Vukovar se prepara para una nueva guerra
Los serbios de Eslavonia oriental esperan de un momento a otro un asalto croata como ¨¦l de la Krajina
Un grupo de hombres con la cabeza pr¨¢cticamente rapada transporta madera junto a una larga zanja en las afueras de Vukovar, bajo la vigilancia de soldados de la Rep¨²blica Serbia de Krajina (RSK). Son prisioneros serbios de la Krajina de Knin reconquistada hace un mes por el Ej¨¦rcito croata, acusados de traici¨®n o de sercion, que, est¨¢n cavando trincheras. Vukovar se prepara para una nueva guerra. La poblaci¨®n ha sido militarizada ante un ata que croata que se teme inminente. Los serbios, due?os de la ciudad desde el 18 de noviembre de, 1991, no quieren ser arrollados como sus hermanos de Knin, y est¨¢n movilizando: todos sus recursos. Desde el puente sobre el Danubio antes de llegar, a llok se divisan fort¨ªficaciones del Ej¨¦rcito de Yugoslavia (Serbia y Montenegro). El barrac¨®n del puesto fronterizo con la RSK est¨¢ protegido con sacos terreros. Los soldados, revisan la documentaci¨®n de los, visitantes mientras la radio informa de nuevos bombardeos de la OTAN en Bosnia.El hotel Danubio de Vukovar ha sido ocupado recientemente por soldados llegados de Yugoslavia, todos los bares y restaurantes han cerrado. sus puertas -la venta de alcohol est¨¢ prohibida y hay toque de queda desde las 22.00 hasta las 6.00.
La guerra entre croatas y serbios puede estallar de nuevo por -los 2.500 kil¨®metros cuadrados(algo m¨¢s que la extensi¨®n de Vizcaya) que ocupan las provincias de Eslavonia oriental, Baranja y Srem occidental lo que queda de la RSK tras el ataque croata de agosto-, donde viven 135.000 personas, serbios en un 95%. A ambos lados de la-l¨ªnea de demarcaci¨®n croatas y serbios han desplegado sus fuerzas. Los mediadores de la ONU vaticinan que mientras la actual iniciativa de paz de Estados Unidos est¨¦ en vigor no habr¨¢ ataque de Croacia, cuyos l¨ªderes se sienten m¨¢s envalentonados que nunca..
Peor que Sarajevo
Vukovar de mayor¨ªa croata antes de. la guerra, fue una de las m¨¢s hermosas localidades a orillas del Danubio, en la que se mezclaba la arquitectura rural con la urbana, con un centro de estilo barroco y calles porticadas. Pero, en agosto de 1991 comenz¨® el martirio. La artiller¨ªa pesada del Ej¨¦rcito federal yugoslavo desplegada en Voivodina a, lo largo del r¨ªo, al sur, al norte y al suroeste de Vukovar, desencaden¨® uno de los bombardeos m¨¢s brutales de la historia reciente. El asedio termin¨® el 18 de noviembre con la entrada de los carros de combate del Ej¨¦rcito federal tras el hundimiento de las ¨²ltimas defensas croatas. La ciudad sufri¨® un nivel de destrucci¨®n peor que Sarajevo y s¨®lo comparable, al de Mostar Este.
-Cuatro a?os despu¨¦s, la entrada en Vukovar por cualquier punt¨® sigue ofreciendo un aspecto desolador. Por la carretera de Sotinja torre del dep¨®sito de agua sobresale por encima de los esqueletos de los edificios que siguen en pie sin techo, sin ventanas, sin puertas, totalmente, agujereados. Viviends unifamiliares, edificios de pisos, iglesias, la estaci¨®n de ferrocarril, las instalaciones portuarias, est¨¢n en ruinas. Hay,que adentrarse en la ciudad para empezar a percibir signos de vida y comprobar que en el paisaje lunar de Vukovar sobreviven, todav¨ªa varios miles de seres humanos, 30.000, seg¨²n las actuales,autoridades.
