M¨¢s de 400 mujeres opinar¨¢n en la serie 'Eldiaquementiendas'
Ha puesto su firma en los programas de TVE Pleitaguensam, Glasnost y Bravos, entre otros. Se ha atrevido con la m¨²sica, la cultura y los toros. Ahora, Lul¨² Martorell recoge la opini¨®n de m¨¢s de 400 mujeres, en Eldiaquementiendas, una serie de 13 ca p¨ªtulos de media hora que Televisi¨®n Espa?ola tiene previsto estrenar en enero del pr¨®ximo a?o. Famosas y an¨®nimas hablan en Eldiaquementiendas de "tem¨¢s de toda la vida, de cuestiones que ya preocupaban a los griegos: la familia, la libertad, la justicia, la muerte, el amor, el futuro...".
M¨¢s de 400 mujeres -esposible que lleguen a ser 450- opinan en la serie. La entrevistadora se adelanta a la pregunta: "El programa huye de la sociolog¨ªa. Primero, porque 400 ser¨ªa un n¨²mero rid¨ªculo para hacer una, encuesta". La segunda raz¨®n es la m¨¢s importante: "Porque no me interesa hacer 400 encuestas iguales".Celia Villalobos, Cristina Almeida, Julieta Serrano, Olga Viza, Georgina Cisquella, Rosa Montero y La Chunga est¨¢n entre el grupo de mujeres famosas. No llegaron a tiempo para hablar con Lola Flores y Ana Mariscal. Y tampoco con una viejecita de Mallorca que ten¨ªa que acudir a la entrevista acompa?ada de su hija y de la hija de ¨¦sta. Tambi¨¦n respondi¨® a las preguntas un travestido. "Ella se considera mujer y, por lo tanto, para m¨ª tambi¨¦n lo es", dice la presentadora.
Martorell ha recorrido casi toda Espa?a para hacer entrevistas: de El Hierro a Oviedo, de Bilbao a Zaragoza, a raz¨®n de unas doce diarias. Un ritmo endiablado. Tanto que la autora piensa un rato antes de poner en orden sus conclusiones: "La mujer en Espa?a tiene muy claro que ha sido durante mucho tiempo un burro de carga. Y no est¨¢ dispuesta a aguantar m¨¢s". Conocidas y desconocidas coinciden en reconocer que la mujer es la gran transmisora del machismo.
En general, Lul¨² Martorell est¨¢ satisfecha de las entrevistas. "La mayor¨ªa de las mujeres acceden a nuestra petici¨®n porque tienen algo que decir. Algunas ni siquiera lo saben, pero tienen una idea o una experiencia que desean compartir", asegura, "y tambi¨¦n vienen porque les hace ilusi¨®n salir en la tele. Es muy natural, ?no?".
Malos tratos
En algunas ocasiones, las mujeres no han querido contestar a sus preguntas y esas negativas tambi¨¦n aparecer¨¢n en pantalla, como aparecer¨¢ una mujer que habla de malos tratos y pide que su cara no se pueda ver. "En general, no les gusta hablar de sexo", reconoce Martorell, "pero algunas, cuando acaban de contarme algo, sea del tema que sea, me han confesado: 'Esto ni siquiera se lo he dicho nunca a mi marido".Eldiaquementiendas es, adem¨¢s del mundo visto por los ojos de un buen pu?ado de mujeres que viven en la Espa?a de hoy, una nueva inmersi¨®n de su autora en la experimentaci¨®n televisiva. Desde el t¨ªtulo del programa, Eldiaquementiendas, a la cabecera o a la m¨²sica. Lul¨² Martorell no deja nada al azar. Reconoce que se est¨¢ volviendo un poco "pureta". Pero, sobre todo, le da vueltas a la idea de la entrevista en televisi¨®n, "una f¨®rmula que todav¨ªa no est¨¢ resuelta". Le gusta c¨®mo las hace Jes¨²s Quintero, "pero en general todas son muy radiof¨®nicas".
La autora de Eldiaquementiendas sabe que es inevitable que los espectadores de Catalu?a y del Pa¨ªs Vasco comparen su programa con Ciutadans / Ciudadanos. "No s¨¦ a qu¨¦ programa se parece el m¨ªo. No he visto todav¨ªa un programa que haya empleado dos discursos. Siempre son redundantes: la imagen y el sonido dicen lo mismo".
El nombre del programa, Eldiaquementiendas, es la sinalefa que Lul¨² ha querido siempre construir desde que le ense?aron el concepto en la escuela. "S¨¦ que el t¨ªtulo suena un poco victimista, pero no es la intenci¨®n. Esa frase es una constante en la vida de las personas, una caracter¨ªstica de la condici¨®n humana: pretender que nos entiendan bien".
Todav¨ªa se est¨¢n grabando las ¨²ltimas entrevistas. Cuando se acaben, Lul¨² Martorell empezar¨¢ a construir ese retrato de la mujer espa?ola actual. Parte de una base: el programa no ser¨¢ ni feminista ni antifeminista. "En realidad, no ser¨¢ neutro; es imposible que sea neutro. Adem¨¢s, ni quiero ni pretendo que lo sea".
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