Tan lista...

La se?ora Marta Ferrusola, esposa del presidente de la Generalitat, ha dicho que su matrimonio funciona perfectamente. Un enorme suspiro, un resoplido gigante dej¨® ir el pujolismo cuando escuch¨® esto. Al estado actual del movimiento s¨®lo le hubiera faltado una crisis matrimonial confirmada. Aunque de hecho la pareja siempre ha estado en crisis... positiva. Como seguramente sabr¨¢n, durante los primeros escarceos, Jordi le dijo a Marta: "Habr¨¢ ocasiones en que Catalu?a pase por delante de ti". Y fue entonces cuando Marta dijo que s¨ª. Pero desde hace un a?o no se bisbiseaba otra cosa aqu¨ª que la irrupci¨®n de una carnalidad catalana extra. Los peri¨®dicos no publicaron nada, por aquello de la vida privada. Pero la se?ora Ferrusola no ha tenido inconveniente en referirse, sin que adem¨¢s mediara, en la entrevista radiof¨®nica, pregunta concreta alguna. Yo creo que su coherencia es admirable. Durante muchos a?os, el matrimonio se nos ofreci¨® a los catalanes como un ejemplo dif¨ªcilmente superable. Ya no s¨®lo por la citada an¨¦cdota preliminar. Cuando Pujol gan¨® las elecciones auton¨®micas en 1984 no tuvo inconveniente en sacar al balc¨®n a su esposa para que el pueblo congregado le gritara, mediten bien lo que gritaba, Aix¨® ¨¦s una dona! Desde ese grito fundacional hasta la fotograf¨ªa de la dama volando en parapente, una inmensa catarata de vida presidencial privada ha ocupado la escena p¨²blica catalana. Como suele suceder, por lo dem¨¢s, con muchos otros pol¨ªticos: su vida privada es p¨²blica, es pol¨ªtica, hasta que les va mal. Es entonces cuando se argumenta sobre el derecho a la intimidad y al respeto. Diciendo lo que ha dicho, Marta Ferrusola ha vuelto a utilizar, sabiamente, su vida ¨ªntima: todo va bien y hasta aqu¨ª, al menos hasta aqu¨ª, no han llegado las aguas del naufragio.