Los ordenadores hablar¨¢n primero y pensar¨¢n despu¨¦s
BILL GATESElordenador en los pr¨®ximos 20 a?os ser¨¢ un instrumento, m¨¢s que un compa?ero pensante, seg¨²n el autor
Pregunta. ?Cu¨¢ndo aparecer¨¢ el primer ordenador que sea tan inteligente como el ser humano? A veces, cuando utilizo software tengo la sensaci¨®n de que hay algo detr¨¢s de la pantalla. ?Podr¨ªa surgir una especie de conciencia a partir de todo este procesamiento de informaci¨®n? Al fin y al cabo, ?no es precisamente eso lo que hace el cerebro? (Nicholas Riley, Universidad de Sussex, Gran Breta?a. nichrcogs.susx.ac.uk)Respuesta. No s¨¦ cu¨¢ndo los ordenadores llegar¨¢n a ser inteligentes. Mucha gente, entre la que me incluyo, ha sido optimista al pensar que pod¨ªamos ense?ar a los ordenadores para que aprendan de la misma manera que lo hacen los humanos. Pero el progreso ha sido incre¨ªblemente modesto en los ¨²ltimos 20 a?os.
Los ordenadores actuales pueden jugar muy bien al ajedrez. Pero los ordenadores y los humanos no podr¨ªan ser m¨¢s diferentes en la manera en que act¨²an para intentar ganar. Todos los resultados que parecen "aprendizaje" por parte de un ordenador se consiguen exclusivamente gracias a la fuerza bruta de la enumeraci¨®n de diferentes posibilidades. Eso no es inteligencia.
Compa?ero pensante
Pienso que durante los pr¨®ximos 20 a?os el ordenador seguir¨¢ siendo un instrumento m¨¢s que un compa?ero pensante. Los ordenadores llegar¨¢n a ser inteligentes de verdad alg¨²n d¨ªa, pero dudo que esto ocurra mientras yo viva. Por otro lado, los ordenadores est¨¢n a punto de empezar a hablar, y cuando lo hagan resultar¨¢ f¨¢cil imaginar que son inteligentes.
Dentro de unos a?os, puede que incluso los ordenadores personales peque?os y asequibles tengan personalidades y posiblemente idiosincrasias. Si queremos, estas m¨¢quinas hablar¨¢n con una voz humana bastante natural.
Se comportar¨¢n como si entendieran muchas de nuestras ¨®rdenes verbales. Intentar¨¢n ser ¨²tiles. Puede que incluso se muestren amables cuando nos enfrentemos a frustraciones. Dar a los ordenadores los rasgos externos de la inteligencia har¨¢ que sean m¨¢s f¨¢ciles de utilizar. Pero eso no significar¨¢ que piensen realmente... todav¨ªa.
P.?Se arrepiente de no haber terminado la carrera? (Brian Deagan, Uniontown, Ohio, deaganlmg.com.).
R. Dej¨¦ Harvard para lanzar Microsoft y no me arrepiento de ello. Pero me gustaba mucho la universidad y me gustar¨ªa haber tenido tiempo de acabar la carrera. Cuando oyes historias de ¨¦xito de gente que dej¨® los estudios puede resultar tentador pensar que la aducaci¨®n no es importante para aqu¨¦llos que tienen una mente emprendedora.
Pero a no ser que una persona tenga una idea cuya eficacia dependa mucho del momento y crea que tal vez no vuelva nunca a tener una idea tan buena, probablemente lo mejor es terminar de estudiar.
Entre otras cosas, no es habitual que a una persona muy joven se la tome en serio en los negocios. Es muy dif¨ªcil para un adolescente reunir fondos y contratar a gente competente. Y lo que es m¨¢s importante: la universidad est¨¢ llena de lecciones. Aparte del trabajo del curso, durante los a?os de universidad se aprenden muchas cosas fuera de las aulas. Tener un t¨ªtulo puede ser crucial para obtener despu¨¦s un trabajo atractivo.
Por ejemplo, aunque Microsoft fue fundada por un par de estudiantes que hab¨ªan dejado la universidad, no solemos contratar para un puesto importante a nadie que interrumpa su carrera.
Empresas grandes
P. Ha escrito que el ordenador personal ayuda a una empresa peque?a a competir con empresas grandes. Me pregunto lo contrario: ?Tiene alguna ventaja para las empresas grandes? ?Hay herramientas inform¨¢ticas que suponen ventajas para las empresas grandes? (joemajo.Iab.komatsu.co.ip).
R. S¨ª, las empresas grandes se benefician sobre todo de las herramientas que facilitan la colaboraci¨®n. El mejor ejemplo es el correo electr¨®nico, que contribuye a que la gente trabaje en equipo aunque est¨¦ en lugares diferentes. Como ya se?al¨¦ la principal desventaja de una empresa peque?a es que un empleado tiene que desempe?ar muchas clases de tareas diferentes. Este es el problema de "quien mucho abarca poco aprieta", y un ordenador personal ayuda a solventarlo al ofrecer una variedad de aplicaciones inform¨¢ticas.
Por el contrario, la desventaja de una empresa grande es la necesidad de coordinaci¨®n. Cualquier persona que haya trabajado alguna vez en una empresa grande sabe cu¨¢ntos gastos generales se destinan a conseguir que la gente coordine las actividades. Posiblemente el 50% del esfuerzo de una empresa grande se dedica a la coordinaci¨®n en vez de a hacer cosas de verdad. Esto parece excesivo pero, si va uno a fabricar motores a reacci¨®n, se necesita una empresa grande. Hace falta pasar por toda esa coordinaci¨®n. ?Se ha comprado suficiente metal? ?Se ha probado de verdad? ?Se ha obtenido la aprobaci¨®n del gobierno? ?Qui¨¦n va a comprar estas cosas? Hay reuniones, mensajes y unos gastos generales casi incre¨ªbles.
El correo electr¨®nico, las videoconferencias, la capacidad de reunir datos en un lugar o de distribuirlos son medios mediante los cuales las grandes organizaciones pueden coordinar actividades a la vez que reducen el n¨²mero de reuniones, que consumen tiempo. Estas reuniones son una carga improductiva. El aumento de productividad puede ser sorprendente.
Las preguntas a Bill Gates deben enviarse por correo electr¨®nico. La direcci¨®n es ask bill (AT) Microsoft.com. Por favor, indiquen nombre, ciudad y pa¨ªs. O escriban a la atenci¨®n de Gates a The New York Times Syndication sales Corpo,. 122 E 42nd St., New York, N.Y. 10168. Las preguntas de inter¨¦s general ser¨¢n respondidas en esta columna; Bill Gates lamenta que las preguntas no publicadas no puedan responderse individualmente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.