconoce "ese pudridero humano que ustedes reflejan", y se pregunta: "?C¨®mo le llaman a eso, nuevo periodismo? Se?or Defensor del Lector, ?cu¨¢ntos cr¨ªmenes se producen a lo largo del d¨ªa en Madrid? ?Cree usted que el re lato dantesco y detallado sobre el asesinato y secuestro de un joyero es socialmente necesa rio? ?Piensa su redactor en lo' que puedan sentir las personas de su familia si tienen la desgracia a?adida de leer su cr¨®nica? Ustedes s¨®lo buscan agilizar el producto para venderlo mejor". Y a?ade: "Cuando decida publicar, tenga al menos la consi deraci¨®n de incluir tambi¨¦n la intervenci¨®n del lector agraviado. No nos pase usted por su propio filtro. Y concluye: "Se preguntar¨¢ usted que por qu¨¦ motivo sigo ley¨¦ndoles. Pues porque las alternativas que yo encuentro me satisfacen a¨²n menos y porque en su peri¨®dico firman personas que parecen no estar tan adheridas a esa nueva orientaci¨®n".
De diversa opini¨®n es Ram¨®n Lamas Abad, que alerta: "No se minusvaloren -los periodistas-, ni se dejen arrastrar por los sedicentes intelectuales: ofrecer datos, abrir caminos, presentar guerras, tragedias o conflictos no es s¨®lo forjar opini¨®n p¨²blica -pasiva-, es contribuci¨®n pura y dura a la tarea de construir paradigmas y rasgar con puntos de luz las tinieblas del futuro, que existen, mal que a algunos parezca pesarles".
Antonio P¨¦rez Orche, de Madrid, un lector muy fiel "desde la primera hora" y que reconoce que, sobre todo cuando viaja por el extranjero, se da cuenta de que el "peri¨®dico que representa a Espa?a" es EL PA?S, manifiesta su preocupaci¨®n por lo que ¨¦l llama "una baja de calidad en el peri¨®dico" que lleva a cometer errores "incluso en los editoriales". Y coment¨® el gazapo en un editorial confundiendo a "Rojo" con "Rubio", o la afirmaci¨®n de la ausencia de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en la recepci¨®n ofrecida por los Reyes el domingo pasado; deslices de los que, por cierto, el peri¨®dico public¨® sendas y puntuales "fes de errores".
Otro lector de Madrid, a prop¨®sito de la "calidad" que exigen a este diario, env¨ªa la necrol¨®gica del pasado d¨ªa 2 en la que se dice que el bailar¨ªn dan¨¦s Herming Kronstam muri¨® a los "59 a?os" y dos l¨ªneas m¨¢s abajo se afirma que hab¨ªa nacido "en l934". Poco despu¨¦s, en el t¨ªtulo de un ladillo se dice: "Juan Ram¨®n Chaves, pol¨ªtico uruguayo", y en la entradilla de afirma inmediatamente despu¨¦s: "El pol¨ªtico y diplom¨¢tico paraguayo...". Y comenta el lector: "?Pero es que nadie se relee los textos?".
Las cr¨ªticas de los lectores m¨¢s agraviados alcanzan tambi¨¦n a este Defensor del Lector. Y as¨ª, Apolinar Rodr¨ªguez Albari?o o piensa que mis columnas no son otra cosa que "un toque festivo y gracioso, de fino humor, en el tono globalmente serio del peri¨®dico". Y a?ade ir¨®nico: "?Qu¨¦ mejor forma de defender al lector que hacerle sonre¨ªr un poco en la ma?ana del domingo?". Y ruega que informe al director de que no estar¨ªan de m¨¢s "mayores controles internos de calidad". Pues, informado.
Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector o telefonearle al n¨²mero 911337 78 36.
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