Milosevic promete la paz en los Balcanes en medio de la amnesia colectiva de la sociedad serbia
ENVIADO ESPECIAL"iSlobo!, ?Slobo!", gritan unos centenares de devotos en el centro de Belgrado cuando el presidente Slobodan Milosevic emerge de las profundidades de 40 metros donde acaba de inaugurar la primera estaci¨®n ferroviaria subterr¨¢nea del pa¨ªs, "la m¨¢s moderna de Europa, construida con nuestros propios medios y mientras sufrimos un completo bloqueo internacional y una presi¨®n sin precedentes". El tren que le conduce llega a las doce en punto a la nueva y suntuosa estaci¨®n, m¨¢rmol y acero. Fuera, dos o tres mil curiosos se agolpan en un d¨ªa bochornoso, entre cordones policiales, para tener la oportunidad de ver de lejos al l¨ªder serbio. Una banda ataca la Marcha sobre el Drina cuando la comitiva de coches BMW se pierde r¨¢pidamente en una avenida cerrada al tr¨¢fico en varios kil¨®metros.
La expectaci¨®n de ayer estaba justificada. Es una de las muy raras ocasiones en los ¨²ltimos tiempos en que Milosevic, de 54 a?os, convertido definitivamente en un "pol¨ªtico de c¨¢mara" que s¨®lo existe en televisi¨®n, se permite un ba?o de multitudes. El hombre que maneja autom¨¢ticamente todos los hilos del poder en lo que queda de Yugoslavia (Serbia y Montenegro) es con diferencia el primer hacedor de opini¨®n p¨²blica en su pa¨ªs, seg¨²n las conclusiones de un estudio del Instituto para las Ciencias Sociales de Belgrado. Este trabajo de investigaci¨®n establece que entre un 3% y un 5% de los serbios (alrededor de 300.000 personas) dispone de los instrumentos para seguir y participar en el proceso pol¨ªtico y social. Sobre la cabeza del 95% de la poblaci¨®n adulta pende la espada de la manipulaci¨®n cotidiana.Los medios informativos son la punta de lanza de esta suerte de anestesia colectiva presidida por Milosevic. No hay censura oficial, pero el partido gubernamental, el Socialista Serbio, controla virtualmente los cuatro principales canales de televisi¨®n, la radio y los medios impresos, vale decir lo que ven, escuchan o leen el 95% de los ciudadanos. La modernidad impone que la consigna directa haya sido sustituida por t¨¢cticas m¨¢s sutiles, como los obst¨¢culos legales y financieros o la asignaci¨®n de publicidad. En el caso de los peri¨®dicos, las ¨²ltimas y decisivas armas en manos del Gobierno son la ¨²nica f¨¢brica de papel del pa¨ªs y el casi monopolio estatal de la distribuci¨®n. Serbia es el ¨²nico pa¨ªs de la regi¨®n donde el Estado sigue manejando directamente m¨¢s del 80% de la actividad econ¨®mica.Autoritarismo presidencial
La fase decisiva en esta marginaci¨®n de cualquier posible poder alternativo comenz¨® el a?o pasado, tras la ruptura formal del presidente serbio con sus correligionarios de Bosnia. La creciente respetabilidad internacional adquirida desde entonces por un Milosevic convertido en pacificador le est¨¢ proporcionando tambi¨¦n dividendos internos, seg¨²n la investigaci¨®n del Instituto para las Ciencias Sociales. La opini¨®n p¨²blica vira en su apoyo a los ultranacionalistas serbios para mostrar sus preferencias por el modelo de autoritarismo presidencial. "Puedo asegurarnos que har¨¦ todo lo que est¨¦ en mis manos para que la' paz reine en los Balcanes", prometi¨® ayer Milosevic en su discurso a pie de and¨¦n, entreverado a partes iguales de orgullo nacionalista y vieja ret¨®rica comunista.
"La comunidad internacional est¨¢ dispuesta a ignorar los m¨¦todos de Milosevic para asegurar su futuro pol¨ªtico, con tal de que les ayude a acabar la pesadilla de la guerra bosnia", dice un responsable de la revista Nin, cuya situaci¨®n ilustra los m¨¦todos del Gobierno serbio. La continuidad de este semanario independiente esta amenazada por la suspensi¨®n de la Fundacion Soros, que contribuye directamente a su supervivencia, invocando defectos formales de constituci¨®n. Las mismas armas han sido utilizadas en el caso del m¨¢s importante peri¨®dico de oposici¨®n serbio, Borba (Combate). Aqu¨ª, las cosas se han hecho directamente a lo grande, como correspond¨ªa a la importancia del adversario, que ha pasado a ser de propiedad gubernamental y dirige ahora el propio ministro de Informaci¨®n. El peri¨®dico de m¨¢s tirada y menor precio, Politika, es directamente un altavoz del palacio presidencial.
La mayor¨ªa de los redactores de Borba, agrupados en una coperativa, hacen ahora Nasa Borba (Nuestro Combate), que sacan a duras penas en el papel que pueden conseguir y venden her¨®icamente a precios prohibitivos mediante voceadores, como Nin o el tambi¨¦n semanario Vreme, acosado como sus colegas por todos los flancos. Una emisora independiente de televisi¨®n de Belgrado Studio B ha dejado de serlo tras una madeja de maniobras econ¨®micas que la han colocado en la ¨®rbita de grupos nacionalistas. Queda en el mundo audiovisual Radio B-92, pero se dirige a un reducto de convencidos que habitan el centro de la capital serbia y repetidamente le ha sido rechazada su solicitud de ampliar frecuencias.
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