M¨¢s frustraci¨®n
LAS FECHAS pasan, los compromisos quedan, pero escasamente se cumplen. El acuerdo sobre el desarrollo e implantaci¨®n de la autonom¨ªa Palestina en la totalidad de Cisjordania, que con un retras¨® de meses deb¨ªa estar listo para el 1 de julio pasado y cuya firma se hab¨ªa pospuesto finalmente hasta hoy, tampoco ser¨¢ rubricado en esta ocasi¨®n. El atentado de ayer cerca de Tel Aviv, en el que al menos murieron seis personas, entre ellas el terrorista suicida, y decenas resultaron heridas, supone un nuevo rev¨¦s para la negociaci¨®n y un nuevo argumento a sus enemigos israel¨ªes, y palestinos.Antes del ¨²ltimo atentado de Ham¨¢s las conversaciones entre ¨¦l l¨ªder palestino Yasir Arafat y el ministro de Exteriores israel¨ª Sim¨®n Peres se hallaban empantanadas. La dificultad a superar segu¨ªa siendo la extensi¨®n y. plazos de la retirada militar israel¨ª de los territorios Ocupados, para permitir, la celebraci¨®n de las primeras elecciones auton¨®micas palestinas. La institucionalizaci¨®n, en suma, de una Autoridad Nacional que constituya el embri¨®n de un poder independiente.
Mientras los palestinos piden una retirada pr¨¢cticamente total, a lo sumo limitada- a la protecci¨®n de las aglomeraciones de los m¨¢s de 100.000 colonos israel¨ªes en la zona, Jerusal¨¦n s¨®lo concibe el repliegue de las principales ciudades, media docena, en tanto. que mantiene el control de todos los n¨²cleos de poblaci¨®n menores, la protecci¨®n de sus enclaves, el control de las rutas interiores, y un trato especial a Hebr¨®n, donde, caso ¨²nico en Cisjordania, unos cientos de colonos israel¨ªes viven junto a los millares de habitantes ¨¢rabes de la ciudad.
Israel rechaza, de' otro lado, que los palestinos de Jerusal¨¦n puedan ser candidatos en esas elecciones, aunque su ¨²ltima concesi¨®n ha sido que pueden votar en ellas. Existen asimismo discrepancias sobre los plazos de la retirada, que los israel¨ªes miden en a?os y los palestinos en meses. En estas condiciones, hablar de calendario electoral ser¨ªa temerario.
Lo terrible es que ambas partes precisan de un ¨¦xito negociador y lo temen en igual medida. Tanto Arafat como Peres albergan la pr¨¢ctica seguridad de que cualquier firma, que inevitablemente comportar¨ªa concesiones por ambos lados, ser¨¢ una excelente munici¨®n . para su s extremistas. Una retirada que resulte algo m¨¢s que cosm¨¦tica es considerada traici¨®n por la derecha nacionalista israel¨ª; cualquier cosa menos que la desaparici¨®n de hasta el ¨²ltimo soldado israel¨ª de Cisjordania es inaceptable para los radicales palestinos.
El temor a la paz, posiblemente justificado desde bases hist¨®ricas en los dos bandos, es lo que da toda su fuerza a la guerra. Es dif¨ªcil mayor elocuencia al respecto que la pancarta enarbolada ayer por derechistas israel¨ªes despu¨¦s del atentado: "La paz nos mata". De esta suerte, si la negociaci¨®n sigue, el derramamiento de sangre, tambi¨¦n.
Pero, del mismo modo, cada d¨ªa perdido es un paso m¨¢s hacia el vac¨ªo, en la medida en que la autonom¨ªa no hace sentir sus beneficios entre la poblaci¨®n palestina. S¨®lo engendra frustraci¨®n y nutre la militancia extremista. Por todo ello, Ham¨¢s tiene m¨¢s facilidad que ayer, pero menos que ma?ana para proseguir su criminal tarea. Y Rabin y Arafat tienen cada d¨ªa una dificultad m¨¢s para lograr el acuerdo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.