35.000 recibos del impuesto del coche se distribuyen con tres a?os de retraso

El recibo del impuesto de circulaci¨®n llega con tres a?os de retraso. El Ayuntamiento de Madrid env¨ªa estos d¨ªas 35.000 cartas de cobro a otros tantos contribuyentes para reclamarles el pago del impuesto de circulaci¨®n correspondiente a 1992, a pesar de que muchos de los afectados ya hab¨ªan satisfecho los recibos correspondientes a 1993, 1994 y 1995. La Hacienda municipal nunca hab¨ªa emitido ese recibo, de modo que s¨®lo puede cobrar la tasa correspondiente a ese a?o y sin ning¨²n tipo de recargo.

Este cobro retroactivo aportar¨¢ a las arcas municipales unos 200 millones que se hab¨ªan dejado de ingresar (a raz¨®n de unas 6.000 pesetas cada recibo). Tres de cada 100 coches no pagaron el tributo ese a?o. El jefe del servicio municipal de recaudaci¨®n de impuestos, Pedro Mart¨ªn, exculpa a su departamento de responsabilidad y arguye que la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (dependiente del Ministerio del Interior) env¨ªa "cuando puede" el censo de autom¨®viles a los que el Ayuntamiento debe cobrar el tributo."Adem¨¢s, nuestra estafeta de Correos a veces est¨¢ satura da y no se pueden enviar m¨¢s cartas", a?ade. Poco antes de declarar esto, una fuente del departamento que gestiona el cobro del impuesto de circula ci¨®n hab¨ªa se?alado una dificultad del sistema inform¨¢tico como origen del problema.

Adem¨¢s de los 35.000 recibos (la mayor¨ªa corresponden a altas en el censo que exigen acuse de recibo), Hacienda ha enviado otros 6.371 complementarios por existir un defecto en el recibo anterior. Mart¨ªn compara todos estos cobros retroactivos con las complementarias a la declaraci¨®n de la renta que env¨ªa el Ministerio de Hacienda.

Victorio Rubio, de 66 a?os, uno de los afectados por este error municipal, compr¨® un coche de segunda mano en septiembre de 1991. Cuando le lleg¨® acuse de recibo la carta de pago correspondiente al impuesto de circulaci¨®n de 1992 revolvi¨® sus papeles.

?C¨®mo pod¨ªa deber el a?o 1992 cuando ten¨ªa pagados los siguientes? Deb¨ªa tratarse de un error. Pero no encontr¨® el recibo: "Lo que m¨¢s me fastidiaba era tener que darles la raz¨®n", bromea.

De planta a planta

Rubio acudi¨® a la concejal¨ªa de Hacienda. En la planta baja le explicaron que la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico tarda mucho en enviar las transmisiones; en el primero, otro funcionario le dijo que cada dos semanas env¨ªan a alguien a Tr¨¢fico "a por papeles".

Decidi¨® buscar al m¨¢ximo responsable "para llamarle inepto". El nuevo concejal de Hacienda, Pedro Bujidos, no le recibi¨®. "Cuando alguien que est¨¢ trabajando tiene un error, se le cae el pelo", dice Rubio.

"Pero lo de mi hermano es peor", explica entre carcajadas. "A ¨¦l le cobran ahora 454 pesetas porque dio de baja un coche en febrero de 1992; me han explicado que se paga por trimestres, se lo he pagado yo y ya me lo devolver¨¢", prosigue muerto de risa.

Rubio considera un atropello ese mal funcionamiento de la Administraci¨®n y ha acudido al Defensor del Pueblo y a los juzgados para consultar la posibilidad de presentar una denuncia o una queja.

La asesor¨ªa jur¨ªdica de plaza de Castilla no le dio muchas esperanzas y finalmente opt¨® por el camino m¨¢s liso: "Yo s¨¦ que no he pagado ese dinero, de modo que hoy he ido y ya he ingresado las 6.058 pesetas de marras".