La imagen de Espa?a
En estos d¨ªas en que la pol¨ªtica espa?ola parece depender de la econom¨ªa (?o es al rev¨¦s?, ya me he liado) y ¨¦sta de los inversores extranjeros o de los turistas, puede ser oportuno echar una ojeada a la imagen de Espa?a en el extranjero.No todos los pa¨ªses gozan (o sufren) de una imagen o estereotipo fuerte. La de Espa?a se caracteriza justamente por su fuerza, (es de contornos claros, n¨ªtidos, dif¨ªcil de confuidir con otras) y su generalidad (podemos encontrarla en todo el mundo occidental, en el mundo ¨¢rabe e incluso en el mundo oriental). Pero tambi¨¦n por su unilateralidad: una fuerte y marcada unidimensionalizaci¨®n de la plural realidad espa?ola., ?sta es la parte negativa. La parte positiva radica en que existe ya y no tenemos necesidad de crearla.
En todo caso, el dato clave para entender la imagen actual es la transici¨®n democr¨¢tica espa?ola por su car¨¢cter mod¨¦lico. Se produjo adem¨¢s en un momento singular al coincidir con similares, pero menos exitosos, procesos de transicion en el sur de Europa y preceder a otras sin duda m¨¢s inciertas (las del este de Europa y Am¨¦rica Latina). Ello hizo del caso espa?ol un caso "de manual", ejemplificador de lo que debe hacerse. Es probable que, por vez primera en. lustros, Espa?a haya figurado como modelo y no como contramodelo (de pa¨ªs mal gobernado, de imperio decadente, de violencia fratricida, de integrismo cultural).
Pues bien, me temo que esta imagen, ese espejo, tambi¨¦n se nos ha roto. Un sencillo, pero bien construido, es tudio de INRA de finales del a?o, pasado (r¨¦plica de otro de 1990) acerca de la imagen mutua de los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea (m¨¢s otros relevantes) muestra una seria ambivalencia en la imagen de Espa?a en Europa y un claro deterioro en temas cruciales, y ello antes de que los actuales esc¨¢ndalos nos hayan puesto en la picota.
De una parte, la imagen acerca de la simpat¨ªa de los espa?oles, la alegr¨ªa, la belleza de sus mujeres y hombres, la calidad de la comida y la bebida, etc¨¦tera, se mantienen muy altas e incluso mejoran sustancialmente. Por ejemplo, la calidad de la comida y la bebida mejora desde + 5,4 a + 35,6 (no son porcentajes, sino desviaciones de la media; medidas relativas, pues) ocupando as¨ª el puesto tercero de los 19 pa¨ªses analizados. Y la apreciaci¨®n de que los habitantes son "amigables y alegres" mejora desde + 16 a nada menos que + 39 coloc¨¢ndonos en el primer lugar. Tambi¨¦n somos el pa¨ªs m¨¢s valorado para retirarse tras la jubilaci¨®n, el m¨¢s querido y estimado y el segundo para pasar las vacaciones. ?stas son las (muy) buenas noticias.
Las malas son que la imagen de nuestra econom¨ªa se deteriora seriamente. La afirmaci¨®n "es un pa¨ªs con una econom¨ªa fuerte" ten¨ªa una medida relativa de - 13 en 1990, pero ha descendido a nada menos que - 48,4 ocupando el pen¨²ltimo lugar, detr¨¢s de pa¨ªses como Rusia, Irlanda, Portugal o Grecia y seguida, muy de cerca, por Italia. Otro tanto ocurre con las afirmaciones siguientes: "Uno de los m¨¢s avanzados Estados de bienestar", que desciende de - 25 a - 44, lo que nos coloca en el ¨²ltimo lugar; "f¨¢brican equipos de oficina de alta calidad", que pasa de - 13 a - 42, lo que nos coloca tambi¨¦n en el ¨²ltimo lugar, o "made in Spain es una buena etiqueta", que pasa de - 15 a - 42, lo que nos coloca en el pen¨²ltimo lugar, detr¨¢s tambi¨¦n de Irlanda, Rusia o Portugal.
El estudio merece, sin duda, un an¨¢lisis mucho m¨¢s detallado. Por ejemplo, ning¨²n otro pa¨ªs (ni siquiera Rusia) sufre un deterioro tan serio de su imagen econ¨®mica, aunque alguno se beneficia de una notable mejora (as¨ª, el Reino Unido). Pero su mensaje es claro: somos muy simp¨¢ticos las mujeres est¨¢n estupendas, los hombres son guapos, se come fant¨¢stico y es un excelente lugar para, pasar las vacaciones, pero nuestra econom¨ªa es mucho peor de lo que pensaban en 1990. Buenas noticias para el turismo y malas para la econom¨ªa. Al parecer, no han tragado el anzuelo.
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