El Ejercito de Croacia prepara una ofensiva para salvar Bihac tras el acuerdo militar con Bosnia
La inusual reuni¨®n del s¨¢bado en Split entre los presidentes de Bosnia y Croacia, revela hasta qu¨¦ punto el estrat¨¦gico enclave noroccidental bosnio de Bihac es vital no s¨®lo para los intereses de Sarajevo, sino tambi¨¦n para os de Zagreb. El Ej¨¦rcito croata se apresta a lanzar una ofensiva para impedir la ca¨ªda de ese enclave y reemprender el control de varias zonas de la Krajina, la regi¨®n de Croacia bajo control serbio, manifest¨® ayer una fuente la ONU. El presidente croata, Franjo Tudjman, ha prometido que sus fuerzas participar¨¢n en la defensa de Bihac, sometido a asalto frontal durante los ¨²ltimos d¨ªas.La cr¨ªtica situaci¨®n en Bihac parece haber allanado el camino a los prolongados esfuerzos del primer ministro bosnio, Haris Silajdzic, de un frente com¨²n ante las tropas de Radovan Karadzic y su aliado de Krajina, Milan Martic. El renacimiento de una nueva alianza militar serbocroata en Bosnia, cimentada como en 1992 en una aversi¨®n compartida por los musulmanes, ha sido hasta hace poco el sue?o y la gran esperanza, ahora rotos, del l¨ªder de los radicales serbobosnios.
El aspecto m¨¢s relevante del acuerdo entre croatas y bosnios es que los dos estados mayores han acordado cooperar en los terrenos log¨ªstico, de producci¨®n de armamento y de intercambio de informaci¨®n. Zagreb y Sarajevo dar¨ªan as¨ª un primer paso hacia la sincronizaci¨®n de sus cadenas de mando en los frentes en que intervengan, algo inimaginable hace medio a?o, dada la m¨¢s que profunda desconfianza entre las dos partes.
Hace poco m¨¢s de un a?o que Tudjman visit¨® Sarajevo en un ambiente g¨¦lido y todav¨ªa entonces dijo que Herceg-Bosna, la entidad separatista de los croatas en el sur de Bosnia, con Mostar como capital, "no desaparecer¨ªa nunca". Todav¨ªa en marzo, coincidiendo con el primer aniversario de la federaci¨®n entre los musulmanes y los croatas de Bosnia, un embri¨®n de futura confederaci¨®n con Croacia impulsado por Washington para detener la guerra entre las dos comunidades- ambas partes interpretaban de manera muy diferente una muy aireada alianza entre sus ej¨¦rcitos para contener el expansionismo de los ultranacionalistas serbios en ambos pa¨ªses.
Tanto Bosnia como Croacia est¨¢n vitalmente interesadas en el mantenimiento de Bihac. Para Sarajevo se trata de la ¨²nica zona musulmana a la espalda de sus enemigos serbios, defendida por un cuerpo de su Ej¨¦rcito, y significativa militarmente por su extensi¨®n y su poblaci¨®n, que sobrepasa los 200.000 habitantes.
Para Zagreb, Bihac representa un muro de contenci¨®n entre los serbios de Bosnia y los de Croacia y el ¨²nico valladar que impide una plena contig¨¹idad territorial. Los serbios rebeldes de Croacia controlan desde 1991 la Krajina, un arco en forma de bumer¨¢n que se ci?e a la frontera bosnia y representa casi la tercera parte del pa¨ªs.
En los ¨²ltimos meses Zagreb ha dado inequ¨ªvocas muestras -la conquista por sorpresa del enclave serbio de Eslavonia occidental, primero, y las concentraciones de sus tropas junto a las posiciones de los cascos azules que les separan de los serbios, despu¨¦s- de estar dispuesto a poner fin a esta situaci¨®n incluso por la v¨ªa militar.
La ca¨ªda de Bihac, desde esta perspectiva, significar¨ªa en la pr¨¢ctica que los territorios en manos de los serbios rebeldes de Bosnia y Croacia quedar¨ªan unidos por carretera y ferrocarril. Y su contig¨¹idad, asegurada en el norte de Bosnia por el corredor de Posavina, se extender¨ªa desde las orillas del r¨ªo Drina, en la frontera con Serbia, hasta pr¨¢cticamente las puertas de Zagreb. La determinaci¨®n croata de reconquistar la soberan¨ªa perdida se vendr¨ªa literalmente abajo.
Hasta ahora, las relaciones entre la mayor¨ªa musulmana (le Bosnia y los bosniocroatas, que libraron una guerra inmisericorde desde finales de 1992 hasta comienzos de 1994, han sido poco m¨¢s que un solemnizado alto el fuego. En palabras del ex vicepresidente bosnio Ejup Ganic "una casa empezada por el tejado, pero sin cimientos". El l¨ªder croata no se recata de decir en privado que la federaci¨®n bosnia es una "construcci¨®n artificial".
En el terreno militar nada importante se hab¨ªa conseguido, aparte del permiso de Zagreb para que armas destinadas al Gobierno de Sarajevo cruzaran su territorio desde la costa d¨¢lmata. En el pol¨ªtico, mientras Sarajevo ve¨ªa en el acuerdo de 1994 la posibilidad de reconstruir una Bosnia unitaria, la parte croata aspira a un Estado bifronte en el que se mantendr¨ªa "Herzeg Bosna", su minifeudo separatista con Mostar como capital. La rotaci¨®n semestral de presidentes de la federaci¨®n no se ha producido -contin¨²a si¨¦ndolo desde hace casi afio y medio el croata Kresimir Zubak- y nadie ha vuelto a hablar de elecciones, que deber¨ªan haberse celebrado a los seis meses del comienzo de la federaci¨®n.
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