Borracho, mujeriego, pendenciero

Lo contaban los dos enviados de la revista francesa Cahiers du Cin¨¦ma a seguir el rodaje, en M¨¦xico, de la adaptaci¨®n de Bajo el volc¨¢n, novela alcoh¨®lica rodada por el cineasta m¨¢s alcoh¨®lico. Una vez en el lugar, el director, el viejo, zorro, tremendo John Huston aleg¨® razones de excesivo trabajo para negarles la entrevista. Ahora bien, les dijo, si no tienen problema en volver esta noche, estar¨¦ aqu¨ª con unos amigos y les contar¨¦ lo que quieran. Los amigos eran sus compa?eros habituales de p¨®ker, y la pareja de franceses perdi¨® esa noche todo lo que llevaba.Boxeador, soldado, mujeriego, borracho, pendenciero, actor, guionista y director, Huston fue en vida un verdadero torrente desatado, si hacemos caso de la leyenda. Supo cultivar ¨¦sta hasta extremos inveros¨ªmiles, y nunca sabremos qu¨¦ hay de cierto, y qu¨¦ de falso en su vida, que ¨¦l mismo, aire¨® en unas, memorias tan apasionantes como una novela de aventuras, pero que dejan en el fondo el regusto de la trampa. Form¨® parte del grupo de bebedores m¨¢s famoso de Hollywood, el clan de irlandeses en el que estaban, entre otros, el entra?able Barry Fitzgerald o el mism¨ªsimo Humphrey Bogart, otro que tal. Dijo de ¨¦ste, que era su amigo, que nunca fue otra cosa que un calzonazos, y que quien realmente era inteligente era su esposa, Lauren Bacall. Y eran amigos, que conste.

Vivi¨® al l¨ªmite, hizo pel¨ªculas que, en muchos casos, resisten mal el peso del tiempo pero en otros, cuando realmente tocan cosas que le interesaron, como la amistad, la derrota, el alcohol, el mundo viril, el sentido del humor un tanto ¨¢cido, la cr¨ªtica mordaz a ciertas instituciones americanas, permanecen en pie como en el primer d¨ªa: Fat City, El tesoro de Sierra Madre, Sangre sabia.