"Aceptaremos el resultado electoral en Angola"

Paulo Lukamba, alias El Gato, hace honor a su sobrenombre. ?gil, escurridizo y afilado es secretario general de la Uni¨®n Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA) desde marzo. Brazo derecho del l¨ªder guerrillero Jon¨¢s Savimbi, que ayer mostr¨® su disposici¨®n a aceptar la vicepresidencia que le ofreci¨® el presidente angole?o Jos¨¦ Eduardo dos Santos, Lukamba asegur¨® en Madrid, casi a la misma hora, que si se respetan los puntos acordados en el protocolo de paz de Lusaka, firmado en noviembre, su partido aceptar¨¢ "el resultado de unas elecciones libres y justas en Angola". Aunque a rengl¨®n seguido a?ade: "UNITA no puede perder unas elecciones libres y justas".El sobrenombre de O Gato le viene a Lukamba de familia, porque as¨ª conocen a sus miembros en el Planalto, Angola adentro, un pa¨ªs machacado por una guerra que se hizo infernal desde la independencia de la metr¨®poli portuguesa, en 1975: cerca de un mill¨®n de muertos. Lukamba, que naci¨® hace 41 a?os en Bailundo, adonde los guerrilleros de UNITA trasladaron su cuartel general tras la ca¨ªda en manos gubernamentales de la emblem¨¢tica Huambo, sigue guardando su mejor artiller¨ªa verbal para al Gobierno angole?o. No se atreve a asegurar, como hizo el secretario general de la ONU el pasado s¨¢bado en Bailundo, que la paz "es irreversible", pero s¨ª que su partido aceptar¨¢ el resultado de unas elecciones que pueden tardar dos a?os en llegar.

Farsa consentida

O Gato sube el tono de voz s¨®lo cuando se refiere a las elecciones de septiembre de 1992, en las que fueron derrotados por el Movimiento Popular para la Liberaci¨®n de Angola (MPLA), del presidente Dos Santos. "Las elecciones fueron una completa farsa". Niega de plano que la ONU las bendijera como "justas y limpias". "Lo que la ONU declar¨® fue: 'En este contexto las elecciones pueden ser consideradas como que han sido libres y justas'. Fue un fraude aceptado por los pa¨ªses occidentales, que prefirieron a los comunistas". Y reprocha duramente al Gobierno socialista espa?ol que desequilibrara el proceso de paz al "financiar y entrenar a la Polic¨ªa antimotines". En Luanda se asegura que la Guardia Civil hizo tan buen trabajo que evit¨® que el Gobierno de Dos Santos fuera arrollado por la guerrilla de UNITA tras el rechazo del resultado de las urnas y el regreso a las armas.

A pesar de cr¨ªticas, Lukamba espera que "dentro de seis meses est¨¦ constituido el Gobierno de unidad", pero dice que le toca a Dos Santos mover ficha. "Tiene que haber reciprocidad. UNITA ha hecho concesiones enormes, como cuando Savimbi declar¨® que Dos Santos era su presidente. La Paz y la reconciliaci¨®n no consisten,en repartir unos ministerios, es una pol¨ªtica que no existe todav¨ªa". Lukamba se?ala como una grieta en el proceso la falta de seguridad en la capital angole?a: "El pasado s¨¢bado fue asesinado por las fuerzas de seguridad el secretario de UNITA en Luanda, Ad¨¢o da Silva". Cree O Gato que la violencia que se registra en la capital del pa¨ªs supera todo lo conocido: "Hay que desarmar a la poblaci¨®n civil, como establece el protocolo de Lusaka, ya que el Gobierno admite que reparti¨® 700.000 armas. Otro gesto ser¨ªa la repatriaci¨®n de los casi 1.000 mercenarios, en su mayor¨ªa surafricanos, que combat¨ªan junto al Gobierno".

Otra cuesti¨®n delicada que puede da?ar el proceso es la configuraci¨®n del Ej¨¦rcito conjunto. Admite Lukamba que UNITA conserva todas sus fuerzas, 60.000 hombres, que "deben ser acuartelados, desarmados y desmovilizados bajo la supervisi¨®n de la ONU. Pero el Gobierno pretende ahora modificar lo acordado en Lusaka y rebajar la presencia de hombres de UNITA en el Ej¨¦rcito". A pesar de todo, O Gato se muestra realista. "No soy ni optimista ni pesimista. El proceso de paz va bien y el alto el fuego se respeta al 100%". Tal vez esta vez, como en Mozambique el a?o pasado la paz sea irreversible en Angola.