Duelo en el mar del Norte
La Shell pretende sumergir hoy la plataforma petrolera ocupada por dos ecologistas
Olas de un metro de altura y vientos con fuerza en aumento acompa?aban ayer por la tarde a la flotilla de barcos que conduce a su destino, una fosa atl¨¢ntica a m¨¢s de 2.000 metros de profundidad, a la plataforma petrolera Brent Spar. En la comitiva, un grupo tan heterog¨¦neo como mal avenido. Dos remolcadores de la propietaria, la multinacional Shell, arrastran la plataforma. Tres nav¨ªos a su cargo portan ca?ones de agua que han usado ya contra los ecologistas. En la plataforma permanecen desde el viernes dos voluntarios de Greenpeace, organizaci¨®n que lucha por impedir el hundimiento.El mejor buque de Greenpeace, el Solo, debe llegar hoy a unos 200 kil¨®metros al noroeste de las islas H¨¦bridas, frente a Escocia, punto escogido por la compa?¨ªa anglo-holandesa para la inmersi¨®n de la vieja plataforma. Y aqu¨ª debe resolverse un litigio que los ecologistas no desean ver convertido en un precedente. En el mar del Norte hay ahora otras 200 plataformas similares que podr¨ªan ser destruidas del mismo modo.
Greenpeace no ha querido desvelar su estrategia para hoy, pero afirma que no desalojar¨¢ a sus dos activistas. "Si la Shell pretende hundir la Brent Spar, tendr¨¢ que sacarnos primero a la fuerza". El barco Solo, equipado con una pista para helic¨®pteros, estar¨¢ all¨ª. Otro buque del conocido grupo ecologista, as¨ª como la Marina brit¨¢nica, siguen tambi¨¦n el accidentado viaje.
En Londres, entretanto, el primer ministro, John Major, apoy¨® ayer sin reservas los planes de la Shell. Dijo que llevar la plataforma a tierra era una propuesta "incre¨ªble". Luego desech¨® toda sugerencia de revocar. el permiso oficial. Sus oponentes liberal-dem¨®cratas" por el contrario, han secundado a la oposici¨®n laborista. Ambos partidos aprueban el boicoteo pac¨ªfico de las gasolineras de Shell en el Reino Unido. Peter Hain, diputado laborista, ha recordado, adem¨¢s, que ser¨¢ dif¨ªcil evitar inmersiones similares si ¨¦sta se consuma. El Ministerio de Medio Ambiente ya hab¨ªa calificado de irresponsable la campa?a ecologista. Por su parte, el ministro alem¨¢n de Econom¨ªa, G¨¹nter Rexrodt, apoy¨® el boicoteo contra la Shell.
Como suele suceder en otros contenciosos de medio ambiente, las partes enfrentadas esgrimen argumentos que parecen irrefutables. Los directivos de Shell no se cansan de repetir que sumergir la plataforma resulta m¨¢s seguro y econ¨®mico que remolcarla a la orilla. Desmontar en tierra una instalaci¨®n que contiene a¨²n productos contaminantes comporta, seg¨²n ellos, mayores peligros.
Greenpeace afirma lo contrario: cuando la plataforma se pose en el fondo puede liberar el plomo, ars¨¦nico y mercurio que contiene, adem¨¢s de los sedimentos t¨®xicos y las l¨¢minas radiactivas, que contaminar¨¢n el entorno marino.
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