Mallorca vive el mito literario de Robert Graves
Dei¨¢ y Londres recuerdan hoy el centenario del nacimiento del novelista brit¨¢nico
El culto al mito literario y la leyenda de un cl¨¢sico reciente perviven en Dei¨¢, Mallorca, sobre la memoria del que fue su vecino, Robert Graves (Londres, 1895-Dei¨¢, 1985). La estela del exc¨¦ntrico y genial autor de La diosa blanca, Adi¨®s a todo eso, Yo, Claudio o El vellocino de oro llega al pintoresco enclave, de 500 habitantes, en el que pas¨® casi cincuenta de los noventa a?os de su vida. Numerosos peregrinos cumplen espont¨¢neos el ritual de buscar la humilde tumba del escritor, situada en un espl¨¦ndido mirador mediterr¨¢neo. Mientras en Londres celebran fastos y publican biograf¨ªas,una muestra-de fotos de Graves, un concurso de poes¨ªa y un recital de piano celebrar¨¢n hoy, lunes, el centenario de su nacimiento.
En la casa familiar de Can N'A lluny reside la viuda del literato,Beryl Pritchard -que prepara la edici¨®n de la obra po¨¦tica completa- En Dei¨¢ habitan tres hijos: Tom¨¢s, que maneja una vieja prensa plana y liga ejemplares para bibli¨®filos; William, que ha publicado un libro de impresiones sobre su vida con su padre, y Joan, contemplativo y absorto en la vida rural. La hija, traductora y cr¨ªtica, Luc¨ªa, veranea con na novela in¨¦dita.Una abeja y dos hormigas ruzaban el jueves la l¨¢pida que
identifica el enterramiento de obert Graves. El lunes 24 de ju
lio cumplir¨ªa 100 a?os. Plantas silvestres y de corral y una mota de uno de sus poemas adornaban el metro cuadrado de suelo donde arraiga un cipr¨¦s hom¨¦rico,que ha rebasado ya la centuria.
."Si por cada turista que me pregunta d¨®nde est¨¢ enterrado Graves cobrara un duro, har¨ªa tiempo que estar¨ªa retirada", indic¨® la estanquera que socorre a los caminantes perdidos en el laberinto de callejuelas quebradas y en pendiente. "Una se?ora fan¨¢tica subi¨® y baj¨® hasta cinco veces porque no hallaba el lugar" ,agreg¨®.
La l¨¢pida de cemento blanco vulgar mallorqu¨ªn fue grafiada
en fresco -hace 10 a?os, cuando sucedi¨® el ¨®bito- con letra basta por el f¨®sor. El nombre, las fechas, ning¨²n s¨ªmbolo religioso y un solo epitafio: Poeta. Dos viajeros merodeaban en el saturado cementerio marino que ocupa la cima de Dei¨¢. El mar es como un desierto y un espejismo. gris.
Atr¨¢s, contra el abismo, se eleva el desfiladero herm¨¦tico de la zona m¨¢s abrupta de Mallorca.
Una turista medita la leyenda para una postal y su compa?ero toma el sol, derrengado, sobre un murete junto a dos nichos.
Los peregrinos ofician un acto lit¨²rgico. Es un compromiso y un reto transitar un medio d¨ªa de julio por las rampas y escaleras que'conducen al tanatorio urbano de Dei¨¢. Graves seinstal¨® en la zona en 1929. Se fue al estallar la g uerra de 1936 y regres¨® en 1946. La escritora Gertrude Stein le hab¨ªa -dicho en Par¨ªs que se dirigiese a Mallorca: "Ser¨¢ un para¨ªso para ti si puedes resistirlo".El escritor describi¨® la raz¨®n por la cual se asent¨® en Dei¨¢: "Es una aldea monta ¨¢ osa de Mallorca, cat¨®lica y anticlerical, donde la vida se rige todav¨ªa por el viejo ciclo agr¨ªcola". A?adi¨® otra vez:""Las vibraciones de la piedra y el mar hacen a la gente m¨¢s como lo que es, m¨¢s buena o m¨¢s mala. Si la gente viene, o se queda atada para siempre o no puede aguantar 15 d¨ªas y tiene que irse". .
Con 42 a?os, el octavo, hijo de Graves, Tom¨¢s, recobra la primera imagen que guarda del escritor: 'trabajando en su estudio? con gafas, con el bolsillo de la chaqueta cargado de rotuladores sin capucha, un tecnicolor. Con un caf¨¦ fr¨ªo, porque llevaba una hora servido y ¨¦l todav¨ªa no hab¨ªa tenido tiempo de bajar de las nubes. Con una plumilla, hac¨ªa muchas tachaduras sobre los folios que sosten¨ªa sobre una tabla sujetos con un clipe".
Tom¨¢s es m¨²sico de banda folk y vanguardista, maneja una m¨¢quina de imprimir de 1911. "En Dei¨¢ no existen los mitos", indica. "Es un enclave desmitificad¨®r. Hay gente que en otros lugares es famosa y que aqu¨ª no se le hace un caso especial. Hace m¨¢s de un siglo que se ven y pasan bichos raros. Ahora la gente est¨¢ m¨¢s informada de la figura de mi padre que cuando estaba vivo. ?l agradec¨ªa esta discreci¨®n social".
Las musas y las mujeres
Tres biograf¨ªas diferentes se han publicado en el Reino Unido esta temporada, y las tres inciden especialmente en la interrelaci¨®n entre la obra literaria con la vida personal e ¨ªntima de Robert Graves. Es el halo de sus mujeres, amantes, esposas y musas. Los escritores Richard Perceval Graves, Myranda Seymour y Martyn Seymour-Smith indagan en sus tres libros el carisma de Graves y la influencia de sus eternas compa?¨ªas femeninas.Su hija, Luc¨ªa Graves, de 52 a?os, es especialista en la obra narrativa. Ha editado uno de los vol¨²menes de las obras completas dedicado a los cuentos. Tiene concluida una. novela, en ingl¨¦s, sobre la expulsi¨®n de los jud¨ªos de Catalu?a que traducir¨¢ al catal¨¢n. "Siempre consider¨¦ que lo importante de su relaci¨®n con sus musas era que le serv¨ªan de inspiraci¨®n para escribir poes¨ªa. Con todas menos con una, que no era agradable como persona, se cre¨® una amistad. Era una cuesti¨®n abierta y simp¨¢tica. Nunca estuve celosa, en absoluto". Graves leg¨® a la historia de la literatura 150 obras publicadas.
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