Loko, en el frenop¨¢tico

La tradici¨®n quer¨ªa que fuesen los extremos izquierda los raros del equipo, los supersticiosos y enloquecidos dribladores zurdos, futbolistas geniales e indolentes. Con la desaparici¨®n del extremo puro y, la proliferaci¨®n de jugadores plurifuncionales, la locura ya no tiene especialista y su rayo puede iluminar al m¨¢s cuerdo. Eso es lo que le ha sucedido a Patrice Loko, m¨¢ximo goleador de la Liga francesa 1994-1995, internacional y delantero del Nantes hasta hace menos de dos meses. Hoy, Loko, reci¨¦n fichado por el Par¨ªs Saint-Germain por 400 millones, descansa en la cl¨ªnica psiqui¨¢trica Les Pages mientras sus nuevos compa?eros disputan la Liga.El caso Loko estall¨® la noche del 19 de julio, cuando el jugador arremeti¨® contra el guardacoches de una sala de fiesta donde hab¨ªa estado tomando copas. Luego aboll¨® a patadas varios veh¨ªculos, entre ellos el suyo, y atac¨® a los polic¨ªas que intentaron reducirle. En comisar¨ªa decidieron que hab¨ªa que hospitalizarle porque presentaba graves s¨ªntomas de desorden mental, y en la cl¨ªnica lo primero qu¨¦ hizo fue dedicarse al exhibicionismo. Dos d¨ªas despu¨¦s los directivos del PSG consegu¨ªan recuperar a Loko e intentaban convertir el asunto en una borrachera descomunal. No pudo ser. Los nervios y la ansiedad de Loko incapaz: de convivir con sus nuevos colegas, aconsejaron su reclusi¨®n.

Patrice Loko es, seg¨²n su agente, "un modelo de equilibrio, con una vida muy ordenada y un comportamiento muy profesional desde el final de la adolescencia". Para su ex entrenador, Jean-Claude Coco Suaudeau, creador de la f¨¢brica de talentos en que se ha convertido Nantes, todo es simple y claro: "Cuando llegan son jugadores y aqu¨ª se transforman en profesionales. Si cuando son adultos y responsables, tal y como dicen ser, quieren marcharse, entonces la responsabilidad es suya". Y parece que a Loko esa responsabilidad le ha pesado demasiado.

Cumplidos los 25 a?os, internacional desde los 22, Loko celebr¨® el t¨ªtulo de campe¨®n del Nantes con una idea fija: irse a Par¨ªs para aprovechar el contrato de su vida. Pero el presidente fue tajante despu¨¦s de la victoria: "El equipo no puede desmantelarse. S¨®lo aceptar¨¦ dos traspasos". Y los candidatos eran varios. Loko tuvo miedo de quedarse un a?o m¨¢s en Nantes y de perder la gran oportunidad. Su estrategia para lograr el traspaso consisti¨® en convertirse, de la noche a la ma?ana, en un tipo insoportable, a malas con todo y con todos. Loko, al fin, se fue a Par¨ªs.

El 19 de julio por la tarde Loko estuvo en Nantes. Quer¨ªa ver jugar a sus antiguos compa?eros, desearles suerte. Nadie le dirigi¨® la palabra. Luego regres¨® a Par¨ªs y por la noche se le fundieron los plomos. Esa es la versi¨®n deportivo-econ¨®mica del asunto. Hay otra explicaci¨®n, mas personal. Hace dos a?os Patrice perdi¨® un hijo peque?o, v¨ªctima de una leucemia rapid¨ªsima. Quince d¨ªas despu¨¦s del drama, Loko entrenaba de nuevo y guardaba para s¨ª el dolor. Todo sigui¨® igual excepto que Loko se hizo muy amigo de una chica adepta al espiritismo que le pon¨ªa en contacto con el hijo perdido.

Para Michel de Massougnes, psiquiatra que le ocupa de ese tipo de deportistas, Loko ser¨ªa v¨ªctima de una triple confusi¨®n: deportiva, propiciada por su mal comportamiento voluntario; ¨ªntima, por no haber asumido el dolor de la muerte del hijo y familiar, por no adaptarse a la nueva libertad al margen de la familia futbol¨ªstica de Nantes.