Se?ora diplom¨¢tica
Rosa Boceta fue la primera mujer en el servicio exterior tras el veto franquista
Cuando en 1964, hace ahora 31 a?os, se levant¨® la prohibici¨®n de acceso de las mujeres a la carrera diplom¨¢tica, Mar¨ªa Rosa Boceta Ostos estaba todav¨ªa en la universidad. Cuando acab¨® sus estudios en Londres, no se lo pens¨¦ dos veces: ser¨ªa diplom¨¢tica. Esta "madrile?a morena y t¨ªmida", como la defin¨ªa un peri¨®dico de la ¨¦poca, nunca hab¨ªa entendido el porqu¨¦ de semejante discriminaci¨®n, y por eso tambi¨¦n le pill¨® de sorpresa que su decisi¨®n la convirtiera durante alg¨²n tiempo en la "vedette de la Escuela Diplom¨¢tica y de la opini¨®n p¨²blica madrile?a". "Los medios de comunicaci¨®n me persegu¨ªan. La televisi¨®n intent¨® incluso colarse mientras yo estaba haciendo un examen. Tuve que soportar una tremenda presi¨®n psicol¨®gica", recuerda Mar¨ªa Rosa desde la Embajada de Lisboa, donde ocupa desde 1991 el cargo de ministra consejera.Pero esta expectaci¨®n tuvo su parte positiva. Con todas las miradas puestas en ella, al tribunal de oposici¨®n no le resultaba f¨¢cil suspenderla, a pesar de que uno de sus miembros hab¨ªa declarado: "Mientras yo est¨¦ en este tribunal no habr¨¢ mujeres diplom¨¢ticas". La primera vez que se present¨® tuvo que competir con 500 opositores varones. Quince personas lograron superar las pruebas, entre ellas Mar¨ªa Rosa, a la que le dieron el n¨²mero 11: aprobada, pero sin plaza. Y esto le ocurri¨® en dos ocasiones hasta que por fin, en 1972, logr¨® ingresar en el cuerpo diplom¨¢tico. En 1975 es designada miembro de la delegaci¨®n de Espa?a en la Asamblea General de Naciones Unidas y en el Consejo de Seguridad de la ONU. Luego participa en importantes foros multilaterales de negociaci¨®n del GATT (Acuerdo General sobre Aduanas y Comercio), de, la EFTA(Asociaci¨®n Europea de Libre Comercio) o del Comit¨¦ de Desarme con sede en Ginebra, entre otros. En 1985 es, a primera mujer que ocupa la subdirecci¨®n general de control de armamentos y desarme de la OTAN en el Mi nisterio de Asuntos Exteriores. "Siempre he buscado estar en te mas econ¨®micos y de defensa, en lugar de en asuntos culturales, negociado que parece inevitable mente reservado a las mujeres". Mar¨ªa Rosa cree que por escalaf¨®n, preparaci¨®n y experiencia hubiera podido ya ser embajadora. No est¨¢ segura de que el no serlo.a¨²n obedezca al hecho de ser mujer.
Est¨¢ segura de que las mujeres diplom¨¢ticas tienen que, pagar un precio muy alto por continuar su carrera: les resulta muy dif¨ªcil formar una familia. "Cuando yo ingres¨¦, un matrimonio diplom¨¢tico no hubiera podido ir destinado al mismo pa¨ªs.
Yo estoy soltera porque despu¨¦s de lo que he luchado me parec¨ªa injusto' tener que renunciar a mi vida profesional".
Otra mujer, Margarita Salaberria, sabe muy bien a qu¨¦ se refiere Mar¨ªa Rosa. Margarita, que tiene ahora 84 a?os, fue en realidad la primera mujer que aprob¨® las oposiciones al cuerpo diplom¨¢tico. Fue hace nada menos que 62 a?os, durante la Rep¨²blica, en 1933, aunque renunci¨® a su carrera para casarse con Santiago Arg¨¹elles Armada, quien fue durante muchos a?os embajador en Washington. "Hay que tener en cuenta que al ser la mujer del embajador, ejerc¨ª la carrera en cierta medida".Salaberr¨ªa recuerda que cuando se present¨® -a las oposiciones -las primeras que se realizaban para ser diplom¨¢tico- ten¨ªa tan s¨®lo 22 a?os y acababa de terminar Derecho. Estuvo destinada en Londres tres a?os durante la 11 Guerra Mundial. El franquismo prohibi¨® expresamente el acceso de la mujer a la diplomacia. Actualmente, tres mujeres ocupan el puesto de embajador.
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