Espa?a pasa el corte ante Eslovenia
La selecci¨®n se asegura un puesto entre las ocho mejores tras una ag¨®nica victoria
La selecci¨®n espa?ola se aferr¨® ¨²ltimo hilo de vida tras haber tomado la decidida intenci¨®n de suicidarse ayer ante Eslovenia. La escasa gloria recogida en su camino hacia los cuartos de final recuerda a aquellos jugadores de golf que pasan el corte pero emborronan su tarjeta con tal d¨¦ficit que afrontan los ¨²ltimos 36 hoyos s¨®lo para cumplir el expediente. Est¨¢ ya Espa?a entre los ocho mejores pero ha cumplido su objetivo m¨ªnimo de una forma tosca, con ataques de p¨¢nico y transmitiendo inseguridad. La siembra no vaticina grandes cosechas.
La selecci¨®n mostr¨® un cat¨¢logo de formas y maneras de c¨®mo complicarse la vida en un partido que hab¨ªa empezado como una pl¨¢cida traves¨ªa. Pero el barco se escor¨® de tal forma que tuvo que aferrarse a la mano de Herreros cuando el naufragio estaba a punto de consumarse. La derrota le hubiera puesto fecha de hoy a Espa?a en su billete de retorno.
Lleg¨® a ir Espa?a perdiendo (84-85) a 28 segundos para el final. Una canasta de Herreros le hizo retomar la ventaja al equipo espa?ol, 86-85, aunque el alero de Estudiantes no acert¨® en el tiro adicional que le procur¨® la personal de Gorenc. Quedaban seis segundos para el final. Kotnik sirvi¨® desde la l¨ªnea de fondo para Zdovc y ¨¦ste intent¨® un pase largo para Milic, pero Herreros se interpuso en la trayectoria y arrambl¨® con una opci¨®n eslovena que pudo haber sido letal para Espa?a. Fue un final angustioso, que acab¨® felizmente pero que no regocija.
Espa?a expres¨® una fea conducta de actuaci¨®n.Fue incapaz de aprovechar su buen arranque y el err¨¢tico primer tiempo de Eslovenia. Lleg¨® Espa?a a dominar por 18 puntos, 41-23, y a advertir de un r¨¢pido jaque a Eslovenia. El equipo espa?ol hab¨ªa acuchillado el partido en base a una aceptable lectura de la mantecosa defensa eslovena. Herreros y Reyes, de nuevo titular, propiciaron 14 minutos en los que Eslovenia parec¨ªa a punto de sacar bandera blanca.
La teor¨ªa de que el banquillo espa?ol es superior al esloveno se volvi¨® del rev¨¦s. Se fue al banquillo el base y alma del equipo esloveno, Zdovc, descentrado y con tres faltas, y apareci¨® Milic un reserva que redimi¨® la discreta actuaci¨®n de Horvat y Gorenc. Apareci¨® tambi¨¦n Alibegovic y le cre¨® muchos m¨¢s problemas que Kraljevic a Reyes. En cambio, a Espa?a le cost¨® encontrar la forma de que Fern¨¢ndez y Ferran cogieran el ritmo de los acontecimientos, mientras que Smith denot¨® problemas en una rodilla que mermaron su actuaci¨®n. Eslovenia volvi¨® a entrar en el partido reci¨¦n iniciado el segundo periodo: 49-44. El resto fue puro sufrimiento para Espa?a. Volvieron los fantasmas y el crujir de dientes. Volvieron a cometerse errores de todo tipo, individual, colectivos y de concepci¨®n del juego. Laso no recibi¨® relevo alguno en la direcci¨®n del equipo -la falta de confianza en Rodr¨ªguez y Galilea qued¨® en evidencia-, se repitieron errores en el rebote defensivo, se seleccion¨® mal el tiro, se incurrieron en tontas p¨¦rdidas de la posesi¨®n del bal¨®n (16 en total), se perdi¨® a Orenga por faltas personales y no se encontr¨® remedio (Mart¨ªn parece no contar ya) para paliar los da?os que provoc¨® Alibegovic.
Eslovenia empat¨® por vez primera, a 76, a seis minutos para el final. Y lo hizo a pesar de que no jug¨® bien, de que su porcentaje de acierto en triples (23%) desmereci¨® la fama de sus tiradores y de que perdi¨® el concurso de Alibegovic y Kraljevic minutos antes del final. El desconcierto y el miedo fueron cundiendo en el equipo espa?ol que se salv¨® gracias a la oportunidad de un par de canastas de Ferran y sobre todo a la excepcional actuaci¨®n de Alberto Herreros que se hizo con todos los balones comprometidos, casi todos durante los diez ¨²ltimos minutos, y acert¨® a darles el destino deseado. Herreros le abri¨® el paso a Espa?a.
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