Cajas de ahorros: cooperar para competir
La transformaci¨®n de las cajas de ahorros espa?olas a lo largo de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas constituye uno de los pocos casos, si no el ¨²nico, en el que nuestro pa¨ªs ha seguido sendas no s¨®lo diferenciadas, sino tambi¨¦n de resultados notablemente superiores a los observables en cualquier otro pa¨ªs, con la ¨²nica posible (pero discutible) excepci¨®n de Alemania.De todo ello son buena prueba tanto el posicionamiento interior de las cajas (acerc¨¢ndose r¨¢pidamente su importancia al porcentaje cr¨ªtico del 50% del sistema financiero espa?ol y con niveles de eficiencia reconocidamente superiores a los de la banca privada, su rival tradicional) como su protagonismo en las organizaciones internacionales del sector, incomparablemente superior al de, ning¨²n otro sector empresarial espa?ol.
Son varios los factores que es t¨¢n en la ra¨ªz de un ¨¦xito, tan notable como poco frecuente en nuestro pa¨ªs. Entre ellos figura, sin duda, la existencia en el sector de un reconocimiento ampliamente compartido acerca de la conveniencia de cooperar en tre s¨ª. Este convencimiento surge, hace ya muchas d¨¦cadas, de lo limitado tanto del tama?o como de la cobertura territorial de cada caja, y m¨¢s tarde se con , s¨®lida ante la, necesidad de afrontar un entorno (legal, econ¨®mico y tecnol¨®gico) altamente din¨¢mico, incierto y, sin duda, amenazante para las actividades de intermediaci¨®n financiera tradicionales.
Esta temprana valoraci¨®n de la cooperaci¨®n, adem¨¢s de ser un importante factor explicativo del ¨¦xito logrado por, las cajas, lo es tambi¨¦n del considerable desarrollo de algunos servicios en el marco de la Confederaci¨®n Es pa?ola de Cajas de Ahorros (CECA), que es la asociaci¨®n nacional y ente financiero de dichas instituciones.
Los servicios operativos que la Confederaci¨®n ofrece a las cajas tienen como finalidad prestar soporte administrativo a ¨¦stas, reduciendo costes. Estos servicios toman como base el sistema de comunicaciones telem¨¢ticas que la CECA puso en marcha a principios de la d¨¦cada de los, setenta y que en la actualidad permir la prestaci¨®n de tres tipos diferentes de servicios.
Intercambio. convencional operativo en tiempo real, que incluye las ¨®rdenes de transferencias, reintegros e imposiciones entre clientes de distintas cajas.
Servicios rel¨¢cionados con los medios de pago, entre los que destacan el Sistema 6000 (con su tarjeta de d¨¦bito 6000 en la posici¨®n l¨ªder del mercado nacional), el Sistema SEP (que permite llevar a cabo el intercambio de operaciones con otras redes nacionales) y el sistema de compensaci¨®n y liquidaci¨®n de transacciones con tarjetas entre las cajas de ahorro europeas y entre ellas y el resto del mundo.
Otros servicios operativos, entre los que, destacan: la central de descuento y compensaci¨®n, el servicio de entidad gestora del sistema de deuda p¨²blica anotada, el servicio de valores, el servicio d¨¦ extranjero y SWIFT que la mayor¨ªa de las cajas utilizan, etc¨¦tera.
El total de transacciones teleprocesadas durante 1994 por el sistema inform¨¢tico de. la CECA super¨® los 440 millones, lo que se acerca a mill¨®n y medio de transacciones diarias.
Por otra parte, desde su sala de mercados, la, CECA presta a las cajas una amplia ?ama de servicios financieros, tales como, compraventa de divisas,, opciones, fras, swaps, deuda p¨²blica, letras del Tesoro, bonos, futuros y otros. En esa sala, los departa mentos de tesorer¨ªa dom¨¦stica y tesoreria internacional. act¨²an corno creadores de mercado, lo que les permite ofertar a las cajas precios de mayoristas para operaciones , de menor cuant¨ªa. La sala, de mercados de la Confederaci¨®n es una de las m¨¢s importantes de Espa?a, tanto por volumen operativo como por actividad en los distintos mercados, ocupando un puesto que oscila entre el primero y el tercero. entre las entidades operantes en nuestro pa¨ªs en cuanto a operaciones en divisas. En volumen de operaciones en pesetas (creadores del mercado en deuda p¨²blica anotada), la CECA se sit¨²a entre los siete primeros del pais.
