Un paso al Frente
EL FRENTE Nacional, se consolida en el mapa del poder local en Fracia. Tras su buen resultado en las presidenciales, de mayo, en las que su candidato, el racista Jean-Marie, Le Pen, obtuvo m¨¢s del 15% del voto, Tol¨®n, con 170. 000 habitantes, y otras dos ciudades del sur por encima de los 30.000 tendr¨¢n alcalde de ultraderecha de, acuerdo con los resultados habidos en la segunda vuelta de las elecciones municipales del pasado domingo. Al mismo tiempo, y un poco a la manera de la botella medio, llena o medio vac¨ªa es cierto que la formati¨®n de extensos frente republicanos de derecha e izquierda ha impedido que en la segunda vuelta de los comicios el FN sumara varias alcald¨ªa m¨¢s, como las de Vitrolles y Dreux. Por a?adidura, la quinta ciudad de Francia, Niza, con 400.000 habitantes, tiene tambi¨¦n alcalde ultra, aunque ya no sea miembro del Frente Nacional por razones personales.
Una primera consideraci¨®n se impone tras este visible progreso de la xenofobia: no ha habido efecto Chirac; es decir, la victoria del candidato gaullista en las presidenciales no ha arrastrado de sus faldones a otros alcaldes de la derecha democr¨¢tica su aliado Giscard d'Estaing no ha podido, por un suspiro, derrotar en Clermont Ferrand al, alcalde socialista, cerrando as¨ª el paso a los ultras, y, al mismo tiempo, s¨ª ha habido un efecto Jospin -el candidato socialista, honroso perdedor en las presidenciales: Los socialistas mejoran incluso posiciones, ganando m¨¢s alcald¨ªas, de nota de las que pierden, llegando a capturar seis de los 20 distritos de Par¨ªs, que, hasta ahora pertenec¨ªan en su totalidad a la derecha. Ello les da nuevos ¨¢nimos ante las legislativas de 1998 en la misma medida, en que los gaullistas y sus aliados de la UDF tienen poco de qu¨¦ regocijarse.
En el panorama de la izquierda, en definitiva, el socialismo franc¨¦s no parece abocado a la marginaci¨®n, como se tem¨ªa tan s¨®lo hace unos meses. Mientras que el partido comunista. prosigue, por su parte, un pausado pero constante retroceso, la victoria del PCF en Nimes no puede compensar la p¨¦rdida del puerto de El Havre, que paredida regir en propiedad desde hace cinco d¨¦cadas.
El Frente puede, finalmente, reivindicar un avance notable, que si bien es menor del que esperaban les har¨¢ duplicar los 400 concejales que ya ten¨ªan. El partido ultra se crea una capilaridad bastante m¨¢s extensa en, el mapa del poder municipal. Y el problema que ello: plantea no es s¨®lo de infraestructura, sino de c¨®mo se va a ejercer ese poder. Las primeras declaraciones de responsables del FN reafirman su intenci¨®n de practicar una pol¨ªtica de preferencia nacional lo que significa primara los franceses sobre los inmigrantes en cuanto a vivienda, educaci¨®n, sanidad, etc¨¦tera. Y ante ello, es preciso que reaccionen los, grandes poderes p¨²blicos en la medida en que esas acciones vulnerarian veros¨ªmilmente la legislaci¨®n antidiscriminatoria.
Queda, por ¨²ltimo, subrayar que, si bien la gravedad de la penetraci¨®n municipal del Frente no puede ser minimizada, sigue siendo verdad, como en las presidenciales que una parte del voto de Le Pen no es directa y deliberadamente racista, aunque sus resultados s¨ª lo sean; hay bastante en ese voto de frustraci¨®n, de asco ante el chanchullismo de la pol¨ªtica establecida, dedescr¨¦dito de los poderes. de toda la vida. Precisamente por ello, la presidencia de Chirac, que tanto responde a ?esa caracter¨ªstica de representar lo establecido, pero que ha prometido comportarse de otra ma?era, debe, actuar ahora con celeridad quir¨²rgica. No cabe ya decir al Frente que no pasara, porque ya ha pasado. Pero s¨ª, hasta aqu¨ª hemos llegado.
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