La Opel, atacada por la corrupci¨®n
Altos cargos de la firma automovil¨ªstica alemana acusados de estafa
Investigaciones de la fiscal¨ªa de Darmstadt han puesto de manifiesto que las m¨¢s variadas formas de, corrupci¨®n se hab¨ªan instalado hasta en los altos puestos directivos de la, multinacional del autom¨®vil alemana Opel, filial de la estaounidense General Motors. La fiscal¨ªa ha abierto sumarios contra 244 sospechosos, 65 empleados de Opel y el resto de empresas proveedoras, que causaron al consorcio un da?o estimado en 11 millones de marcos (957 millones de pesetas), a base de facturas infladas, sobornos y toda clase de corruptelas propias de cualquier rep¨²blica bananera.El llamado proceso de balcanizaci¨®n parece no conocer l¨ªmites en Alemania y ha alcanzado ya hasta los estamentos directivos de la Opel. Los dos semanarios pol¨ªticos alemanes, Der Spiegel y Focus, dedican esta semana extensos reportajes a la corrupci¨®n en Opel. Como si de vulgares delincuentes se tratase, ambos semanarios compiten en mostrar, con fotos, pelos y se?ales, los nombres de altos ejecutivos de Opel, que presuntamente se han lucrado con negocios sucios, a costa de la empresa automovil¨ªstica.
La indignaci¨®n del personal de a pie, los obreros de mono azul y bocadillo envuelto en el peri¨®dico, a la salida de la f¨¢brica de R¨¹sselsheim, daban rienda suelta a su indignaci¨®n con comentarios sobre "las marranadas de esos jefes", que da?an la imagen de la empresa. Por consideraci¨®n a esos asalariados honestos de Opel, el consejo de vigilancia de la empresa ha anuncido estar dispuesto a limpiar la casa de elementos corruptos. Seg¨²n cita Focus, Hans Wilhelm G¨¦b, del consejo de vigilancia de Opel, declar¨®: "Les debemos a nuestros 50.000 empleados inocentes, que ganan al mes 3.000 marcos [uno 260.000 pesetas] una ivestigaci¨®n exacta y correcta de las acusaciones. Sobre todo, si se tiene en cuenta que cualquiera de ellos que se lleve a casa una radio de coche de la f¨¢brica queda des pedido en el acto"
Durante a?os parece que un pu?ado de ejecutivos hab¨ªan convertido la Opel en una especie de supermercado privado, en el que, se serv¨ªan sin pagar. Los trucos que empleaban, estos honorables directivos no tienen nada que envidiar a los puestos en pr¨¢ctica por los m¨¢s distinguidos pr¨®ceres de la llamada cultura del pelotazo en el sur de la Uni¨®n Europea.
Focus expone con detalles infogr¨¢ficos los mecanismos de extorsi¨®n y enriquecimiento aplicados. El truco de vender el coche de servicio consist¨ªa en ofrecer el autom¨®vil que se usaba de f¨¢brica a un proveedor, que pagaba el doble de su valor. De esta manera se aseguraba el proveedor que ser¨ªa bien considerada su oferta a la hora de abastecer a la Opel.
Un mecanismo consist¨ªa en inflar las facturas y repartirse el incremento, adem¨¢s de los m¨¦todos m¨¢s directos de entregar efectivo o comprar valiosos regalos para las distinguidas esposas o amantes. Una variante muy apreciada era la prestaci¨®n en especie, en la que se encuentran implicadas muchas empresas provedoras o de la construcci¨®n. Por, una peque?a calderilla, ejecutivos de Opel se hicieron construir lujosas piscinas, reparaciones en las casas o, incluso, chal¨¦s en lugares de reposo de hasta 400.000 marcos de valor (casi 35 millones de pesetas). Las cuentas se enmascaraban luego en facturas presentadas a la Opel.
"Cultura de la corrupci¨®n", titula Der Spiegel su cr¨®nica de seis paginas sobre el esc¨¢ndalo de R?sseIsheim, que "permite echar una mirada en la corrupci¨®n habitual. Se unta no s¨®lo all¨¢ a lo lejos, en el tercer mundo, donde forma parte del negocio, como explican los ejecutivos con un gui?o de ojo. Se corrompe en Alemania d¨ªa tras d¨ªa y no s¨®lo los funcionarios p¨²blicos se muestran receptivos ante el dinero y los regalos, sino tambi¨¦n las damas y caballeros de la industria".
A?ade el semanario que Alemania se encuentra desde hace tiempo en el camino hacia la rep¨²blica de la mordida, "la: sociedad del ego aplaude a los triunfadores. Quien se encuentra en la cumbre no tiene que preguntarse c¨®mo lleg¨® all¨ª. Unos pocos trucos y sobornos forman parte del asunto. ?Y qu¨¦? Mientras no se den cuenta de ello, todo va bien".
Los nombres de los implicados llegan hasta las esferas m¨¢s altas de la empresa y se cuenta la an¨¦cdota de que la malversaci¨®n estaba a la orden del d¨ªa, se hab¨ªa convertido en un delito de caballeros y tema de conversaci¨®n en el casino de la Opel, donde con iron¨ªa se comentaba "Adam paga",en referencia al nombre, comercial de la empresa Adam Opel, S. A.
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