Busquets e lv¨¢n aguantan al Bar?a
El Valladolid cedi¨® despu¨¦s de dominar gran parte del encuentro
Tres puntos. La actuaci¨®n del Barcelona no merece palabras m¨¢s ornamentales. Le salv¨® una jugada a bal¨®n parado y un impresionante zarpazo del debutante Iv¨¢n De la Pe?a que introdujo un elemento de magia en el ¨²ltimo acto de una obra prosaica.Mucho se habl¨® de la juventud del Barcelona, pero el promedio de edad entre los dieciseis seleccionados -24 a?os- superaba en seis d¨¦cimas el promedio de un Valladolid totalmente renovado y entrenado por el debutante Rafael Ben¨ªtez, un t¨¦cnico de 35 a?os trasvasado desde el Real Madrid. Nadie esperaba que el Barcelona se sintiera tan indispuesto ante un equipo que consum¨® su descenso a falta de un mes para el final de la temporada pasada y en un escenario donde hab¨ªa marcado 17 goles en sus cuatro ¨²ltimas visitas.
El primer tiempo provoc¨® recuerdos de 1989 cuando Cruyff confi¨® en la juventud de Lucendo y encaj¨® una derrota por 2-0.
Sorprendi¨® su juego espeso y anodino donde s¨®lo destac¨® la vivacidad y los golpes de cintura de Jordi Cruyff, alineado en la banda izquierda. Luego diluir¨ªa su actuaci¨®n con un ego¨ªsmo que birl¨® goles cantados a desmarcados compa?eros. Sorprendi¨® que el honesto y cl¨¢sico 4-4-2 puesto en liza por Ben¨ªtez bastara para desequilibrar la estructura azulgrana.
Lo consigui¨® porque el tr¨ªo defensivo, integrado por Quique ?lvarez, Nadal y Sergi, se concentraba en la zona central. Las irrupciones del Valladolid por las bandas exig¨ªan a Roger y Guardiola que actuaran como laterales. Tuvieron fallos puntuales. Sin embargo, la consecuencia m¨¢s grave fue la debilitaci¨®n del centro del campo, ampliamente dominado por el Valladolid. Simplemente impuso un mayor ritmo y los azulgrana nunca encontr¨® respuestas a la potencia del ex madridista Fernando.
Si el Valladolid lleg¨® al descanso con un inesperado 0-0 en el marcador fue porque hab¨ªa perdonado. Peternac, solo a seis metros de Busquets, dirigi¨® su remate de cabeza por encima del travesa?o que, minutos despu¨¦s, fue sacudido por una falta ejecutada por Quevedo.
Tras el descanso, el Valladolid pareci¨® salir asustado por lo que hab¨ªa conseguido en el primer tiempo. Cruyff ya hab¨ªa retocado su esquema, colocando a Guardiola en su posici¨®n natural de pivote y adelantando a Popescu para reforzar al renqueante producci¨®n en el centro del campo.
De la Pe?a, a pesar de haber sufrido un mareo en las horas previas, aport¨® frescura, calidad individual y un tiro que exigi¨® a C¨¦sar una gran parada. Luego, para desgracia de un Valladolid que mereci¨® mayores recompensas, ilumin¨® una fase final que se convirti¨® en trepidante por los riesgos asumidos por el Valladolid, que se sinti¨® maltrecho por el ¨¢rbitro y el marcador adverso. Iv¨¢n marc¨® un golazo y adorn¨® la victoria, presidida por el acierto de Busquets bajo los palos.
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