El verano siega m¨¢s de 700 vidas en Estados Unidos
La cifra de muertos por la ola de calor de la pasada semana en Chicago (EE UU) se acerca al medio millar, y puede aumentar a¨²n m¨¢s a medida que se realicen algunas autopsias pendientes, mientras que las autoridades buscan responsabilidades por lo que ya se ha convertido en. uno de los peores desastres naturales de este siglo en el medioeste norteamericano. En otras zonas del este y centro del pa¨ªs el ardor estival se ha cobrado otras 200 v¨ªctimas.En total, seg¨²n el balance ofrecido ayer por las autoridades estadounidenses los muertos en todo el pa¨ªs por la ola de calor son ya 738.El alcalde de Chicago, Richard Daley, declar¨® ayer que, por el momento, no existen indicios de mal funcionamiento de los servicios m¨¦dicos y de emergencia, pero reconoci¨® que una m¨¢s adecuada pol¨ªtica de prevenci¨®n podr¨ªa haber evitado algunas de las muertes.
Lo expertos est¨¢n todav¨ªa examinando cad¨¢veres en distintos hospitales para tratar de determinar hasta qu¨¦ punto el calor influy¨® en la muerte de tan alto n¨²mero de personas. Una gran parte de los muertos son ancianos entre los 80 y 100 a?os, y la mayor¨ªa de ellos sobrepasaban los 60 a?os.
En muchos casos tambi¨¦n las v¨ªctimas presentaban problemas cardiacos o respiratorios que se vieron agravados por las altas temperaturas de la pasada semana. El jueves pasado los term¨®metros marcaron en Chicago 40 grados, que, combinados con cerca de un 100% de humedad, se sent¨ªan como m¨¢s de 50 grados.
El alcalde Daley se ha quejado de que la cifra de muertos facilitada por los responsables de salud es exagerada, y ha argumentado que muchos de las muertes atribuidas al calor se deben, en realidad, a otras causas. Pero el centro competente en la elaboraci¨®n de esa lista ha explicado que, aunque, en efecto, muchas de las v¨ªctimas estaban ya enfermas antes de la ola de calor, ¨¦ste fue el factor ¨²ltimo que aceler¨® su muerte.
Entre las razones que explicar¨ªan el desastre causado por el calor est¨¢n algunos fallos en el sistema el¨¦ctrico que impidieron el. funcionamiento del aire de acondicionado en miles de hogares justamente en los d¨ªas en que las temperaturas eran m¨¢s altas. Otro de los motivos que se mencionan es que, en los barrios m¨¢s pobres de la ciudad, mucha gente prefiri¨® mantener sus ventanas cerradas por miedo a la delincuencia.
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