Cuatro bloques se reparten el mundo

El mundo de la velocidad contin¨²a dominado por los atletas norteamericanos o del Caribe; el de las carreras de fondo, por los africanos; el de ultrafondo, por los latinos; el de la t¨¦cnica, por los de la Europa del Este. China dej¨® de contar, tras su fantasmal y triunfante aparici¨®n en 1993. Estados Unidos tiene los mejores velocistas del mundo; 10 de las 12 medallas de oro conseguidas por el equipo en los Mundiales les pertenec¨ªan. Los atletas del Caribe tambi¨¦n tienen algo que decir, porque cinco fueron campeones, aunque algunos compitieran bajo otras banderas, casos de Donovan, con la de Canad¨¢, y Marie Jose Perec, con la de Francia.En las carreras de fondo tampoco hay posible, comparaci¨®n entre los mejores, que son los africanos, y el resto del mundo. Tras los t¨ªtulos han llegado los r¨¦cords, con unas marcas asombrosas que demuestran lo lejos que a¨²n se, mueven de sus l¨ªmites. Mientras en los dem¨¢s continentes las mejoras de las plusmarcas se realizan d¨¦cima a d¨¦cima, et¨ªopes y kenianos barren por segundos los topes mundiales.

Al mundo latino le corresponde la primac¨ªa en las pruebas de ultrafondo, sin relevancia en el circuito internacional de las reuniones de verano por el singular escenario de la competici¨®n, siempre fuera del estadio, y larga duraci¨®n. Espa?oles,. portugueses, italianos y mexicanos se reparten los primeros puestos en marcha y marat¨®n.

Alemania, las rep¨²blicas de la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica y los pa¨ªses de la Europa del Este contin¨²an tenJendo el secreto de la t¨¦cnica en los lanzamientos. Las marcas son mucho m¨¢s bajas que cuando los controles antidrogas no. se realizaban con la misma intensidad de ahora, pero la tradici¨®n y" las escuelas creadas permiten mantener la hegemon¨ªa.

La ¨²nica convulsi¨®n registrada en un a?o en el que todos los pa¨ªses volvieron a medir sus fuerzas entre s¨ª fue el ocaso de los atletas chinos.