La carrera homenajea a El Tarangu

Con 49 a?os y una vida asentada al margen del ciclismo, Jos¨¦ Manuel Fuente, El Tarangu, no necesita andar con pa?os calientes. En realidad, siempre se caracteriz¨® por su sinceridad en un ambiente cargado de hipocres¨ªa. Por eso ahora, en v¨ªsperas del homenaje que recibir¨¢ hoy en Oviedo, huye de la falsa modestia: "Creo que me lo merezco", asegura.S¨®lo recuerda haber recibido un reconocimiento popular en 1972, despu¨¦s de su mejor temporada profesional, cuando gan¨® la Vuelta a Espa?a y puso en apuros al mism¨ªsimo Merckx en el Giro, en el que acab¨® segundo. El propio Merckx, Hinault, Thebenet y Gimondi ser¨¢n algunos de los nombres ilustres que estar¨¢n junto a ¨¦l durante una jornada apretad¨ªsima.

Fuente vive como corr¨ªa, a golpe de coraz¨®n. Siete a?os despu¨¦s de ser apartado de la direcci¨®n del equipo Clas, no olvida ni perdona a las personas que le defenestraron: "La putada que me hicieron fue tan gorda que no me dan ganas de volver al ciclismo", sentencia El Tarangu, que llena su tiempo con la familia, los negocios y una escuela ciclista que lleva su nombre. Y, en los ¨²ltimos meses, tres d¨ªas a la semana con las sesiones de di¨¢lisis para tratar una enfermedad cr¨®nica de ri?¨®n, a la espera del trasplante.

Escalador de raza, Fuente se hizo famoso tanto por sus gestas como por los desfallecimientos, que le condicionaron en las grandes pruebas por etapas: "Algo raro ten¨ªa que haber para que me diesen aquellas p¨¢jaras tan espectaculares despu¨¦s de grandes etapas. El problema del ri?¨®n ven¨ªa de una escarlatina mal curada, cuando ten¨ªa nueve a?os, pero no lo supe hasta el final de mi carrera, al hacerme unos an¨¢lisis", a?ade Fuente.

S¨®lo lamenta no haber pillado estos tiempos por las ayudas que tienen los ciclistas. En los a?os setenta, Fuente reivindicaba un m¨¦dico en el equipo, para prevenir casos como el suyo, o simplemente para controlar las sustancias que le suministraban durante las carreras. Pero el doping ya es tambi¨¦n un tema tab¨² para Fuente, escaldado tras sus reflexiones recogidas por EL PA?S. Aquella sinceridad no fue bien entendida, por muchos colegas que le echaron en cara que airease algo que nunca hab¨ªa trascendido.

Hoy Jos¨¦ Manuel Fuente estar¨¢ por encima del bien y del mal. Ser¨¢ el protagonista, igual que en aquella lluviosa tarde de mayo de 1974, cuando se le pusieron "pelos de jabal¨ª" por la ovaci¨®n de sus paisanos en una etapa de la Vuelta a Espa?a con final en el Naranco, igual que hoy. Los aficionados asturianos echar¨¢n de menos a un corredor como ¨¦l, que rompa moldes.