La sangrienta conquista de Vukovar -15.000 muertos,seg¨²n fuentes serbias ha convertido la ciudad en un s¨ªmbolo para Croacia y, para los serbios de la RSK. El presidente Franjo Tudjman prometi¨® recientemente la pronta recuperaci¨®n de Vukovar ante una multitud enfervorizada que celebraba la reconquista de la Krajina de Knin. Los gritos de
?Vukovar!, ?Vukovar!" tronaron por las calles de Split, donde Tudjinan pronunci¨® el discurso. Las actuales autoridades de Yukovar impidieron la difusi¨®n por televisi¨®n de las im¨¢genes de la euforia croata, "para no asustar a la gente" seg¨²n Ljubinko Stojanovic, director del centro de prensa d¨¦ Vukovar.
"No nos iremos de aqu¨ª como refugiados. Combatiremos y los vamos a derrotar, aunque la comunidad internacional ponga el cuchillo en el cuello,de Yugoslav¨ªa para que no nos ayude" afirma, Dusan Teofilovic, presidente del gobierno local y max¨ªma toridad civil. El recuerdo de la de rrota del mes pasado ante los croatas est¨¢ presente en todas las conversaciones. 'La gente ha sentido mucho lo que paso en Krajina, pero aqu¨ª estarnos mejor organizados, incluso mejor que en Yugoslavia". Teofilovic subraya que el armamento cl¨¢sico que estaguerra "sirve de poco". "La quinta columna es muy, importante, como qued¨®, demostrado en Krajina", dice. "La guerra informativa. Los servicios de inteligencia y las- emisoras de radiocroatas (m¨¢s potentes-que las de los serbios) crearon el p¨¢nico entre los habitantes de Krajina antes de su ca¨ªda".
La primera gran diferencia entre estos territorios y los que reconquist¨® el mes pasado el Ej¨¦rcito croata es su riqueza. Eslavonia oriental tiene una tierra f¨¦rtil que produce ma¨ªz, trigo, az¨²car y girasol en abundancia, sin contrar el petr¨®leo. Sus habitantes han tenido tradicionalmente un buen nivel de vida. Al aspecto. econ¨®mico hay que a?adir su situaci¨®n geogr¨¢fica, lim¨ªtrofe con Serbia, lo que psicologicamente es muy importante, seg¨²n reconoce Dusan Teofilovic.
La movilizaci¨®n general ha espertado temores y odios que permanec¨ªan aletargados y ha colocado a la poblaci¨®n en el disparadero. No aguantan m¨¢s. 'Vivimos diariamente' bajo tensi¨®n, permanente" dice Miso Vijlenica, 48 a?os, director de una empresa de componentes el¨¦ctricos. "Muchos pensamos que no podemos seguir as¨ª y que tenemos que definir esta situaci¨®n, aunque implique volver a la guerra". Si. Croacia ataca, pelear¨¢ hasta la muerte, "porque es mejor morir o cruzar el Danubio que vivir bajo el fascismo de Tudjm¨¢n". Sentado en su despacho y vestido con uniforme militar, Miso Viffleffica confiesa que su mayor preocupa ci¨®n es el futuro de su hijo de 24 a?os, los cuatro ¨²ltimos en el frente de guerra. "En 1992 quise ,enviarlo a la Universidad en Belgrado. Le gusta demasiado coger el arma. A veces pienso que he mos perdido una generaci¨®n. Empezaron muy jovenes a ser sol dados y no s¨¦ si ser¨¢n capaces de adaptarse cuando llegue la paz. ?C¨®mo le puedo decir a mi hijo que no hay un solo pedazo de tierra ni ninguna ideolog¨ªa por los que merece la pena morir? S¨®lo la dignidad humana y la libertad justifican luchar hasta la muerte".
Libertad para escoger el lugar donde vivir, dice Miso Vifflenica, Qui¨¦n sabe si los habitantes de Vukovar, como los de Dalj, Erdut, Beli Manastir y todas las lo. calidades de, esta Rep¨²blica Serbia de Krajina seguir¨¢n dentro de un mes en sus casas o formarar parte de una nueva oleada de refugiados, del mismo modo que fueron expulsados sus vecino, cr¨®atas hace cuatro a?os. Por las calles semidesiertas- de estos pueblos, sus viejos habitantes deambulan hoy con una expresi¨®n de amargura y de miedo en sus rostros. No saben cu¨¢l ser¨¢ su futuro, pero temen lo peor. Los j¨®venes est¨¢n de nuevo en primeta l¨ªnea del frente" preparados par engrosar las listas de muertos en esta guerra sin fin a la vista de lo Balcanes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.