El Supremo dir¨¢

LAS IMPUTACIONES no tienen mayor concreci¨®n y ni siquiera alcanzan la categor¨ªa de indicios racionales de criminalidad, dice el juez Baltasar Garz¨®n en su exposici¨®n razonada a la Sala Segunda del Tribunal Supremo, en la que, sin embargo solicita que cuatro aforados, el presidente del Gobierno, el ex vicepresidente Serra, el ex ministro del Interior Barrionue vo y el diputado socialista Benegas, declaren como . imputados "al menos en su primera declaraci¨®n". Los 41 folios remitidos por Garz¨®n al Supremo -que hoy publica EL PA?S- confirman lo que muchos no quer¨ªan creer: que los indicios -que ni siquiera est¨¢ seguro de considerar tales- apreciados por Garz¨®n contra Gonz¨¢lez se basan exclusivamente en las imputaciones de un inculpado, Garc¨ªa Damborenea, y la impresi¨®n de otro, Sancrist¨®bal. Sin embargo, ambas declaraciones, y las similares de otros inculpados, las considera "cre¨ªbles", por lo que sugiere que el presidente podr¨ªa ser imputado como 1) "promotor de banda armada u organizaci¨®n terrorista"; 2) "malversaci¨®n de caudales p¨²blicos, siendo imposible su concreci¨®n ahora", y 3) "otros posibles (por ejemplo, detenci¨®n ilegal), son dif¨ªciles de determinar, siquiera sea hipot¨¦ticamente, en este momento procesal".Otro tanto sucede con Serra y Benegas. S¨®lo en el caso del ex ministro del Interior Jos¨¦ Barrionuevo parece Garz¨®n considerar s¨®lidos los datos con que le acusan diversos procesados. Pero llama la atenci¨®n que los indicios contra Barrionuevo no le: parecieran suficientes cuando aparecieron por primera vez -en la declaraci¨®n de Amedo- y que hubieran supuesto entonces entregar la ¨ªnstrucci¨®n del sumario al Supremo. Si aqu¨¦llos no le parec¨ªan suficientemente s¨®lidos, sorprende que ahora s¨ª se lo parezcan los que presenta contra los otros tres aforados. La publicaci¨®n del texto del escrito de Garz¨®n permite conocer de primera mano, y no a trav¨¦s de declaraciones o filtraciones parciales, las razones que llevaron a Garz¨®n a una decisi¨®n que reconoce de gran "trascendencia y gravedad". Ahora es el Tribunal Supremo el que debe hablar, y esperemos con diligencia.