Un cartero, herido grave por una de las cartas bomba enviadas por ETA a Esc¨¢mez y a Cortina
ETA ha vuelto a actuar en Madrid, una semana despu¨¦s de matar a un polic¨ªa municipal con un coche bomba. La banda terrorista intent¨® ayer coaccionar a dos financieros,mediante sendas cartas bomba, que se hab¨ªan negado a pagar el impuesto revolucionario. Uno de los paquetes hiri¨® gravemente a un empleado de Correos cuando manipulaba la carta que iba dirigida al banquero Alfonso Esc¨¢mez. Otra carta, destinada al financiero Alfonso Cortina, fue desactivada por la polic¨ªa en plena calle de Montalb¨¢n. Interior ha alertado a un centenar de empresarios para que extremen su protecci¨®n.
Remigio Fern¨¢ndez Iglesias, de 34 a?os, era uno de los pocos empleados que ayer estaba trabajando en el departamento de tasas del Palacio de Correos y Telecomunicaciones, en la plaza de Cibeles. La mayor¨ªa de sus companeros asist¨ªa a una asamblea laboral. Sobre las nueve menos diez de la ma?ana, a Fern¨¢ndez le estall¨® en las manos el sobre que acababa de coger para estamparle un sello indicando que no llevaba franqueo suficiente.Laureano Alvarez, un funcionario que clasifica el correo para los ministerios y otros organismos oficiales, coment¨®: "Eso ha sido un petardo". Al o¨ªr la detonaci¨®n, corri¨® al departamento de tasas, colindante al suyo, y descubri¨® a Fern¨¢ndez sangrando por las manos y la cara, en brazos de un compa?ero.
El empleado herido fue trasladado al hospital Gregorio Mara?¨®n, donde fue intervenido quir¨²rgicamente durante cinco horas. La v¨ªctima sufre amputaci¨®n parcial de los dedos ¨ªndice y pulgar de la mano derecha, mientras que en la izquierda sufre amputaci¨®n total del pulgar y fractura abierta de la primera falanige del ¨ªndice. Adem¨¢s, padece traumatismo con p¨¦rdida del contenido intraocular del ojo derecho y afectaci¨®n de la c¨®rnea y la conjuntiva del izquierdo. No se teme por su vida.
Llamada de alerta
Despu¨¦s de la explosi¨®n, una llamada an¨®nima alert¨® de la existencia de otros artefactos similares y anunci¨® que a las 9.30 estallar¨ªa uno de ellos en la puerta K del edificio de Correos, en la confluencia de la calle de Montalb¨¢n con el paseo del Prado.
La polic¨ªa acordon¨® inmediatamente la zona y cerr¨® al tr¨¢fico, todos los alrededores del palacio de Correos. Sobre la una de la tarde, los artificieros localizaron otra carta bomba compuesta por medio metro de cord¨®n detonante de pentrita, un pila y un fulminante. Antes de proceder a su detonaci¨®n en medio de la calle de Montalb¨¢n, la polic¨ªa adopt¨® grandes precauciones y oblig¨® a los periodistas, a los empleados de Correos y a los curiosos a alejarse. Sin duda, los agentes recordaban lo ocurrido la semana pasada, cuando un trozo de papelera met¨¢lica lanzada por la onda expansiva de un coche bomba mat¨® al polic¨ªa municipal Jes¨²s Rebollo, que estaba a 80 metros de la plaza del Callao.
La polic¨ªa comprob¨® que el sobre iba dirigido a "A. Cortina. Calle de los Hermanos Pinzones, 3. Madrid". El presunto destinatario del artefacto explosivo era el financiero Alfonso Cortina Alcocer, presidente de Portland Valderribas, que es una de las principales empresas cementeras del pa¨ªs y pertenece al grupo regentado por las hermanas Esther y Alicia Koplowitz. ?sta es excu?ada de Alfonso Cortina por haber estado casada con Alberto Cortina. Alfonso Cortina es tambi¨¦n presidente de Produsa, antigua propietaria de las torres KIO en Madrid.
Alfonso Cortina era uno de los m¨¢s de 100 financieros y empresarios de Madrid a los que ETA envi¨® hace un a?o cartas exigi¨¦ndoles el pago de 100 millones de pesetas como impuesto revolucionario. Entre los que recibieron el escrito amenazante estaba tambi¨¦n Alfonso Esc¨¢mez, ex presidente del Banco Central Hispano. Las dos cartas bomba de ayer, que no llevaban remitente, hab¨ªan sido mataselladas en la estafeta de Chamart¨ªn. Esc¨¢mez es presidente de la Compa?¨ªa Espa?ola de Petr¨®leos (CEPSA) y presidente de honor del Banco Central Hispano (BCH), del que fue primer presidente.
El ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, declar¨® ayer tarde en los pasillos del Senado que su departamento no se atreve a avanzar una hip¨®tesis. "Yo ni siquiera me atrevo a decir que sea un atentado de ETA", dijo Belloch.
Fuentes policiales creen, sin embargo, que ETA est¨¢ detr¨¢s de las dos cartas bomba e incluso temen que la organizaci¨®n terrorista haya enviado otros artefactos postales como advertencia para quienes se han negado a pagar el chantaje. El nerviosismo desatado entre la polic¨ªa por la ofensiva de ETA en Madrid provoco ayer un incidente ins¨®lito: en plena operaci¨®n en Correos, cort¨® totalmente el tr¨¢fico entre la plaza de Neptuno y la de Cibeles y alrededores al advertir que un, coche Peugeot rojo estaba abandonado en una de las calzadas del paseo del Prado. Una hora despu¨¦s se aclar¨® que una mujer que iba con un hijo se asust¨®, abandon¨® el veh¨ªculo y se fue a buscar a su esposo.
M¨¢s medidas de seguridad
Al menos 16 personas han muerto en Espa?a durante los ¨²ltimos 17 a?os por la explosi¨®n de artefactos similares atribuidos a diversas bandas terroristas y mafiosas. Remigio Fern¨¢ndez no es el primer funcionario de Correos herido por una carta bomba. Su compa?era Pilar Fern¨¢ndez sufri¨® heridas graves en 1990 por otro artefacto postal. No es extra?o que los empleados del Palacio de Correos y Tecomunicaciones estuvieran ayer visiblemente enfadados. "Es indignante que se hayan gastado una millonada en arreglar los grandes despachos de los jefes, con m¨¢rmoles incluidos, mientras que se ha hecho muy poco para la seguridad de los trabajadores", se quejaba a gritos un funcionario. Unos 200 empleados increparon sobre las tres de la tarde al oficial mayor del edificio, cuando les comunic¨® que pod¨ªan entrar a sus puestos.
La direcci¨®n general de Correos y Tel¨¦grafos sostiene que "los servicios postales disponen desde hace a?os de unas medidas de seguridad adecuadas". Sin embargo, en el Palacio de la plaza de Cibeles ¨²nicamente hay un viejo esc¨¢ner por el que se filtran las cartas y paquetes destinados a los ministerios y centros oficiales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.