Ni obsesionados ni pasotas

S¨®lo una vez Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri maldijo la contrarreloj por equipos en los tiempos de Indur¨¢in. "Ahora tendremos que ir a rastras", dijo el director del Banesto en Ly¨®n despu¨¦s de la colectiva del Tour de 1991. Entonces, cuando reaccion¨® as¨ª, el equipo de Indur¨¢in hab¨ªa perdido bastante tiempo, casi dos minutos, frente al Z de LeMond, el corredor que pensaba que iba a ser su gran enemigo. Lo ¨²nico que perdi¨® Indur¨¢in, en realidad, fue no empezar entonces la tradici¨®n de vestirse definitivamente de amarillo despu¨¦s de la contrarreloj individual. Tuvo que esperar a los Pirineos. Entonces vio que su enemigo no ser¨ªa un acabado LeMond, sino los emergentes Chiappucci y Bugno.Cuatro a?os despu¨¦s las cosas han cambiado tanto que la contrarreloj por equipos no deja de ser un recurso publicitario anacr¨®nico -este a?o s¨®lo se han disputado dos, ganadas por el MG y el Banesto- y un motivo de espect¨¢culo. Y a¨²n as¨ª, no deja de ser peligrosa.El ejercicio colectivo que hoy propone el Tour, 67 kil¨®metros entre Mayenne y Alengon, no obsesiona a nadie, pero tampoco es objeto de pasotismo. El caso de Tony Rominger, que, v¨ªctima de la mala suerte, perdi¨® sus posibilidades de ganar el Tour en 1993 en la contrarreloj por equipos, no deja de ser recordado. "S¨®lo Podr¨ªamos temer que nos pase lo de 1989, cuando el equipo ten¨ªa que esperar al l¨ªder, a Delgado", dice Ech¨¢varri. "Pero creo que eso no podr¨¢ pasar ahora". De hecho, la ¨²ltima selecci¨®n en el equipo, fuera Nijboer y dentro Arrieta, estuvo encaminada a reforzar el lado escalador aun perjudicando el rodador. El Banesto, adem¨¢s, parece saber este a?o bastante bien qui¨¦n es su enemigo, el Mapei de Rominger, un conjunto que siempre lo ha hecho peor que el de Indur¨¢in en el Tour, sin olvidar al Gewiss de Berzin.El caso de la contrarreloj por equipos m¨¢s parece que le quitaba el tiempo a Manolo S¨¢iz, director del ONCE. El t¨¦cnico del nuevo l¨ªder, Laurent Jalabert, ha cruzado varios dedos este a?o y, al mismo tiempo, se ha mostrado m¨¢s cauto que anta?o. El ejemplo del pr¨®logo, en el que contaba con sus hombres para la victoria y arruinado tras la tormenta, le ha dado materia para cavilar al director c¨¢ntabro. El ONCE quiere ganar, pero no se proclama ganador de antemano. Otros a?os los pinchazos y algunas bajas les hab¨ªan dejado con las ganas. Ayer, S¨¢iz s¨®lo ped¨ªa un par de cosas: que los mejores equipos salieran en la misma media hora para que la meteorolog¨ªa no perjudicara a alguno y que soplara el viento de cara sobre una carretera con tendencia a la ascensi¨®n. Su t¨¢ctica, la constancia. "Podr¨ªa ponerme agresivo", dice S¨¢iz, "y obligar a los cinco mejores rodadores -Jalabert, Bruyneel, Mauri, Rojas y Z¨¹lle- a dar relevos muy cortos, pero prefiero relevos m¨¢s largos y que entren todos los del equipo".El ganador del a?o pasado, el MG, se lo tomaba con m¨¢s calma. "Todav¨ªa no he visto el recorrido", dijo su director, Gian Carlo Ferretti, "pero no me preocupa. Lo ¨²nico que dir¨¦ a los corredores es que den todo lo que tengan dentro".