Las elecciones legislativas de Hait¨ª se convierten en la rev¨¢lida de Aristide

Lleg¨® a Puerto Pr¨ªncipe el pasado 15 de octubre en helic¨®ptero, escoltado por Estados Unidos, para ocupar el mismo sill¨®n que hab¨ªa tenido que abandonar en 1991 a punta de fusil. Jean-Bertrand Aristide, presidente de Hait¨ª, tiene en las elecciones legislativas y municipales que se celebran hoy en este pa¨ªs su prueba, de rev¨¢lida despu¨¦s de tres a?os de exilio y nueve meses de gobierno. Si, como parece, sus seguidores copan el Parlamento, del ex sacerdote salesiano recibir¨¢ no s¨®lo una buena mano de barniz legitimador, sino el control del juego pol¨ªtico real.Las elecciones son fundamentales para Aristide, que recuper¨® su cargo constitucional (en el que hab¨ªa estado nueve meses) despu¨¦s del acoso norteamericano al general golpista Raoul C¨¦dras, hoy exiliado en Panam¨¢, y de un dur¨ªsimo embargo internacional que golpe¨® de lleno a la depauperada poblaci¨®n.

El control del Legislativo le dar¨ªa a Aristide el margen de maniobra que necesita para sacar adelante reformas tan importantes como la disoluci¨®n de las Fuerzas Armadas, que si bien comenz¨® ya a principios de este a?o, necesita de su ratificaci¨®n parlamentaria. El proceso, que imita el modelo costarricense, es simult¨¢neo a la creaci¨®n de una nueva fuerza policial.

Pero adem¨¢s, una mayor¨ªa en el Parlamento le ofrecer¨ªa a Aristide la posibilidad de prolongar su mandato, que termina en febrero de 1996, y recuperar los tres a?os de exilio mediante una reforma de la Constituci¨®n. El presidente haitiano ha negado que tenga semejante tentaci¨®n.

Todo hace pensar que, en efecto, los seguidores de Aristide, congregados bajo el nombre de Reuni¨®n Lavalas, concentrar¨¢n la mayor¨ªa de los votos. Otros dos partidos que pujan con fuerza son el Frente Nacional para el Cambio y la Democracia (FNCD), antigua agrupaci¨®n del presidente, de la que se separ¨®, y el socialdem¨®crata Konakom, de Victor Benoit.

A las urnas acudir¨¢n tambi¨¦n los democristianos, divididos entre el grupo del ex presidente Leslie Manigat (Reuni¨®n de los Dem¨®cratas Nacionales Progresistas) y el Partido Dem¨®crata Cristiano de Marie-Denise Claude.

En el panorama electoral hay una ausencia importante, la del centrista Movimiento por la Instauraci¨®n de la Democracia en Hait¨ª (MIDH), que preside el ex primer ministro Marc Bazin, que ha decidido boicotear los comicios por considerar que est¨¢n manipulados.

La confianza de la poblaci¨®n en el presidente Titid no ha disminuido. Si bien la ONU y EE-UU elogian las mejor¨ªas tras el retorno de Aristide, la mayor parte de los haitianos sigue dedicada al sano juego de la supervivencia. El levantamiento del embargo y el lento flujo de cr¨¦ditos internacionales han abierto una v¨ªa de aire para la castigada econom¨ªa, pero el desempleo, los altos precios y la criminalidad flagelan a las clases populares.