La salud hispana de Nueva York

Ayer a primera hora de la ma?ana Luis Rojas Marcos acudi¨® por ¨²ltima vez a su despacho de jefe de los servicios de Salud Mental de la ciudad de Nueva York. Antes de este ¨²ltimo fin de semana del verano, recog¨ªa sus papeles y se estudiaba los datos del monstruo burocr¨¢tico a la cabeza del cual se incorpora el martes: el mayor sistema hospitalario de Estados Unidos, la Corporaci¨®n de Salud y Hospitales de Nueva York (HHC).Apenas a dos manzanas de all¨ª, en el distrito de edificios municipales y estatales del sur de Manhattan, se alza la sede del HHC. Pero la distancia real que separa ambos puestos de trabajo es "un reto tremendo", seg¨²n Rojas Marcos. "Me enfrento a un proceso peliagudo", dice, "pero muy interesante".

La labor del reci¨¦n nombrado presidente del HHC es desmantelar un entramado de diecis¨¦is hospitales, p¨²blicos con unas 10.500 camas en la ciudad de Nueva York y con un d¨¦ficit de 142 millones de d¨®lares para convertirlos en entidades independientes.

Se trata del puesto de gesti¨®n p¨²blica de nivel m¨¢s alto alcanzado por un espa?ol en Estados Unidos, pero Rojas Marcos disfruta de que en este pa¨ªs se le considere miembro de la comunidad hispana en general. El peri¨®dico puertorrique?o editado en Nueva York El Diario titul¨® el jueves: "Hispano al frente del HHC". Otros medios locales mayoritarios de la ciudad no han tratado el nombramiento en s¨ª, puesto que se ha producido en medio del esc¨¢ndalo desatado por la dimisi¨®n del anterior presidente, sobre quien se ha abierto una investigaci¨®n por acusaciones de acoso sexual a una empleada.

El alcalde republicano de la ciudad, Rudolph Giul¨ªani, embarcado en una dura pol¨ªtica de recortes presupuestarios, tiene como objetivo reducir a tres el n¨²mero de facilidades gestionadas por el HHC y cree que Rojas Marcos es la persona id¨®nea para hacerlo.

El psiquiatra espa?ol, que lleg¨® a EE UU en 1967, pas¨® por el ¨¢rea de servicios psiqui¨¢tricos del HHC y en 1992 fue nombrado jefe m¨¢ximo de la salud mental neoyorquina por el anterior alcalde, el dem¨®crata David Dinkins. Dice que se siente honrado de que los l¨ªderes de esta ciudad hayan cre¨ªdo que puede desarrollar este trabaj¨®, pero deja una puerta abierta para regresar a su campo de especializaci¨®n. '"Podr¨ªa haber dicho que no", explica Rojas Marcos, ?pero creo que es importante desarrollar un trabajo de equipo. El equilibrio razonable ha sido el acuerdo con el alcalde de no nombrar un sustituto fijo en mi, puesto para que podamos volver a hablar dentro de unos meses".

En su nuevo trabajo, Rojas Marcos tratar¨¢ de "desarrollar una estrategia creativa que asegure el derecho de acceso a los servicios sanitarios para la gente que no puede pagar y que a la vez libere al gasto p¨²blico. El sistema tiene que cambiar o fallecer, porque no hay ciudad en el mundo que resista una infraestructura hospitalaria como la de Nueva York actualmente".

Y a la vez no quemar los puentes de regreso a la oficina que dej¨® ayer. Entre los proyectos que Rojas Marcos deja para el futuro est¨¢ la elaboraci¨®n de un ¨ªndice general del estado de salud mental de los neoyorquinos, que seg¨²n ¨¦l ser¨¢ m¨¢s alto y positivo de lo que se tiende a pensar.

"Siempre me han gustado los desafios" dice, "y cuando entras en un puesto de esta envergadura no lo puedes hacer sino entreg¨¢ndote emocionalmente a la labor. Si lo hago por seis meses, un a?o o dos a?os, no lo s¨¦, pero me voy a entregar por completo porque si no no hay posibilidades de ¨¦xito".