"El p¨²blico del cine espa?ol tiene ahora una parab¨®lica"
A sus 60 a?os, Mario Camus se ha resignado a ser conocido como el director de Los santos inocentes, pero en su trayectoria hay 23 largometrajes, suficientes series televisivas para ocupar tres d¨ªas de programaci¨®n, y una idea del cine como oficio en el que tan digno resulta dirigir a Paco Rabal como a Raphael.Mario Camus se ha trasladado a Cantabria, al ¨¢rea de Comillas, donde vive en una casa llena de libros cerca del mar. Da los ¨²ltimos toques al gui¨®n de Adosados, la novela de F¨¦lix Bay¨®n finalista del Premio Nadal, que dirigir¨¢, y prepara a otro segundo proyecto: Un filme basado en la obra de Miguel Delibes, Diario de un jubilado.
Aficionado a la literatura, Camus iba para jugador de baloncesto, pero estudi¨® Derecho por influencia familiar y acab¨® dirigiendo pel¨ªculas por. decisi¨®n propia. Hab¨ªa nacido en Santander y la guerra civil lo sac¨®, junto a su familia, a un pueblo cercano. Volvi¨® a Santander y el incendio de la ciudad lo volvi¨® a devolver al campo y a la costa.
?ste es el paisaje de Mario Camus, y siempre que ha podido ha rodado escenas en las proximidades. Como en una de las tres pel¨ªculas que dirigi¨® a Raphael, algunos de cuyos fragmentos se filmaron en la playa de Oyambre. Camus tambi¨¦n es director de Esa mujer (1969), a mayor gloria de Sara Montiel, y cuyo argumento de una monja violada que acaba de artista de variedades, obra de Antonio Gala, se ha hecho c¨¦lebre.
"Yo serv¨ªa a la estrella, a m¨ª me contrataban para una cosa determinada y lo hac¨ªa lo mejor que pod¨ªa", dice Camus. "Aquellas pel¨ªculas ten¨ªan un destino claro, me daban una historia y la rodaba, en aquel tiempo y ahora mismo si me lo encargan y me interesa".
Al a?o siguiente a Esa mujer Camus rodaba La c¨®lera del viento (1970), el polo opuesto, que fue seleccionada para Cannes y en la que adoptaba una l¨ªnea exigente en la que destacan tres adaptaciones de Ignacio Aldecoa: Con el viento solano, Young S¨¢nchez y Los p¨¢jaros de Baden Baden. "Al contrario de las nuevas generaciones, que tienen un porcentaje de cultura muy alto de imagen", se?ala, "yo tengo el de la letra, la narrativa, la historia, el drama. Ese era mi bagaje cuando llegu¨¦ al cine y no lo he dejado nunca. Mis referencias son americanas y, naturalmente, por v¨ªa directa, espa?olas. Fitzgerald, Hammet, Hemingway, Dos Passos, Faulkner... Y, en Espa?a, la generaci¨®n de novela realista de los a?os cincuenta. Aldecoa, Mart¨ªn Gaite, Ferlosio, Cela. Y en cine mucha gente, pero sobre, todo John Ford".
Uno de los rasgos destacables en la carrera de Camus es la falta de afectaci¨®n con la que se enfrenta a su trabajo. "Intento trabajar bien mi oficio, palabra, que me gusta m¨¢s que profesi¨®n", explica. "Creo que es un oficio complicado, no de aprender, que se aprende en un fin de semana, sino de sacarle partido".
En su filmograf¨ªa, junto a Los d¨ªas del pasado o La colmena, aparecen destacables series de televisi¨®n, como Fortunata y Jacinta y La forja de un rebelde. "Las carreras nuestras van siempre unidas al ¨²ltimo trabajo", afirma. "Yo siempre me he movido con libertad, excepto en los comienzos. Y he tenido suerte porque lo que he hecho, mal o bien, lo he hecho yo. Y las series, desde Los camioneros hasta los ocho o nueve cap¨ªtulos de Curro Jim¨¦nez, me las planteo lo mismo, como pel¨ªculas de una duraci¨®n diferente".
Hasta llegar a Los santos inocentes, cuyo secreto est¨¢, seg¨²n Camus, en que se trata de una pel¨ªcula arm¨®nica, en la que no hay grandes desequilibrios, con una historia cre¨ªble, los actores adecuados, filmada con el dinero que se, necesitaba y hecha en el momento justo. "Nunca pens¨¦ que pudiera ser un gran ¨¦xito", afirma.
Por esa pel¨ªcula, Francisco Rabal y Alfredo Landa obtuvieron el premio de interpretaci¨®n del festival de Cannes. Mario Camus ha trabajado pr¨¢cticamente con la totalidad de los actores del cine espa?ol, de Marisol a Imperio Argentina, de Carmen Maura a Carmelo G¨®mez. "Considero que el que haya actores de la categor¨ªa de los que hay es un milagro en un pa¨ªs donde no hay continuidad en el trabajo; van a trompicones, hay poco teatro y nadie considera necesario dedicar un tiempo a esto de los actores, del teatro, del cine. Se considera que eso se. hace solo, y el ver los actores que hay en esas condiciones es impresionante. Yo les tengo m¨¢s que respeto".
Con ese vivero de int¨¦rpretes y unos t¨¦cnicos y directores cualificados, el porqu¨¦ de que el cine espa?ol tenga una cuota de mercado del 9%, resulta cuando menos desconcertante. "Hasta el a?o ochenta y tantos, hab¨ªa un p¨²blico espa?ol ferviente", recuerda Camus, "muchas veces he pensado: 'Ese p¨²blico del cine espa?ol, ?d¨®nde ha ido?'. Y pienso que se ha puesto una' parab¨®lica en un barrio de las afueras y no quiere saber nada del cine espa?ol. Est¨¢ en su derecho".
Camus piensa que hay una especie de acritud con respecto al cine espa?ol, pero que llegar¨¢ el- momento en que lo que querr¨¢ ver la gente, aunque sea de vez en cuando o entreveradas con las grandes producciones, ser¨¢n las pel¨ªculas espa?olas normales, ante las que adoptar¨¢n una actitud por lo menos simp¨¢tica. "Lo que hacen los cineastas espa?oles es debatirse en esa b¨²squeda de p¨²blico donde est¨¦", se?ala. "El cine est¨¢ desprestigiado y, de repente, se endereza de nuevo y vuelve a tener el apoyo del p¨²blico, que aqu¨ª no es tan fiel como el del cine franc¨¦s".
La actitud del p¨²blico ante el cine tiene una parte negativa pero tambi¨¦n positiva, a?ade el cineasta, que es que todo el mundo se fija porque el lenguaje visual es una referencia directa de la sociedad de hoy y con vierte al cine en el medio de ex presi¨®n m¨¢s importante. "Ha blemos de arquitectura, por ejemplo. Los arquitectos espa?oles han regado Espa?a de adefesios y, sin embargo, es una profesi¨®n que no sufre des prestigio. Y en la profesi¨®n nuestra, s¨ª, y est¨¢n los que dicen que no hay que dar subvenciones, y los que dicen que s¨ª, o los que piensan que es mejor lo americano, o que lo mejor es lo europeo. Ante todo eso, ?cu¨¢l es mi postura?: apartarme y tratar de terminar mi carrera haciendo pel¨ªculas, que es como la empec¨¦".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.