Izetbegovic dice que prefiere 15 a?os de guerra antes que entregar Gorazde a los serbios
No hay trato. El presidente de Bosnia-Herzegovina, Alia Izetbegovic, rechaza cualquier propuesta de negociaciones que conlleve la entrega del enclave oriental de Gorazde, que agrupa a unos 65.000 bosnios musulmanes. "No entregaremos Gorazde (a los serbobosnios) aunque tengamos que luchar durante los pr¨®ximos 15 a?os", le dijo por tel¨¦fono al vicepresidente norteamericano, Al Gore, cuya Administraci¨®n apadrina la ¨²ltima iniciativa de paz. En ¨¦sta se incluye al parecer un posible trueque de Gorazde por los alrededores de Sarajevo.
En declaraciones a la televisi¨®n oficial bosnia, Izetbegovic asegur¨® que ten¨ªa garant¨ªas de Gore para que "cualquiera que sea la iniciativa [estadounidense], tendr¨¢ que estar basada en la soberan¨ªa e integridad de Bosnia-Herzegovina dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas". Mientras tanto, el VII Cuerpo de la Armija (Ej¨¦rcito gubernamental bosnio) prosegu¨ªa ayer su ofensiva contra las posiciones serbias en Donji Vakuf, en Bosnia central, donde la infanter¨ªa ya ha entrado en acci¨®n tras el terrible duelo de artiller¨ªa -m¨¢s de 5.000 detonaciones- del pasado fin de semana.Las tropas de Sarajevo siguen la estela del Ej¨¦rcito croata e in tentan acabar con el mito de la invencibilidad de los serbios, ahora divididos entre s¨ª y privados del vital apoyo de Belgrado mientras afrontan por primera vez la llegada de decenas de miles de refugiados. Y en un pa¨ªs de orograf¨ªa imposible, el control de las carreteras equivale a la victoria. Por esta raz¨®n dirigen sus unidades de ¨¦lite contra el nudo de caminos de Donji Vakuf hacia el coraz¨®n de Bosnia a trav¨¦s de Turbe, con la intenci¨®n de controlar una v¨ªa de comunicaci¨®n practicable incluso durante el duro invierno balc¨¢nico.
Los observadores de las Naciones Unidas hablan ya de una "gran ofensiva" de la Armija y comienzan a dar cr¨¦dito a los partes de guerra del VII Cuerpo, que el domingo afirmaban que sus avanzadillas hab¨ªan roto las l¨ªneas serbobosnias en la monta?a de Komar por el sur y el noreste, mientras la artiller¨ªa del Consejo de Defensa Croata (HVO) machaca el flanco oeste.
El eco de las r¨¢fagas de armas ligeras y ametralladoras que llegaba ayer hasta los cascos azules emplazados en la zona, despu¨¦s de haberse amainado la tormenta de explosiones de artiller¨ªa del s¨¢bado y el domingo, parece confirmar que en Donji Vakuf se lucha por el control de las posiciones mas estrat¨¦gicas.
Mientras tanto, los croatas sufren en varios frentes las acometidas de los serbobosnios. En Grahovo, la plataforma desde donde la que Croacia se lanz¨® a la conquista del sur de la Krajina las fuerzas de Radovan Karadzic lanzan desde el domingo un importante contraataque.
Dubrovnik, en los refugios
En la costa de Dubrovnik, la artiller¨ªa serbobosnia sigue obligando a la poblaci¨®n civil a permanecer en los refugios. Un gran incendio forestal proyecta una densa humareda sobre el sur de Dubrovnik, donde el suministro de agua y electricidad se mantiene interrumpido.
Las fuerzas croatas replican en este punto a la agresi¨®n y acusan tambi¨¦n a la vecina Montenegro, federada con Serbia, de participar en el bombardeo.
Tambi¨¦n en el noreste de Croacia cay¨® a primeras horas de la ma?ana de ayer, entre las 6. 10 y las 8. 10, una lluvia de proyectiles, granadas de mortero y cohetes. Precisamente ayer, los embajadores de Espa?a, Francia e Italia en Zagreb, como integrantes de la actual troika de la Uni¨®n Europea, expresaron ayer a los responsables del Ministerio de Exteriores de Croacia la preocupaci¨®n de los Quince ante una eventual escalada b¨¦lica en Eslavonia oriental. El Gobierno de Belgrado, por su parte, ha acusado a Croacia de buscar una provocaci¨®n militar al concentrar tropas en la zona.
Gran Croacia, peque?a Bosnia
Entre las infantiles trazas de fronteras dibujadas en la tarjeta del men¨² de un banquete de gala en Londres y los mapas pactados entre serbios y croatas poco antes de la desintegraci¨®n de la antigua Yugoslavia median cuatro a?os y un amplio baile de territorios. Pero en el reparto siempre llevan la peor parte los mismos: los bosnios musulmanes. La emergente Gran Croacia, a falta s¨®lo de recuperar un 5% de su territorio hist¨®rico en Eslavonia oriental, s¨®lo puede concebirse sobre la hegemon¨ªa ¨¦tnica en una amplia franja del suroeste de Bosnia-Herzegovina y a costa de reducir a sus actuales aliados musulmanes a un peque?o Estado federado en torno a Sarajevo.
El futuro mapa de Bosnia que el presidente croata, Franjo Tudjman, plante¨® a su compa?ero de mesa, el l¨ªder socialdem¨®crata brit¨¢nico Paddy Ashdown -en el que se colocan en la ¨®rbita de Zagreb el noroeste bosnio, incluida Banja Luka (200.000 habitantes) y Sarajevo, a cambio de renunciar a Tuzla y Gorazde (zonas protegidas por la ONU)- contrasta con los planes de hace cuatro a?os.
En un informe publicado en el semanario de Zagreb Globus, se recuerda que entonces Tudjman se mostraba dispuesto a entenderse con el presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, a quien consideraba "inteligente y cumplidor de su palabra". A principios de esta d¨¦cada, Tudjman ya ten¨ªa en mente la idea de la partici¨®n de Bosnia: una ese que bordeaba Sarajevo desde el r¨ªo Sava, frontera natural croato-bosnia, y las inmediaciones de la costa adri¨¢tica en Dubrovnik.
Las pretensiones croatas preve¨ªan un mapa de m¨ªnimos, con Sarajevo, Zenica, Tuzla y Banja Luka en manos serbias, y otro de m¨¢ximos, en el que la capital bosnia y Gorazde quedar¨ªan fuera del control serbobosnio. En este juego de delineantes, el mapa que esboz¨® Tudjman en Londres representa una gran ganancia de territorio para Zagreb, pero pone de manifiesto su renuncia a la reintegraci¨®n de Eslavonia oriental. Este ser¨ªa el precio que Tudjman, deber¨ªa pagar a cambio de una Gran Croacia.
Destacados colaboradores del presidente croata han mantenido, aunque de forma reservada, la vigencia de la partici¨®n de Bosnia, atribuy¨¦ndole "un futuro incierto como Estado" y preparando el camino para "una eventual peque?a Bosnia".
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