La sierra explota
La superpoblaci¨®n estival ocasiona problemas de tr¨¢fico, de agua y de insuficiencia de los servicios sanitarios
El ¨¦xodo vacacional deja la capital vac¨ªa. Mientras, la sierra de Guadarrama refugia a los miles de madrile?os que veranean en la regi¨®n en vez de en las playas. Lejos del bullicio y del calor que despide el cemento de la gran urbe, los veraneantes se guarecen en los pueblos de monta?a. Los turistas son reconocibles a millas de distancia. Ataviados con pantalones cortos y camisetas blancas, se congregan por la ma?ana en las panader¨ªas y puestos de prensa. A media ma?ana tuestan su piel en la piscina y, despu¨¦s de comer, los hombres echan la partida de mus. Las mujeres vuelven a la piscina para aprovechar hasta el ¨²ltimo rayo de sol.La avalancha de madrile?os aumenta la poblaci¨®n en los pueblos de forma espectacular. Seg¨²n datos municipales, Collado Villalba, que tiene una poblaci¨®n de P.000 habitantes, crece hasta los 110.000 en la ¨¦poca estival. Guadarrama incrementa el n¨²mero de residentes de 7.400 a 50.000. Los Molinos multiplica por cuatro su poblaci¨®n y pasa de 2.900 habitantes a 12.000. Becerril de la Sierra, de 2.600 habitantes, llega a los 16.000.. Galapagar duplica el n¨²mero de residentes: de 15.000 a 30.000. La poblaci¨®n de El Escorial crece de 10.000 habitantes hasta 40.000. San Lorenzo de El Escorial pasa de 10.500 residentes a 40.000. Navacerrada es el pueblo que m¨¢s crece en proporci¨®n a su n¨²mero de habitantes: de 1.700 censados pasa a tener una poblaci¨®n real de 15.000. Esta invasi¨®n tur¨ªstica distorsiona el ritmo de vida de los pueblos y pone en evidencia el anacronismo existente entre la capital y las localidades serranas. La infraestructura de los pueblos es incapaz de absorber tal masa de gente. La capital importa sus problemas.
Tr¨¢fico. Atravesar el casco urbano de cualquier pueblo tur¨ªstico supone alinearse en caravana, sortear a cientos de peatones que suben y bajan de la acera y percatarse de las numerosas se?ales de ceda el paso que esconden las esquinas de calles estrechas. Guadarrama sufre adem¨¢s un problema a?adido: la carretera N-VI atraviesa por mitad del casco urbano. Esto supone un constante circular de veh¨ªculos pesados y lentos por el pueblo. Adem¨¢s, los camiones acarrean un fuerte peligro para Guadarrama, porque la bajada del puerto de Los Leones desemboca en el pueblo: "Raro es el mes en el que no aparece un cami¨®n estampado contra alguna de las casas", asegur¨® el primer teniente de alcalde, Jos¨¦ Antonio Garrido. Los veh¨ªculos de 20 toneladas bajan del puerto con los frenos sobrecalentados. Las pastillas prenden cuando el veh¨ªculo se detiene en un sem¨¢foro: "Yo he visto en varias ocasiones c¨®mo un camarero ten¨ªa que salir de su establecimiento con un extintor para apagar una rueda en llamas", afirm¨® Garrido.
Un camionero falleci¨® el pasado d¨ªa 16 al salirse de la v¨ªa su veh¨ªculo en el kil¨®metro 52,600 de la N-VI. El conductor no pudo frenar su cami¨®n sobrecargado en plena bajada de Los Leones y se sali¨® de la carretera. El Ministerio de Obras P¨²blicas y Transportes elabora un proyecto de circunvalaci¨®n para Guadarrama. El Ayuntamiento no tiene noticias sobre la marcha del proyecto. Este verano, en apenas mes y medio, 10 personas han muerto en accidente por las carreteras de la sierra de Guadarrama, seg¨²n fuentes de la Guardia Civil.
