El ch¨®fer y los gerentes de la empresa del autocar accidentado en Francia, en prisi¨®n
El juez Christian Lemou, de Nimes (Francia), decret¨® anoche la prisi¨®n provisional para el conductor y los dos gerentes de la empresa propietaria del autocar en el que el lunes murieron 22 personas, la mayor¨ªa de ellas espa?olas. Los tres est¨¢n acusados de homicidio involuntario y manipulaci¨®n irregular de los tac¨®metros que limitan la velocidad. El juez acusa al ch¨®fer, Salvador Recher, de exceso de velocidad, y a Juan Monllor y Vicente Pic¨®, gerentes de Hermanos Monllor, de no respetar los descansos de los conductores y sobrepasar el periodo de conducci¨®n permitido por jornada.
El fiscal adjunto de Nimes, Henri Pons, hab¨ªa declarado por la tarde que, seg¨²n la investigaci¨®n de la gendarmer¨ªa y los inspectores de trabajo y del transporte, el ch¨®fer se hab¨ªa saltado los descansos reglamentarios durante los ¨²ltimos 10 d¨ªas de trabajo.El ch¨®fer. permaneci¨® incomunicado en las dependencias policiales de Orange desde la madrugada del lunes, despu¨¦s del accidente, hasta las cuatro de la tarde de ayer. Los gerentes de Hermanos Monllor se encontraban en la misma situaci¨®n desde el lunes por la noche, cuando se presentaron voluntariamente en la gendarmer¨ªa.
Las autoridades francesas y espa?olas encontraron m¨¢s dificultades de las previstas para identificar a las v¨ªctimas del accidente. Esto hizo retrasar la exhumaci¨®n judicial de los cad¨¢veres y, en consecuencia, su repatriaci¨®n. Un hermano de Ariadna Mercader -una alumna de Psicolog¨ªa fallecida en el accidente- alab¨® el trato que la Administraci¨®n francesa hab¨ªa dado a los familiares de las v¨ªctimas y a?adi¨® no tener quejas de la diplomacia espa?ola.
A ¨²ltima hora de la tarde de ayer, de los 22 muertos, dos a¨²n no hab¨ªan sido identificados, y uno de ellos qued¨® tan mutilado que era dif¨ªcil reconocer incluso si era hombre o mujer. Eva Puyol, a la que por error se dio por muerta el lunes pero luego pudo ser reanimada en Montpellier, segu¨ªa ayer en estado de coma.
Roquemaure
La capilla ardiente que se instal¨® en Roquemaure tras el accidente fue desmantelada sobre las ocho de la tarde de ayer. A esa hora empez¨® el traslado por carretera de los cad¨¢veres a sus localidades de origen.
Las campanas de la vieja iglesia de Roquemaure tocaron ayer a muerte. A las 9.30, no s¨®lo los tenderetes del mercado semanal romp¨ªan la placidez estival de este peque?o pueblo franc¨¦s. La atenci¨®n de los vecinos estaba volcada en el p¨®rtico g¨®tico del templo.
La misa por los muertos en el accidente, oficiada por el p¨¢rroco Georges Chiesta, congreg¨® a un centenar de familiares de las v¨ªctimas y vecinos del pueblo. La. luz tamizada por las vidrieras multicolores, el olor a incienso y humedad, y los rostros abatidos y temblorosos conmov¨ªan hasta a los majestuosos arcos g¨®ticos del templo.
Con el primer c¨¢ntico, brotaron las primeras l¨¢grimas, que ya no cesaron de manar. En uno de los primeros bancos, una pareja en tomo a la sesentena gem¨ªa con desconsuelo. Ella, morena, menuda y encogida por el dolor, ten¨ªa la vista anclada en el suelo. ?l, con dos brasas en los ojos, le acariciaba la nuca a ella con una mano grande y recia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.