Opini¨®n de ARBA
Ante los ¨²ltimos incendios forestales en la Comunidad de Madrid, opinamos que, independientemente del origen que tengan los incendios, hay un dato que suele pasar inadvertido todo el a?o y que s¨®lo vivimos en el momento del enfrentarnos al fuego.Dado que es pr¨¢cticamente imposible conocer las causas de aproximadamente un 65% de los incendios y puesto que es imposible conocer la mente del pir¨®mano o prever sus actos, lo mas sensato es pon¨¦rselo dif¨ªcil. Por este motivo, la prevenci¨®n debe ser el primer objetivo de la lucha contra el fuego. Es mucho m¨¢s cara una hora de helic¨®ptero que el sueldo de cuatro meses de un pe¨®n forestal.
Mantener el monte limpio es contribuir a preservarlo del fuego. Las mal llamadas repoblaciones forestales, que nosotros preferimos llamar "monocultivos de pino a largo plazo", son un mont¨®n de le?a esperando su noche de San Juan. La econom¨ªa de la sierra pasa necesariamente por el cultivo de pinos, pero no obligatoriamente por las densas repoblaciones que tapizan nuestro monte. Si estos montes son adem¨¢s una impenetrable mara?a de troncos muy pr¨®ximos, ramas secas que cubren toda la parte inferior de los ¨¢rboles y contadas veredas por las que moverse entre ellos, el resultado es esa pira de la que ya hemos hablado. Una vez que esto empieza a arder s¨®lo se apaga cuando ya no hay m¨¢s combustible. Quien haya, estado en, un incendio sabe que esto es verdad. En el incendio de Somosierra casi perdemos el renombrado hayedo de Montejo, el abedular de Somosierra..., hemos perdido much¨ªsimo matorral, acebos, pinar, robles. Vamos a perder mucho suelo f¨¦rtil desprotegido y seco.
Ma?ana puede arder La Pedriza , poblada tambi¨¦n por dens¨ªsimos pinares impenetrables.
?Nos pondremos a llorar y patalear? ?Por qu¨¦ no evitarlo hoy,? Limpiar y hacer transitables los pinares refaldando la copa de los ¨¢rboles es una labor sencilla y barata. Provoca un beneficio d¨ªrecto en forma de le?a y crea puestos de trabajo en una comunidad en la que 300.000 trabajadores est¨¢n en paro. No son necesar¨ªas grandes inversiones ni maquinaria especializada. S¨®lo hace falta voluntad.
Cualquiera de los miles de visitantes de La Pedriza, La Pinilla, Morcuera, La Hiruela, C¨¢rcava, de Siete Picos, etc¨¦tera, puede corroborar nuestra exposici¨®n. No pedimos responsabilidades, s¨®lo hacemos una llamada de atenci¨®n ante lo que puede suceder. Recordemos y apliquemos el dicho "m¨¢s vale prevenir que curar" y no tendremos, que lamentar la p¨¦rdida de estos y otros enclaves.- Albergue juvenil Richard Schirrimann.
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