Las calles de Collado Villalba se estancan ante la avalancha de turistas que abandonan sus chal¨¦s para ir de compras al pueblo. El alcalde, Jos¨¦ Luis Pe?alvo, del PP, celebra en septiembre un concurso que designar¨¢ la empresa encargada de adaptar la mayor densidad de coches a la estructura de la ciudad. La empresa adjudicatarla deber¨¢ contemplar en su proyecto cu¨¢l es la mejor zona para la construcci¨®n de un aparcamiento permanente, as¨ª como qu¨¦ calles requieren un cambio en el sentido de la marcha para dar as¨ª una mayor fluidez al tr¨¢fico.
Sanidad. Los turistas desbordan la capacidad de atenci¨®n a enfermos en los centros de salud durante el verano. En el centro de Guadarrama, por ejemplo, el m¨¦dico Javier Utrilla tiene que multiplicarse para reconocer nada menos que a 260 pacientes al d¨ªa. Esta cifra dobla la media diaria de consultas durante el resto del a?o.
"El n¨²mero de pacientes que atiendo en verano es desorbitado, unos 260 al d¨ªa. En el invierno se reduce a unos 120. Los turistas disparan las cifras. Tengo que multiplicarme para pasar consulta y adem¨¢s atender al instante las urgencias que se presenten. Nos llegan casos de todo tipo, desde un veraneante al que le han metido una paliza, como accidentes de coche, bicis... Tenemos que hacer un verdadero esfuerzo en esta ¨¦poca del a?o para satisfacer a todos los pacientes", afirma Utrilla.
Escasez de agua. Si. a la sequ¨ªa se le suma el consumo voraz de agua que la sobrepoblaci¨®n de la sierra acarrea, se obtiene como resultado la escasez l¨ªmite de agua en los pantanos de la sierra. El de La Jarosa, en Guadarrama, est¨¢ tan s¨®lo al 8% de su capacidad. Esta situaci¨®n hace que los ayuntamientos tengan que tomar medidas de urgencia. En San Lorenzo de El Escorial, por ejemplo, entran 6.000 metros c¨²bicos de agua al d¨ªa, cantidad que se qued¨® corta y tuvo que ampliarse hasta 9.000 gracias al acuerdo entre Ayuntamiento y Canal de Isabel II. El alcalde del PP, Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez Quejo, dict¨® un bando la primera semana de agosto que recomendaba un consumo de 200 litros por habitante y d¨ªa.
A ra¨ªz del bando se hizo un seguimiento de las zonas de consumo y se pudo constatar que hab¨ªa 20 chal¨¦s en el monte de Abantos que, consum¨ªan la escalofriante cifra de 9.000 litros de agua diarios cada uno. El Ayuntamiento les oblig¨® a limitar el uso del agua "para no tener que cortar el suministro a toda la poblaci¨®n", afirm¨® el alcalde.
La sequ¨ªa tambi¨¦n afecta a los dep¨®sitos de la urbanizaci¨®n Vista Real, en la parte alta de Becerril de la Sierra. Los dep¨®sitos de la urbanizaci¨®n gastan m¨¢s agua de la que reciben. Esto hace que el agua salga con poca presi¨®n en los grifos. Por ello, el Ayuntamiento la corta desde las ocho de la tarde hasta las seis de la ma?ana. Para suministrar m¨¢s agua a la urbanizaci¨®n, Joaqu¨ªn Montalvo, alcalde del PP, trajo el 24 de julio dos bombas extractoras desde Asturias que abastecen de agua a las 103 familias afectadas.
Comercio. La sobrepoblaci¨®n tambi¨¦n produce efectos positivos. El m¨¢s evidente es el beheficio que los comerciantes y hosteleros locales obtienen del turismo en verano. Navacerrada tiene 40 establecimientos de hosteler¨ªa. Las ganancias que obtienen los empresarios son tan elevadas que les permiten contrarrestar las p¨¦rdidas del pasado invierno (por la escasez de nieve) y afrontar el que viene con garant¨ªas.
