Espa?a es el pa¨ªs que tiene menor aprecio social por los profesores
S¨®lo la sociedad sueca se aproxima a la espa?ola en tan baja estima por los docentes
La sociedad espa?ola es la que menor aprecio siente por la profesi¨®n docente a juzgar por los resultados de una encuesta realizada en 12 de los pa¨ªses de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE). Los resultados de un sondeo entre 1.000 personas de cada pa¨ªs aparecen en el ¨²ltimo An¨¢lisis del panorama educativo (Los indicadores de la OCDE), relativo al curso 1991-92, cuya versi¨®n espa?ola acaba de publicarse.
la pregunta: "En su opini¨®n, ?qu¨¦ respeto tienen los profesores de ense?anza secundaria como profesionales?", s¨®lo un 32% de las personas encuesta(las en Espa?a respondi¨® que "mucho" o "bastante", muy por debajo del 57,6% de la media de los 12 pa¨ªses. S¨®lo la sociedad sueca (48%) se aproxima a la espa?ola en tan bajo aprecio por sus profesores.El primer sorprendido ante los resultados de la encuesta es el director del Instituto Nacional de Calidad y Evaluaci¨®n ([NCE). Alejandro Tiana reconoce su preocupaci¨®n y perplejidad, "entre otras razones", dice, "porque no guarda relaci¨®n con lo que, dan a entender sondeos internos m¨¢s recientes". Recuerda que en una encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS) en diciembre de 1994 y enero de 1995, las personas invitadas a calificar en una escala del 1 al 10 su grado de "simpat¨ªa" hac¨ªa determinadas profesiones otorgaron un 7,1 a la del maestro, puntuaci¨®n superior a la alcanzada por los m¨¦dicos (6,9) y los periodistas (6,2).
Fernando Lezcano, secretario general de la federaci¨®n de ense?anza de CC OO, tambi¨¦n se extra?a de tan negativo diagn¨®stico, aunque advierte que no debe minimizarse" porque, seg¨²n dice, "lo preocupante es que pueda ser la educaci¨®n misma la que suscite tan escaso aprecio social". Lezcano conecta esta preocupaci¨®n con la que siente por "el futuro del sistema educativo, sometido a reformas importantes, mientras el Gobierno prepara unos presupuestos nuevamente restrictivos", por lo que teme que la educaci¨®n "vuelva a salir mal parada". "Si se acepta como natural algo as¨ª", a?ade, "ser¨¢ porque realmente la ense?anza importa bien poco".
El soci¨®logo Mariano Fern¨¢ndez Enguita, catedr¨¢tico en la Universidad de Salamanca, cree que lo que refleja el ¨²ltimo informe de la OCDE es "coherente" con lo que los propios profesores dicen siempre: que su labor no es apreciada socialmente. "Este discurso", seg¨²n Enguita, llega a la sociedad a trav¨¦s de los padres de alumnos y de ¨¦stos mismos, lo que contribuye a alimentar la idea". Otra soci¨®loga, Julia Varela, profesora en la Universidad Complutese, aparte de la mim¨¦tica reproducci¨®n social del discurso autonegativo de los profesores, apunta, entre otras posibles causas, a lo que se ha dado en llamar la "psicologizaci¨®n" de la ense?anza, lo que, en su opini¨®n, "tal vez est¨¦ contribuyendo a desplazar al profesor a un segundo plano.
Se refiere Varela a la importancia social que ha adquirido recientemente el papel de los psic¨®logos, llamados constantemente a explicar en los medios de comunicaci¨®n las causas de fen¨®menos de ra¨ªz educativa, como el fracaso escolar. El profesor no tiene ni mucho menos esa presencia p¨²blica, y si la tiene, aparece, aunque s¨®lo sea t¨¢citamente, como el gran culpable, seg¨²n Julia Varela, quien subraya c¨®mo el docente se ve obligado a seguir defendiendo la necesidad del trabajo, el esfuerzo diario y la disciplina (la disciplina no autoritaria, se entiende) en unos tiempos en los que tales conceptos gozan de escaso predicamento social. El ense?ante, de acuerdo con la hip¨®tesis apuntada por Varela, estar¨ªa pasando, as¨ª, a ser el malo de la pel¨ªcula educativa, mientras que el papel del bueno se lo reservar¨ªan algunas de las otras profesiones emergentes en la educaci¨®n, como psic¨®logos y psicopedagogos.
Profesiones emergentes
Antonio Guerrero, profesor tambi¨¦n de Sociolog¨ªa en la Complutense y autor de varios estudios sobre el status profesional, ha observado un fen¨®meno que le parece "sintom¨¢tico" del descenso en el aprecio social hacia los docentes. "Es curioso", explica, "que m¨¦dicos y profesores sean el principal, y casi obsesivo, referente comparativo para otros profesionales cuyo poder adquisitivo y signos externos de bienestar han crecido espectacularmente en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas en nuestro pa¨ªs".
Seg¨²n Guerrero, trabajadores con una formaci¨®n y cultura m¨¢s bajas que m¨¦dicos y profesores tienden a compararse precisamente con ¨¦stos cuando quieren subrayar el ascenso social que han conquistado.
Crecimiento del gasto educativo
El tercero de los informes Education at Glance (EAG-3) de la OCDE incluye, entre otros indicadores, el relativo al gasto total en educaci¨®n en porcentaje del PIB. El de Espa?a segu¨ªa siendo, en 1992, menor (5,8) que el de la media de la OCDE (6,5) y superior al de Jap¨®n (4,8).No obstante, en el periodo entre 1988 (EAG-1) y 1992 (EAG-3), Espa?a aument¨® su participaci¨®n del gasto p¨²blico educativo en un 17,9%, frente al 10,1%.del conjunto de la OCDE y al4,3% de la UE.
Uno de los resultados m¨¢s favorables para Espa?a, aunque relativo, es el que se registra en el indicador que compara los salarios de los docentes de la ense?anza p¨²blica. Los sueldos iniciales del profesorado espa?ol de primaria y secundaria son los m¨¢s altos de la OCDE despu¨¦s de los alemanes, y en cuanto a los salarios m¨¢ximos, s¨®lo los aventajan los de cinco pa¨ªses.
La comparaci¨®n es igualmente ventajosa tanto si se consideran los salarios en t¨¦rminos absolutos como en relaci¨®n con la renta per c¨¢pita, pues la comparaci¨®n se establece a partir de las paridades de poder adquisitivo. No obstante, el factor tiempo relativiza sensiblemente la ventaja espa?ola, ya que Espa?a es el pa¨ªs en el que es necesario un n¨²mero mayor de a?os en el tr¨¢nsito desde el salario inicial al m¨¢ximo. Entre los 22.964 d¨®lares de 1992 del salario inicial de los espa?oles a los 30.632 de su sueldo m¨¢ximo han de transcurrir 45 a?os, el tiempo m¨¢s dilatado de toda la OCDE, cuya media es de 25 a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.