La quimera del agua

"Si la sequ¨ªa se prolonga otros tres a?os, Espa?a va a- ser el escenario de la mayor cat¨¢strofe ecol¨®gica y econ¨®mica de la historia de -Europa". Estas palabras recientes de Jos¨¦ Borrell, ministro de Transportes, Obras P¨²blicas y Medio Ambiente, ilustran la situaci¨®n que ya se vive en tres cuartas partes del campo espa?ol. Quiz¨¢ por ello, el Ayuntamiento de Daimiel (Ciudad Real), una peque?a localidad manchega que vive de la agricultura y se abastece del sobreexpl¨®tado acu¨ªfero 23 de la cuenca del Guadiana, que puede agotarse en menos de 10 a?os, ha embarcado a sus habitantes en un proyecto de desarrollo que incluye cambios de cultivos, reducci¨®n del consumo de agua y reciclaje.En otro tiempo, las aguas subterr¨¢neas de la cuenca del Guadiana rebosaron en cientos de lagunas formando un oasis de huertas peque?as en medio del secarral. Pero hace 20 a?os la revoluci¨®n del regad¨ªo lleg¨® a estas tierras. La creaci¨®n del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, en 1973, coincidi¨® con la legalizaci¨®n de los primeros pozos en el acu¨ªfero 23, del que se nutren 32 localidades (280.000 habitantes) de Ciudad Real, Albacete y Cuenca. La borrachera del dinero f¨¢cil que daban los cultivos de remolacha, ma¨ªz o alfalfa ha tra¨ªdo la resaca del espeluznante deterioro de las Tablas y la amenaza de que en menos de diez a?os el agotamiento del acu¨ªfero estrangule a las 30 poblaciones que viven de ¨¦l:

Jos¨¦ Manuel D¨ªaz-Salazar, de 36 a?os, alcalde de Daimiel (17.000 habitantes), tuvo siempre muy claro que la comarca no pod¨ªa esperar a que le resolvieran el problema del agua desde otras administraciones. Por eso, en 1991, despu¨¦s de ganar la alcald¨ªa present¨¢ndose con un grupo de gente joven independiente pol¨ªticamente por las listas del PSOE, puso en marcha un proyecto de reconversi¨®n del campo daimiele?o. Para ello busc¨® la ayuda del equipo de Juan Serna y Mario Gaviria, dos especialistas que combinan la investigaci¨®n agraria con la movilizaci¨®n social. Les pidi¨® que elaboraran un plan de desarrollo para la zona, y ellos, no sin antes advertir que, "si segu¨ªan as¨ª, iban a necesitar un plan de supervivencia", se pusieron manos a la obra. El resultado de su trabajo ha quedado plasmado en el libro La quimera del agua.

Juan Serna y Mario Gaviria llegaron a Daimiel en mayo de 1994. Los agricultores los recibieron con absoluta: frialdad. "Al principio pasaban de nosotros", comenta Serna. Hay que entenderlo. La mayor¨ªa se ha endeudado hasta las cejas para cavar los casi 3.500 pozos que hay en el municipio, muchos a m¨¢s de 100 metros de profundidad, y m¨¢s de un millar ilegales (desde 1986 est¨¢ prohibido excavar pozos en la zona).

Pero al final hasta los regantes acabaron sucumbiendo a la seriedad y el encanto del equipo, que antes de dejar Daimiel puso en marcha varias cooperativas dedicadas a trabajar en un plan de desarrollo alternativo para la comarca.

La movilizaci¨®n de Daimiel ha llevado a que la Junta de Castilla-La Mancha se comprometa a, desviar los cauces altos para rellenar el acu¨ªfero, y tambi¨¦n a compensar econ¨®micamente a los regantes que ahorren agua. Est¨¢n en marcha proyectos para incentivar el cultivo de productos como el mel¨®n, de secano, o los esp¨¢rragos, que se pueden regar con goteo. Tambi¨¦n se trabaja en el desarrollo del turismo rural como alternativa econ¨®mica a la agricultura.

En estos momentos se est¨¢ organizando una asamblea del agua con regantes, sindicatos y representantes de la universidad para tratar de limitar el poder de las confederaciones hidrogr¨¢ficas.

Daimiel es s¨®lo uno de los 32 municipios que beben del acu¨ªfero 23. Por eso se ha creado un Aula Itinerante del Agua, que expondr¨¢ la situaci¨®n y las nuevas propuestas a los dem¨¢s regantes. "Hay que involucrar a toda la comarca en la reconversi¨®n para que sirva de algo", afirma D¨ªaz-Salazar.