"Este verano ha venido m¨¢s gente que nunca, y con el dinero que ganas ahora te defiendes durante todo el aflo", explica Ana Izquierdo, que regenta El Mes¨®n, en Navacerrada, desde hace nueve a?os.
Los mercadillos de puestos ambulantes son centros al aire libre que congregan a la multitud en verano. En ellos el comprador puede encontrar de todo: sartenes, fruta, sillas, m¨²sica... El pueblo de Navacerrada inaugur¨® a principios de mes el segundo mercadillo m¨¢s grande de la comarca, con 42 puestos, despu¨¦s del de Collado Villalba. El jueves pasado, Elena, madrile?a de 17 a?os, y Laura, asturiana de 16, merodeaban por los puestos de Navacerrada: "Hemos venido a hacerle la compra a mi madre y de paso ver cualquier cosa, anillos, colgantes, faldas...".
Collado Villalba tiene mercadillo los martes y viernes; Becerril y El Escorial, los mi¨¦rcoles; San Lorenzo y Navacerrada montan sus puestos los jueves. Los Molinos lo hace cada viernes, al igual que Guadarrama. El mercadillo de Galapagar es cada s¨¢bado. Navacerrada inaugura el domingo 3 de septiembre el ¨²nico mercadillo de artesan¨ªa que hay en la sierra de Guadarrama. ?ngeles Samper es la organizadora de esta iniciativa: "Vamos a montar 50 puestos de arte. Habr¨¢ libros antiguos, cuadros, art¨ªculos restaurados, objetos de madera, etc¨¦tera. Es un mercadillo ¨²nico".
Robos. Los 48 polic¨ªas locales que vigilan Collado Villalba quedan escasos ante la avalancha de veraneantes: "Son frecuentes los robos de radios en los coches de turistas, por lo que seis o siete, agentes m¨¢s ser¨ªan de gran utilidad en verano", reconoci¨® el alcalde Jos¨¦ Luis Pe?alvo, del PP. Los robos a chal¨¦s de veraneantes son constantes. Entran los d¨ªas de entresemana, cuando notan la ausencia de ocupantes en la casa. "Mi familia y yo regresamos a Madrid un domingo por la noche de nuestra casa en Galapagar-Al d¨ªa siguiente regres¨¦ a la sierra y hab¨ªan robado en la casa esa misma noche. "?Parece que te vigilan para ver cu¨¢ndo vas o vienes!", coment¨® Rafael Fominalla, veraneante de Galapagar.
Bancos. Los bancos y cajas de ahorro de los pueblos de la sierra duplican el n¨²mero de servicios en ventanilla con la invasi¨®n de turistas. "Damos un 50% m¨¢s de servicios que en invierno por los madrile?os que veranean en sus chal¨¦s de la sierra", explica el director de Caja Postal en Collado Villalba. En la ¨¦poca estival se sacan del cajero autom¨¢tico de esa oficina entre cuatro y cinco millones de pesetas en los d¨ªas laborables, y alrededor de siete millones en un d¨ªa de fin de semana. Estas cantidades doblan las del invierno.
Alquiler de inmuebles. Los Molinos se vuelca con la invasi¨®n de turistas. En este peque?o pueblo hay 1. 100 inmuebles en alquiler: 800 son chal¨¦s y 300 apartamentos o habitaciones. Existen dos motivos mayoritarios por los que los propietarios de inmuebles de este pueblo alquilan sus casas: con el dinero que reciben en, agosto, los propietarios pagan el mantenimiento de la casa el resto del a?o, tambi¨¦n porque ese dinero les permite, a su vez, alquilar una casa en la playa.
La marcha de los veraneantes dejar¨¢ las calles vac¨ªas y los bolsillos del comercio local, llenos.
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