Finalmente, la Confederaci¨®n y las cajas disponen de un conjunto de servicios de gran importancia financiera. y operativa, a trav¨¦s de empresas filiales y participadas.. Entre estos servicios cabe destacar los relacionados con seguros, fondos de inversi¨®n y de pensiones, operaciones de compraventa de t¨ªtulos de leasing, recobro de cr¨¦ditos morosos, tasaciones imnobiliarias, gesti¨®n integral de oficinas e inmuebles en general y seguridad y transporte de fondos.
Frente a una fertilidad tan evidente de la cooperaci¨®n en el ¨¢mbito de las cajas de ahorro es inevitable reconocer que tal palabra no es ciertamente la m¨¢s popular en algunos ¨¢mbitos, y ello es as¨ª frecuentemente por una o ambas de las razones siguientes:
En primer lugar, porque se suele sobreentender que las actitudes de cooperaci¨®n implican necesariamente la supresi¨®n de la competencia interempresarial olvidando la existencia de la cooperaci¨®n para competir; estre chamente vinculada a contextos de fuerte rivalidad ante entornos miltarmente din¨¢micos, en los que la cooperaci¨®n s¨®lo significa la sustituci¨®n. eficiente de la confrontaci¨®n por una colaboraci¨®n mutuamente ventajosa acotada en ¨¢mbitos concretos y bajo ciertas circunstancias.
Pero a veces, en la g¨¦nesis de esa impopularidad se encuentra tambi¨¦n, el hecho, ya advertido por uno de los mejores economistas de este siglo, de que frecuentemente los hombres pr¨¢cticos del momento, crey¨¦ndose radicales renovadores, no son sino siervos de ideas caducas ofrecidas en su d¨ªa por economistas ya fallecidos. Al fin y al cabo, -frente a la visi¨®n estereotipada de algunos manuales de introducci¨®n a la econom¨ªa, tanto el an¨¢lisis te¨®rico como la investigaci¨®n emp¨ªrica han revelado la enorme potencialidad de la cooperaci¨®n a los m¨¢s distintos niveles, desde el m¨¢s elemental, relacionado con el cl¨¢sico dilema del prisionero, hasta el m¨¢s global, como lo es el de la contribuci¨®n del cambio institucional al crecimiento economico.
Entre ambos extremos figura el ¨¢mbito empresarial, quiz¨¢ el mejor estudiado en cuanto a la eficacia de las actitudes cooperativas, entendidas ¨¦stas en el marco competitivo antes mencionado. Desde tal perspectiva parece claro que las alianzas estrat¨¦gicas y otros sistemas de relaciones e' instituciones orientadas a la cooperaci¨®n. interempresarial son elementos que favorecen notablemente la abundancia en un sector de empresas con estrategias de ¨¦xito.
Tales conclusiones se explican f¨¢cilmente al considerar que parte del efecto de dichas relaciones e instituciones es generar econom¨ªas de escala y de gama, as¨ª como el permitir afrontar m¨¢s c¨®modamente los mayores riesgos asociados a los procesos de cambio.
Otra conclusi¨®n frecuente de este tipo de an¨¢lisis es que aquellas culturas y sistemas normalmente se generan en la interacci¨®n de la, presi¨®n de una demanda exigente, fuerte tensi¨®n competitiva y abundancia de empresas afines o relacionadas, todo lo cual parece una descripci¨®n v¨¢lida de caracter¨ªsticas b¨¢sicas del entorno financiero de fin de Siglo para las cajas.
De todo ello se puede deducir que las cajas, con toda seguridad, tendr¨¢n que afrontar, a medio y a largo plazo, ajustes no siempre f¨¢ciles y riesgos nada despreciables. Pero es igualmente seguro que los resultados ser¨¢n tanto m¨¢s favorables cuanto m¨¢s acent¨²en las cajas su propensi¨®n a la cooperaci¨®n para competir, desarrollando as¨ª al m¨¢ximo la capacidad de adaptaci¨®n al cambio, ¨²nica estrategia- satisfactoria para poder seguir ¨¦l ritmo turbulento de final,de siglo. S¨®lo a su t¨¦rmino se sabr¨¢ si tanto sus gestores econ¨®micos como los impulsores de los cambios institucionales que con certeza aguardan a las cajas merecieron el honor de los a?os creadores que les ha correspondido protagonizar.
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