Karadzic reemprende la 'limpieza ¨¦tnica' en Zepa
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Los serbios de Bosnia-Herzegovina emprendieron ayer, una vez m¨¢s, una sistem¨¢tica limpieza ¨¦tnica, esta vez en el enclave musulm¨¢n de Zepa, del que se apoderaron el martes. M¨¢s de 1.200 civiles fueron expulsados de noche en un convoy de autobuses organizado por los propios serbios hacia KIadanj, en territorio controlado por las tropas gubernamentales bosnias. Luego vendr¨¢ la peregrinaci¨®n hacia los atestados campos de refugiados de Tuzla y Zenica. En su mayor¨ªa eran ancianos y mujeres con sus hijos en brazos y heridos.
Los responsables del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR) que les recibieron con las primeras luces del d¨ªa s¨®lo, escuchaban sollozos. Esta vez los cascos azules ordenaron el ¨¦xodo, incluso pagando el precio de tener que negociar con un general serbobosnio acusado de cr¨ªmenes de guerra, Ratko Mladic, jefe militar de los conquistadores de Zepa.Los hombres en edad de armas que permanec¨ªan en el enclave no se han rendido. Prefirieron echarse al monte y ocultarse entre la fronda de las colinas del norte de Zepa antes que correr la misma suerte que los defensores de Srebrenica, capturados y detenidos en un campo de concentraci¨®n.
Los primeros refugiados que llegaron a Kladanj, 50 kil¨®metros al sur de Tuzla, tras cruzar a pie la l¨ªnea de combates estaban agotados y desnutridos. Despu¨¦s de pasar tres a?os cercados en Zepa les espera ahora un campamento de barracones en Zenica, una ciudad industrial del centro de Bosnia. Un convoy integrado por 21 autobuses serbios les dej¨® a las puertas de las l¨ªneas bosnias.
Pero todav¨ªa llegaron en peores condiciones a la capital bosnia los 34 heridos, dos de ellos de extrema gravedad, evacuados por los cascos azules junto con dos centenares de enfermos y desvalidos. Ante las preguntas de un equipo de television, un anciano replic¨® airado: "D¨¦jenn¨®s en paz; han pasado tres a?os sin que les import¨¢ramos nada".
Acababan de atravesar la tierra de nadie del aeropuerto de Sarajevo escoltados por la Fuerza de Protecci¨®n de las Naciones Unidas (Unprofor) a bordo de tres autobuses. El coronel Robert Meille, que les recibi¨® en un cuartel serbobosnio del sur de la ciudad, se limit¨® a informar de las p¨¦simas condiciones en que se encontraban. Un convoy de ambulancias blindadas y autobuses, conducidos por soldados francesas se hizo cargo del traslado.
?Dimisi¨®n de Mazowiecki
Las negociaciones emprendidas el mismo martes, tras la ca¨ªda de Zepa, entre el comandante de los cascos azules en Bosnia, el general Rupert Smith, y el general MIadic, parecen haber evitado las tr¨¢gicas escenas que se produjeron en Srebrenica, con m¨¢s de 30.000 desplazados, sin ayuda ni alimentos en un primer momento. Este gesto le ha parecido insuficiente al relator especial de la ONU sobre las violaciones de los derechos humanos en la antigua Yugoslavia, Tadeusz Mazowiecki, quien ha convocado una rueda de prensa para hoy. Los rumores apuntan a que el motivo de la comparecencia es la presentaci¨®n de su dimisi¨®n, seg¨²n informa Ana Fern¨¢ndez desde Ginebra. El ex primer ministro polaco parece harto de la incapacidad internacional. Srebrenica Zepa han colmado el vaso de la paciencia.
Los cascos azules ten¨ªan previsto supervisar la evacuaci¨®n de otros 5.000 civiles, de los 15.000 que presumiblemente albergaba el enclave de Zepa. Mientras tanto, segu¨ªa la confusi¨®n en tomo al paradero de los hombres que han defendido el enclave de los ataques serbobosnios. Muchos de ellos parecen haber huido a los cerros que rodean Zepa para proseguir la lucha. El Gobierno bosnio, sin embargo, anunci¨® que los hombres armados est¨¢n dispuestos a entregar sus armas a las unidades de Unprofor si se garantiza su evacuaci¨®n.
En entorno a Bihac, el Gobierno de Croacia ha movilizado a miles de sus soldados frente al territorio controlado por los rebeldes serbios de la Krajina, desde donde amenazan el enclave musulm¨¢n. Nadie en Zagreb -ni los responsables militares o civiles de la ONU, ni mucho menos las autoridades croatas- reconoce abiertamente la presencia de tropas de Croacia en territorio bosnio. Es un secreto a voces. Hay carros de combate que aparecen y desaparecen a uno y otro lado de la frontera. Tropas regulares que ocultan sus distintivos.
Bajo reserva de confidencialidad, un oficial de Unprofor asegura que tropas croatas se han infiltrado en Bosnia a la, altura de Livo, al noreste de Split, y han avanzado desde all¨ª hasta Bosansko Grahovo, donde arranca la principal carretera que comunica a la capital de la Krajina, Knin, con el territorio de los serbobosnios. Otras fuentes de la ONU constatan que Zagreb ha ordenado el cierre del aeropuerto de Zadar a los vuelos civiles y militarizado las carreteras al sur de Karlovac. Los observadores de la ONU, no obstante, llevan d¨ªas sometidos a restricciones para sus movimientos en la zona.
Tan s¨®lo informan abiertamente sobre Bihac los responsables del ACNUR, que dan cuenta del movimiento de 8.000 refugiados en direcci¨®n a Cazin, en el centro del enclave. Desde el comienzo del pasado mes de junio apenas han entrado convoyes de ayuda humanitaria en el enclave noroccidental, donde se agrupan m¨¢s de 150.000 civiles. El caudillo musulm¨¢n local, el multimillonario Fikret Abdic, alzado en armas contra los dirigentes de Sarajevo, parece haber reconquistado sus posiciones originales, perdidas el pasado oto?o, y donde ahora pretender¨ªa proclamar una rep¨²blica occidental bosnia. Seg¨²n fuentes militares croatas citadas por la agencia AFP, el V Cuerpo del Ej¨¦rcito de Sarajevo cuenta con 20.000 soldados en Bihac, apoyados por 1.200 bosnio-croatas. Las fuerzas de los serbios de la Krajina ascender¨ªan, seg¨²n la misma fuente, a 45.000 hombres.
El Ej¨¦rcito de Croacia est¨¢ integrado por 115.000 soldados, aunque desplegados en el amplio arco que describe desde el noreste de Bosnia hasta la costa adri¨¢tica.
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