Casero sigue creciendo

Fue una cuesti¨®n de p¨¢nico, no de cansancio. Porque la carrera vivi¨® ciento y un hachazos hasta que Banesto, o sea, Indur¨¢in, quiso. Ocurri¨® sobre el kil¨®metro 80, con el Puerto de los Leones lejos de las espaldas de los corredores. Fue entonces cuando Banesto, o sea, Indur¨¢in, comenzo a mover sus piezas. Y as¨ª, hasta la meta.Inici¨® las escaramuzas el Lotus de Miguel Moreno, un equipo que por no estar no estaba ni siquiera en la relaci¨®n de participantes que reparti¨® la organizaci¨®n. S¨¦ escap¨® primero David Plaza, que cruz¨® en cabeza el citado Puerto de los Leones. Poco le dur¨® la alegr¨ªa, quiz¨¢ porque la sombra de Banesto se hizo ayer demasiado alargada. A su rueda se coloc¨® Carmelo Miranda. Y un poquito m¨¢s atr¨¢s, Aparicio. Y un poquito m¨¢s atr¨¢s, Jim¨¦nez...

Mal asunto. Los de M¨ªn guez, director ayer de Banesto, no desaparec¨ªan de las primeras posiciones. Lo hicieron un instante, lo que aprovech¨® otro Lotus, Arenas, para irse. Lleg¨® a sacar dos minutos de ventaja. Pero apareci¨® ante ¨¦l Navacerrada (kil¨®metro 103). Y all¨ª acab¨® la aventura. La carrera se despedaz¨® y por la cima pasaron los corredores en fila. ?Cansancio? No. Banesto, o sea, Indur¨¢in. Pas¨® Jos¨¦ Mar¨ªa Jim¨¦nez en primer lugar, con un minuto de ventaja sobre Clavero, Casero, Indur¨¢in y Rinc¨®n. S¨®lo ¨¦ste parec¨ªa capaz de mantener el tipo ante semejante dictadura. No lo mantuvo.

La escapada ol¨ªa a definitiva. Sus compa?eros de equipo se colocaron en cabeza del pelot¨®n. Y le echaron el freno. S¨®lo Pino, director de Kelme, reaccion¨®. Mand¨® arriba a todo el que encontr¨® por el camino. De su equipo, claro. La imagen del grupo, con Jim¨¦nez a 1:30, qued¨® asi: cinco chavales del Kelme tirando como posesos y mirando de refil¨®n a Indurain.

Pero el colombiano estaba s¨®lo. ?nicamente Santos Hern¨¢ndez supo responderle en el momento clave de la carrera cuando Jim¨¦nez comenz¨¢ a p¨¦rder su ventaja. Y Banesto, mientras enterito y sin empujar. Ten¨ªa M¨ªnguez a Casero, Garc¨ªa, Aparicio, Alonso y, por supuesto, Indur¨¢in, todos a la espera de comprobar si el escapado era capaz de aguantar. No aguant¨®. A trece kil¨®metros del final apenas manten¨ªa 30 segundos de ventaja y ocho m¨¢s tarde le cogieron. En ese momento, todos miraron a Indur¨¢in. Parec¨ªa el m¨¢s capacitado para saltar. Pero no pareci¨® que fuera ese el plan.

En el plan definitivo figuraba con mayusculas el nombre de ?ngel Luis Casero, ganador del Tour del Porvenir en el 94. Salt¨® cuando nadie lo esperaba, con todos los ojos mirando al de siempre. Pero el de siempre se limitaba a ayudar, cumpliendo fielmente el papel que le hab¨ªan asignado: el de gregario.

Y as¨ª gan¨® Casero, con cuatro segundos de ventaja , sobre Marcos Serrano, del Kelme ,que encabez¨® un grupo de quince perseguidores.