Sarajevo, el reh¨¦n

Escenas de horror en Sarajevo, en donde el fin de semana ha arrojado un balance, por desgracia, demasiado familiar: trece v¨ªctimas civiles. Trece muertos -mujeres, ni?os y ancianos abatidos por artilleros serbios que contestan.( ... ) como lo han hecho siempre: tomando como blanco a los civiles de una capital acosada desde hace m¨¢s de tres a?os Cualquiera que sea el juicio que se tenga sobre esta interminable guerra, sobre las respons¨¢bilidades de unos o de otros ( ... ), el sitio de Sarajevo contin¨²a siendo una verg¨¹eiiza. Este martirio impiuesto a una ciudad privada de agua, de electricidad, de medicamentos; esta muerte lenta infligida a un n¨²cleo que se encuentra a una hora y media de avi¨®n de Londres, Bonn, Roma o Par¨ªs desacredita a Europa y a la OTAN. ?No se puede hacer nada para expuIsar a la artiller¨ªa serbia de las colinas, que rodean Sarajevo? ?No se puede llevar a cabo nin guna acci¨®n militar factible para disuadir a los serbios de hacer tiro al blanco sobre las salidas de los colegios? ( ... ) ?Es que la OTAN, la m¨¢s poderosa de las organizaciones militares del mundo, se encuentra sin recursos para reducir al silencio algunos cientos de piezas artilleras? ( ... ) El sitio de Sarajevo ser¨¢ uno de los acontecimientos clave de la nueva Europa.( ... ), y la impotencia de los occidentales, un tema de asombro para aquellos que es criban su historia. Y que quedar¨¢n, quiz¨¢, estupefactos ante tal ceguera. 4 de julio