El futuro C¨®digo Penal redefine el delito de violaci¨®n, contra el criterio de Belloch

El delito de violaci¨®n, que hab¨ªa sido excluido del proyecto de C¨®digo Penal del Gobierno, fue recuperado y redefinido ayer en el pleno del Congreso de los Diputados. El ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, intent¨® que el PSOE se opusiera a la incorporaci¨®n del t¨¦rmino por su anacr¨®nica vinculaci¨®n a la sexualidad reproductiva y no, a la nueva concepci¨®n de los delitos contra la libertad sexual. A la vista de la coincidencia de toda la. oposici¨®n, que avocaba a los socialistas a una derrota segura, el portavoz del PSOE, Joaqu¨ªn Almunia, cambi¨® en el ¨²ltimo momento el sentido de sus votos, lo que origin¨® la unanimidad.

La extra?a votaci¨®n fue una prueba m¨¢s de la fragilidad par lamentaria del PSOE, puesta de manifiesto en los importantes debates sobre la protecci¨®n pe nal de los espa?oles -s¨®lo ayer se aprobaron 67 art¨ªculos, entre ellos los relativos a los delitos contra la libertad, la intimidad y el honor-, en los que los ponen tes socialistas hacen esfuerzos para captar votos de IU o de mi nor¨ªas nacionalistas, bajo la vigilancia del PP, que mantiene su distancia sistem¨¢tica con un modelo de C¨®digo Penal progresista que no es el suyo, pero al que hace aportaciones.En el debate sobre los delitos contra la libertad sexual la confrontaci¨®n fue clara. Mientras Antonio Pillado (PP) consider¨® "alarmante" la rebaja de penas, Diego L¨®pez Garrido (IU) propuso la supresi¨®n de algunas figuras agravadas, castigadas con hasta 15 a?os de c¨¢rcel, y evoc¨® la "resistencia judicial" a aplicar unas penas tan graves como las vigentes, que llegan hasta los 20 a?os. En cambio, hubo coincidencia de la oposici¨®n en denominar violaci¨®n al nuevo delito definido as¨ª: "Cuando la agresi¨®n sexual consista en acceso carnal, introducci¨®n de objetos o penetraci¨®n bucal o anal, la pena ser¨¢ de prisi¨®n de seis a 12 a?os".

El "t¨¦rmino medio"

Pere Jover (PSOE) se felicit¨® de que, en materia de penas, su grupo se situara en un "t¨¦rmino medio". Rechaz¨® el empleo de la palabra "violaci¨¢n", por su con notaci¨®n jurisprudencial, "vinculada a la penetraci¨®n vaginal y protectora no de la libertad sexual, sino de una sexualidad [femenina] vinculada a la reproducci¨®n". Toda la oposici¨®n defendi¨® el t¨¦rmino, por ser popularmente conocido, y L¨®pez Garrido a?adi¨® que la nueva definici¨®n obligar¨¢ a la futura jurisprudencia a cambiar tal doctrina sobre la violaci¨®n.M¨¢s que estos argumentos, el riesgo seguro de perder la votaci¨®n condujo a Almunia a dar instrucciones devoto afirmativo. Tambi¨¦n fue votada un¨¢nimemente otra enmienda, en este caso negociada por el PSOE, seg¨²n la cual en los delitos de agresiones, acoso o abusos sexuales, adem¨¢s de la denuncia de la persona agraviada, el proceso puede iniciarlo la querella del fiscal. El proyecto del Gobierno limitaba la intervenci¨®n del fiscal a los casos de v¨ªctimas menores o incapaces.

No prosper¨® la petici¨®n de IU, PNV y CC de que se suprimiera el nuevo delito que cometer¨¢ quien inflija a otro "un trato degradante, menoscabando gravemente su integridad moral" Las cr¨ªticas a su ambig¨¹edad e imprecisi¨®n sirvieron para que la pena prevista de dos a cuatro a?os se rebajara a de seis meses a dos a?os y se aprobara colocarlo junto al delito de tortura, conducta similar pero que cometen s¨®lo funcionarios.

Los delitos de revelaci¨®n el de secretos no fueron modificados. Se mantuvieron las penas de hasta nueve anos para los casos m¨¢s graves en que con fines lucrativos se difundieren datos personales sensibles (ideolog¨ªa, religi¨®n, salud, raza o vida sexual).