Van volando
Parece que Felipe Gonz¨¢lez y Jordi Pujol est¨¢n colocando en la vieja pared de su tango los explosivos de lo que llaman voladura controlada. Que vuelen lo que les parezca, pero que nos ahorren las justificaciones: por pudor, por mera cortes¨ªa con la inteligencia.Da risa, risa melanc¨®lica -melancol¨ªa de la pol¨ªtica-, que el coligado que se trag¨® los casos Rold¨¢n o GA L, entre ahora en erupci¨®n -nadie se alarme: un leve sarpullido- por Perote y la panda. Da risa que habiendo hecho bandera de la estabilidad, santo y se?a de sus movimientos -la aportaci¨®n principal de ese gran estadista a los anales de la pol¨ªtica ser¨¢ la formulaci¨®n del concepto estabilidad desestabilizadora, esa cuadratura-, no se proponga ahora la estabilidad- como principal objetivo, ahora, momento clave para la recuperaci¨®n econ¨®mica y para el cosido de Europa. Conmueve, en fin, que en medio de una oleada de anticatalanismo el coligado diga que "entrar en el Gobierno hubiera sido entrar en una ratonera", describiendo as¨ª la escasa vocaci¨®n por el compromiso que muerde y mancha, esa vocaci¨®n que tanto le han reprochado y que est¨¢ en la base de ese pudridor anticatalanismo aludido. (Estabilidad, recuperaci¨®n econ¨®mica, Europa, ola anticatalanista... Estoy hablando con su l¨¦xico, claro).
Si hubo razones para ir juntos, nunca hubo m¨¢s razones para seguir juntos. Pero ah¨ª est¨¢ el ap¨¦ndice, el dedo del se?or Molins exigiendo "?calendario!", exigiendo descubrir -qu¨¦ ambici¨®n, qu¨¦ talento- el ¨²nico velo ¨ªntimo. que al poder guarda. Hace tiempo, que la pol¨ªtica se despe?a entre la cr¨®nica negra y la rese?a de circo -contorsi¨®ne ilusionismo-. Nos hemos ido acostumbrando. Que hablen, pues, de una voladura electoralmente controlada y santas pascuas: nadie va a pedirles explicaciones y no deber¨ªan molestarse en darlas.
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