?Himno a la alegr¨ªa?
"Los espa?oles, avergonzados de que Gonz¨¢lez presida en nombre de Espa?a la Uni¨®n Europea", rezaba la primera de Abc con fecha del lunes 3. Ejemplares del peri¨®dico hab¨ªan sido repartidos desde las diez de la noche del domingo 2 mientras se izaba en el auditorio al aire libre del Campo de las Naciones la bandera azul de la Comunidad a los sones del Himno a la alegr¨ªa de Beethoven, adoptado s¨ªmbolo musical comunitario. Nosotros, a la espera de que el genial Mingote ofrezca uno de sus dibujos en portada resumiendo la situaci¨®n presente, convengamos con Cuco Cerecedo en que hay d¨ªas en que el Abc viene muy rico en abece¨ªna.
Aceptemos que esto no queda as¨ª. Esto se hincha. Veamos si no las previsiones del editorial' de Diario 16 y meditemos sus advertencias de -un estrecho colaborador del presidente del Gobierno, de quien se nos dice que prescrib¨ªa la "necesidad de mover a nuestros periodistas". Por fin, dice el peri¨®dico de referencia, sacando a la luz el maquiavelismo gubernamental, "sabemos que Gonz¨¢lez aplica a la prensa sus conocidos ardides para desvertebrar -as¨ª lo llaman- medios y empresas: primero: se siembra la insidia; despu¨¦s, se fomenta la divisi¨®n y, finalmente, se activa el enfrentamiento entre las partes divididas".
Conviene seguir leyendo ese editorial para verificar hasta d¨®nde llega la perversidad monclovita porque, seg¨²n el peri¨®dico citado, esa t¨¢ctica -?as¨®mbrense!- "la han hecho o intentado hasta con parejas como las de Tip y Coll, los hermanos Ans¨®n, Amando de Miguel y Guti¨¦rrez o Gallego y Rey". Es posible, a?adir¨ªamos, que el editorialista se quede corto y a su retah¨ªla deban a?adirse tambi¨¦n otras parejas como los Albertos, Conde y Abell¨®, los bomberos toreros, Joselito y Belmonte, Aparicio y Litri, Pedr¨¦s y Jumillano, David y Goliat, Su¨¢rez y Abril Martorell, Paco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez y Joaqu¨ªn Garrigues, los hermanos Juan Tom¨¢s y Alfonso de Salas, las Koplowitz y las del manojo de rosas. Esa s¨ª que es una conspiraci¨®n y no la supuesta de Trevijano.A?¨¢dase al anterior descubrimiento que "Haro Tecglen es el francotirador de Javier Pradera, que le indica los blancos a abatir, siempre molestos a Felipe Gonz¨¢lez" y h¨¢gase jarabe seg¨²n arte farmac¨¦utico (hjsaf) para formarse una idea aproximada de la abyecci¨®n en que nos movemos. Prepar¨¦monos, entonces, para una explosi¨®n sin precedentes, habida cuenta d¨¦ que, seg¨²n la ley de Plank, la energ¨ªa liberada ven dr¨¢ dada por la ecuaci¨®n:
E=mxc2donde E es la energ¨ªa liberada; m es la masa y c la velocidad de la luz, es decir, 300.000 kil¨®metros por segundo. ?Puede imaginarse lo que quedar¨ªa de Espa?a si semejante presagio se cumpliera y la perversidad del Gobierno produjera el enfrentamiento y, tal vez, la ruptura de Tip con Coll, de Rafael con Luis Mar¨ªa, de Amando con Guti y de Gallego con Rey? Es de temer que ni siquiera Federico Jim¨¦nez Losantos, por mucho que se multiplicara, diera abasto para contarlo todo de modo fidedigno en su columna y en sus micr¨®fonos. Abocados al desastre, por muy iluminador que resultara, s¨®lo un campeonato de mus radiado y televisado en directo, del que la partida desafiante del viernes bien pudo ser un certero anticipo, podr¨ªa salvar al pa¨ªs.
Entre tanto, apenas cabe celebrar que la prensa extranjera, representada por The Times y Le Monde, coincida con la prensa nacional despu¨¦s de tanto retraso y repudie a Gonz¨¢lez. Eso s¨ª, algunos parecen lamentar que esas cabeceras carezcan ahora de la influencia que tuvieron durante el fenecido r¨¦gimen franquista. As¨ª que s¨®lo el papa Juan Pablo II puede aliviamos programando una pr¨®xima visita a Espa?a para canonizar a los m¨¢rtires de la guerra civil injustamente olvidados desde que se ocupara de ellos Carlos Luis ?lvarez. Por lo dem¨¢s, tal vez avancemos en la dial¨¦ctica parlamentaria para situamos a la altura de las amenazas de atentado formuladas por Pablo Iglesias contra Antonio Maura, que tanto a?ora Julio Anguita. Y s¨ªrvanos el vig¨¦simo aniversario de la muerte de Dionisio Ridruejo para recordar que siendo vencedor supo afiliarse a la derrota y demostrar que la renuncia a los ideales absolutos y excluyentes para nada implica un descalabro ¨¦tico ni una precipitaci¨®n en la rapacidad y en el cinismo, sino que puede suponer el descubrimiento de nuevas energ¨ªas morales, como escrib¨ªa ayer en estas p¨¢ginas Manuel Penella.
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